Es sabido que desde hace unos años atrás hasta el día de hoy, el estilo de vida culturista o, utilizando un término mas comercial, fitness, ...
Es sabido que desde hace unos años atrás hasta el día de hoy, el estilo de vida culturista o, utilizando un término mas comercial, fitness, está en pleno apogeo.
Son muchas las personas que de un modo u otro, frecuentan diariamente los gimnasios e instalaciones deportivas con la intención de practicar esta popular modalidad.
No obstante, no es suficiente acudir de forma habitual al gimnasio para poder decir en voz alta que se lleva un estilo de vida fitness. Existen otros factores determinantes además del entrenamiento regular, como son:
- Un cuidado plan de alimentación, que puede ir o no, unido a una correcta suplementación.
- La actividad cardiovascular que puede realizarse en el ámbito del gimnasio o al margen de éste, bien al aire libre o en otro tipo de instalaciones.
- Y otros hábitos como el descanso necesario para poder desarrollar todas esas actividades con la energía necesaria para poder compaginarlas con la vida laboral, social, etc., es decir, con el “día a día”.
Es después de semejante planteamiento, cuando muchos individuos adoptan una terminología negativista e incurren en el error de buscar todo tipo de justificaciones para no llevar a cabo esas tareas tan importantes. El buen tiempo ya ha pasado, y no sienten la necesidad de lucir su piel al sol con la misma urgencia que antes, lo cual hace que cualquier excusa sea buena para no tomarse en serio ese estilo de vida del que hablábamos. Vais a permitirme que os dé algunas sugerencias para conseguir vuestro nuevo propósito de año nuevo, que no es otro que el de estar y sentirse en forma durante todo el año, no sólo en la época estival.
Recomendaciones:
1. La preparación mental es lo primero que debéis trabajar. Si no creéis en vosotros mismos y no os mentalizáis de que sois capaces de hacerlo, entonces tendréis la guerra perdida de antemano, incluso antes de librar la primera de las batallas. Recordad que… “no existen cosas imposibles, sólo personas incapaces”.
Si estáis convencidos de que queréis seguir adelante, continuemos. De lo contrario no será necesario que sigáis leyendo.
2. ¡Bien! Me alegro de reencontrarme con vosotros. Ahora tendréis que elegir un gimnasio que se adecue a vuestras necesidades. El mejor no es siempre el más “bonito”, ni tampoco el que está más de moda, ni siquiera el que tiene el equipamiento más tecnológico. Es importante que se trate de un lugar que esté cerca de casa o del trabajo y al cual os resulte relativamente cómodo y fácil acceder.
Los aparatos de musculación, aunque no sean los mejores del mercado, tienen que estar en buenas condiciones y que además os permitan trabajar todo el cuerpo sin excepción. Del mismo modo prestaréis una especial atención también a la maquinaria cardiovascular. El horario deberá ser lo suficientemente flexible y amplio para que pueda adecuarse a vuestra particular agenda diaria. Y si con todo ello encontráis además un ambiente acogedor, tened por seguro que habréis dado con vuestro gimnasio.
3. Nutrición. Este es uno de los pilares básicos del estilo de vida fitness que no hay que dejar de lado. Si bien es cierto que entrenando a diario podéis llegar a encontraros en un estado de forma física aceptable, sino prestáis la debida atención a todo aquello que ingerís a diario, no obtendréis el máximo partido de los esfuerzos realizados en el gimnasio. En realidad somos lo que comemos, y en este caso no os estoy hablando de una programación nutricional enfocada a la competición. Simplemente quiero referirme al hecho de realizar un plan de cinco comidas diarias, en las que no falten todos los nutrientes necesarios, y además tener cuidado de que tampoco sobren, máxime si vuestra intención es controlar o reducir el peso corporal. Un ejemplo de dieta tipo podría ser algo tan sencillo como:
- Desayuno: Cereales con zumo de fruta natural, y una tortilla de claras con una sola yema.
- Media mañana: Un sándwich de pan integral con fiambre de pavo, y un yogur o una pieza de fruta.
- Comida: Arroz, pasta o patatas, con carne magra de ternera a la plancha y verduras al vapor.
- Media tarde: Un sándwich de pan integral con atún al natural, y un yogur o una pieza de fruta.
- Cena: Pescado blanco hervido o a la plancha, y ensalada verde aliñada.
Como veis se trata de un menú muy sencillo y fácil de preparar. Y no olvidéis la necesidad de beber al menos tres litros de agua al día para optimizar todos los procesos biológicos del organismo.
