Una abuela cura su enfermedad de Crohn al comer la corteza en polvo de un árbol

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria que afecta aproximadamente a 500,000 personas en los Estados Unidos. A pes...

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria que afecta aproximadamente a 500,000 personas en los Estados Unidos. A pesar de que se considera incurable por los médicos convencionales, que recomiendan el tratamiento con numerosos medicamentos anti-inflamatorios como la mesalamina y corticosteroides, la enfermedad de Crohn ha respondido bien a los tratamientos naturales como el jugo de aloe vera y Boswellia serrata. Una abuela del Reino Unido ha descubierto una cura natural igualmente potente para esta enfermedad deliberante: La corteza molida en polvo fino de un pino.

Marlene Barnes, de 72 años, de Gales fue una de las 90,000 personas en el Reino Unido que sufrían con la enfermedad de Crohn. Diagnosticada con la enfermedad a la edad de 14, la ex oficial de la Royal Air Force incluso tuvo parte de su intestino grueso removido para disminuir el dolor.

Frustrada al empeorar su condición, la Sra. Barnes buscó en la medicina alternativa para obtener ayuda. Inicialmente, comenzó a experimentar con la corteza de los árboles de sus parques locales y admitió que a menudo estuvo cerca de envenenarse a sí misma:

“La primera corteza que traté vino de un avellano - sentía como una docena de hurones  dentro de mi estómago teniendo una pelea“ dijo. “Pensé que iba a la morgue en un corto momento. Entonces empecé a sentirme mejor, mucho mejor de lo que me sentía en mucho tiempo y pensé que debe haber algo en la corteza. Traté mucho de los árboles hasta que encontré cuáles eran las curas milagrosas reales. La mayoría tienen un sabor a madera, pero no desagradable aunque algunos son un poco amargos.“

Ahora consume 120 ml de corteza de pino molida diariamente y la enfermedad de Crohn de la Sra. Barnes ha desaparecido por completo. Una carta de su gastroenterólogo confirmó que “las investigaciones recientes no han mostrado evidencia de enfermedad activa.”

“La corteza me ha cambiado la calidad de vida - lo único que lamento es no haberlo descubierto que antes”, concluyó.

Los beneficios de la corteza de los árboles son bien conocidos

Si bien la historia de la Sra. Barnes es inspiradora, contiene un epílogo desalentador: Ella se niega a nombrar la especie de árbol cuya corteza produce los mejores efectos, prefiriendo sacar provecho de sus hallazgos con la venta de la receta a una gran empresa farmacéutica.

Sin embargo, mientras que la receta la Sra. Barnes podría ser único, la idea de utilizar la corteza de árbol para tratar afecciones inflamatorias no lo es. Posiblemente la más eficaz y mejor conocida de estos tratamientos es la corteza del olmo resbaladizo, se ha demostrado que cura los síntomas del síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Otra excelente corteza con propiedades anti-inflamatorias es la del árbol de pino, que produce compuestos (incluidos los compuestos fenólicos) que pueden curar dolor en las articulaciones, la artritis y más condiciones autoinmunes. En efecto, si la Sra. Barnes hubiera leído la literatura antes de experimentar, podría haber ahorrado una gran cantidad de tiempo. A pesar de su ignorancia de la naturaleza de corporaciones farmacéuticas, al menos su historia podría obligar a otros a considerar curas alternativas a las llamadas enfermedades “incurables.”