La regeneración de órganos y tejidos dañados ha sido durante mucho tiempo el sueño de los biólogos e investigadores médicos con visión so...
La regeneración de órganos y tejidos dañados ha sido durante mucho tiempo el sueño de los biólogos e investigadores médicos con visión sobre el futuro. Pero no fue hasta que los avances en la tecnología de células madre en la década de 1990 que ese sueño se hizo realidad.
Las células madre tienen un papel único en la fisiología del ser humano debido a todavía no se han diferenciado un tipo de célula madura específica. Dependiendo de las señales y estímulos ambientales que reciben, las células madre pueden diferenciarse en hueso, tejido del corazón, o incluso neuronas. Señales de hormonas, como la insulina, pueden hacer que las células madre se conviertan en adipocitos – células de grasa, lo que puede ayudar a explicar por qué las personas resistentes a la insulina pueden ganar masa corporal tan fácilmente.
Actualmente, hay dos métodos por los cuales uno puede someterse a terapia de células madre: exógena y endógena. Terapias exógenas se basan en células madre obtenidas de cualquiera tipo de tejidos no embrionarios (células somáticas adultas) o embrionarias siendo este último responsable en gran parte de la controversia en los primeros años. Una vez recolectadas, las células madre se cultivan en el laboratorio, ampliado en número, y se acondiciona antes de la implantación de nuevo en el individuo. Clínicas de células madre en todo el mundo ofrecen protocolos de tratamiento para la regeneración de órganos seleccionados, como el corazón o el hígado y enfermedades como la diabetes y enfermedades del corazón.
El rol de NASA
En la década de 1980, los científicos de la NASA se interesaron mucho en la terapia de células madre para contrarrestar la potencial de pérdida ósea resultante del periodo prolongado en el espacio. Sin embargo, como los experimentos con células madre procedieron a bordo del transbordador espacial, se observó una anomalía muy curiosa . Bajo la dirección del Dr. David Wolf, Jefe de astronautas, observó que las células madre crecen más dramáticamente cuando el transportador espacial se encuentra sobre las regiones polares de la Tierra en lugar de sobre las regiones ecuatoriales. Un análisis más detallado de los medios de cultivo mostró que también se produjo un mayor número de factores de crecimiento de tejidos naturales, tales como el factor de crecimiento endotelial que proporciona la reparación de tejidos mejorada y reducción de inflamación.
La teoría es que se trata de un efecto de los campos electromagnéticos únicos a las regiones polares, los investigadores trataron de duplicar las mismas condiciones en el laboratorio. El dr. Donnie Rudd de Sugar Land, Texas, uno de los tres investigadores de este proyecto afirmó: “Estamos sorprendidos por las características inusuales del campo electromagnético necesario para reproducir los resultados del transbordador. Esperábamos una onda sinusoidal natural, pero se encontró exactamente que lo contrario era cierto. Sin los datos de los experimentos del transbordador nunca nos habríamos dado cuenta. ”
Después de 10 años de investigación, la proliferación de células madre in vivo utilizando campos electromagnéticos se convirtió en una realidad. Los estudios en animales han demostrado estos campos fueron capaces de regenerar completamente hueso extirpado quirúrgicamente de la pierna en 30 días. Estudios termográficos y de retroalimentación clínica por veterinarios demostraron que tanto el dolor y la inflamación se redujo rápidamente en los tejidos blandos y duros. El dr. Rudd añadió: “A pesar de encontrar la forma de onda precisa demostrado ser un reto, poder ampliar las células madre del paciente de forma no invasiva elimina el riesgo de infecciones y proporciona a los médicos un modelo terapéutico más simple”.
Epigenética y sinergia de la naturaleza
Aunque los resultados de las terapias con células madre pueden ser impresionantes, sólo podemos profundizar nuestra apreciación de la importancia de cuidar el entorno en el que estas células regenerativas se colocan. Independientemente de que método elige de terapia, uno debe recordar que las células madre se diferencian basan en señales procedentes de su entorno, que se ven afectada por el estado nutricional, toxinas, estrés, la interacción de glucosa y de insulina, y presumiblemente de fragmentos de genes extraños introducidos por los alimentos transgénicos. Esto representa la esencia del modelo epigenético, donde el medio ambiente influye la expresión genética. Claramente, una nueva frontera espera pero al final podemos encontrar que nuestro mayor éxito se debe a nuestro uso racional de los principios de la sinergia de la naturaleza.
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