El sobrepeso y la obesidad -importantes problemas de salud pública- pueden definirse como una excesiva acumulación de grasa -general o loc...
El sobrepeso y la obesidad -importantes problemas de salud pública- pueden definirse como una excesiva acumulación de grasa -general o localizada- en el cuerpo. Se considera que una persona presenta sobrepeso cuando su IMC estÔ comprendido entre 25.0 y 29.9 kg/m 2 y son obesas aquellas que tienen un IMC >30 kg/m 2 .
Un criterio adicional de obesidad relacionado con un mayor riesgo para la salud es la cantidad de grasa abdominal. La distribución central de la grasa puede ser incluso mĆ”s crĆtica que la grasa total como factor de riesgo de enfermedades crónico-degenerativas.
EstĆ” muy relacionada con una mayor prevalencia de intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina, aumento de presión arterial y aumento de lĆpidos sanguĆneos.
El Ćndice antropomĆ©trico que valora la distribución de la grasa es la relación circunferencia de cintura/circunferencia de cadera (RCC) .
Una cifra alta, generalmente mĆ”s frecuente en los hombres, refleja una obesidad androide o central con un depósito de grasa preferentemente en el abdomen y en la parte alta del cuerpo y puede suponer mayor riesgo para la salud.Una cifra baja, mĆ”s caracterĆstica de las mujeres, refleja depósitos de grasa perifĆ©ricos en las caderas y muslos, de tipo ginoide.
La circunferencia de cintura se usa tambiƩn como una medida indirecta de la grasa abdominal y se recomienda su uso, junto con el IMC, para predecir el riesgo. Una circunferencia de cintura de mƔs de 88 cm para mujeres y de mƔs de 102 cm para hombres indica un elevado riesgo.
La obesidad puede considerase como una enfermedad crónica de complicada naturaleza, que afecta a un porcentaje considerable de la población. Es un factor de riesgo en la enfermedad cardiovascular, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y en ciertos tipos de cĆ”ncer. De hecho, la reducción de peso da lugar a una importante mejora en la diabetes, en los lĆpidos sanguĆneos y en la sensación general de bienestar. Para muchas personas es ademĆ”s una cuestión estĆ©tica que puede dar lugar a problemas psĆquicos y sociales.
Posibles beneficios de una pƩrdida de peso de unos 10 kg (Truswell, 1999):
Presión arterial
- disminución de 10 mmHg en la sistólica
- disminución de 20 mmHg en la diastólica
Diabetes
- reducción de los niveles de glucosa en ayunas aproximadamente a la mitad
LĆpidos plasmĆ”ticos
- reducción de un 10% en el colesterol total
- reducción de un 15% en el colesterol-LDL
- reducción de un 30% de los triglicéridos
- aumento en un 8% en el colesterol-HDL
Mortalidad
- Disminución de mÔs de un 20% en la mortalidad total
La etiologĆa de la obesidad es multifactorial, pero parece estar, al menos parcialmente, mediada a travĆ©s de mecanismos genĆ©ticos. Se sabe que influyen en su desarrollo y mantenimiento diversos factores ambientales, metabólicos, bioquĆmicos, psĆquicos, sociales, culturales y fisiológicos.
En la mayorĆa de los casos, es el resultado de un balance positivo de energĆa, es decir, de una mayor ingesta calórica con respecto al gasto diario. La evidencia mĆ”s fuerte indica que la prevalencia de obesidad ha aumentado como consecuencia de una disminución del gasto energĆ©tico (menor actividad fĆsica) que no se ha compensado por una reducción equivalente en la ingesta de alimentos. Variaciones pequeƱas y a corto plazo de la ingesta calórica son compatibles con el mantenimiento del peso.
Puesto que la ingesta dietĆ©tica y la actividad fĆsica -dos de las causas modificables de la obesidad- son los mayores contribuyentes, los principales objetivos del tratamiento irĆ”n encaminados a marcar unas pautas dietĆ©ticas y de actividad fĆsica que permitan reducir y mantener el peso.
El verdadero éxito del tratamiento de la obesidad se logra cambiando definitivamente los hÔbitos alimentarios y de vida y cuanto antes mejor. Como en muchas otras enfermedades, especialmente las relacionadas con la dieta, en la obesidad es fundamental la prevención y ésta debe comenzar desde la primera infancia. Un niño de mÔs de 4 años con sobrepeso tiene muchas mÔs probabilidades de ser obeso en la edad adulta.
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