4. Estoy convencido de que cuando os hablo de nutrición, lo primero que pensáis es que no disponéis de tanto tiempo para cocinar y mucho menos para sentaros a comer. Es otra excusa, simplemente. ¡Por supuesto que puede hacerse! Aunque para ello será necesario que organicéis tanto el tiempo que dedicáis a comprar los alimentos, como el que usáis para prepararlos e ingerirlos. Es por eso que mi consejo es que siempre que podáis preparéis la comida la noche anterior, de tal forma que al levantaros podáis asearos, desayunar con absoluta tranquilidad, y comenzar vuestra jornada diaria.
5. Es también en este punto donde la suplementación (no imprescindible, pero sí aconsejable) puede ayudaros a rentabilizar vuestro tiempo. Un buen complejo multivitamínico y algunos batidos de proteína resultan casi imprescindibles, ya que éstos últimos pueden llegar a sustituir alguna de esas cinco ingestas recomendadas y proporcionaros además la posibilidad de disminuir el tiempo destinado a las labores de la cocina.
Si con todas las sugerencias aquí expuestas, seguís convencidos de que no disponéis del tiempo necesario, entonces es que probablemente algo habrá fallado en el primer punto, el número uno, y vuestro anhelo por mejorar el aspecto físico y la condición general no es tan fuerte como en realidad pensabais.
De todos modos, espero de corazón haberos proporcionado otro punto de vista sobre como compaginar el estilo de vida culturista o fitness con el “día a día” y que además, con todo ello, podáis llegaros a sentir mucho mejor, no sólo por fuera sino por dentro.
Son muchas las personas que de un modo u otro, frecuentan diariamente los gimnasios e instalaciones deportivas con la intención de practicar esta popular modalidad.
No obstante, no es suficiente acudir de forma habitual al gimnasio para poder decir en voz alta que se lleva un estilo de vida fitness. Existen otros factores determinantes además del entrenamiento regular, como son:
- Un cuidado plan de alimentación, que puede ir o no, unido a una correcta suplementación.
- La actividad cardiovascular que puede realizarse en el ámbito del gimnasio o al margen de éste, bien al aire libre o en otro tipo de instalaciones.
- Y otros hábitos como el descanso necesario para poder desarrollar todas esas actividades con la energía necesaria para poder compaginarlas con la vida laboral, social, etc., es decir, con el “día a día”.
Es después de semejante planteamiento, cuando muchos individuos adoptan una terminología negativista e incurren en el error de buscar todo tipo de justificaciones para no llevar a cabo esas tareas tan importantes. El buen tiempo ya ha pasado, y no sienten la necesidad de lucir su piel al sol con la misma urgencia que antes, lo cual hace que cualquier excusa sea buena para no tomarse en serio ese estilo de vida del que hablábamos. Vais a permitirme que os dé algunas sugerencias para conseguir vuestro nuevo propósito de año nuevo, que no es otro que el de estar y sentirse en forma durante todo el año, no sólo en la época estival.
Recomendaciones:
1. La preparación mental es lo primero que debéis trabajar. Si no creéis en vosotros mismos y no os mentalizáis de que sois capaces de hacerlo, entonces tendréis la guerra perdida de antemano, incluso antes de librar la primera de las batallas. Recordad que… “no existen cosas imposibles, sólo personas incapaces”.
Si estáis convencidos de que queréis seguir adelante, continuemos. De lo contrario no será necesario que sigáis leyendo.
2. ¡Bien! Me alegro de reencontrarme con vosotros. Ahora tendréis que elegir un gimnasio que se adecue a vuestras necesidades. El mejor no es siempre el más “bonito”, ni tampoco el que está más de moda, ni siquiera el que tiene el equipamiento más tecnológico. Es importante que se trate de un lugar que esté cerca de casa o del trabajo y al cual os resulte relativamente cómodo y fácil acceder.
Los aparatos de musculación, aunque no sean los mejores del mercado, tienen que estar en buenas condiciones y que además os permitan trabajar todo el cuerpo sin excepción. Del mismo modo prestaréis una especial atención también a la maquinaria cardiovascular. El horario deberá ser lo suficientemente flexible y amplio para que pueda adecuarse a vuestra particular agenda diaria. Y si con todo ello encontráis además un ambiente acogedor, tened por seguro que habréis dado con vuestro gimnasio.
3. Nutrición. Este es uno de los pilares básicos del estilo de vida fitness que no hay que dejar de lado. Si bien es cierto que entrenando a diario podéis llegar a encontraros en un estado de forma física aceptable, sino prestáis la debida atención a todo aquello que ingerís a diario, no obtendréis el máximo partido de los esfuerzos realizados en el gimnasio. En realidad somos lo que comemos, y en este caso no os estoy hablando de una programación nutricional enfocada a la competición. Simplemente quiero referirme al hecho de realizar un plan de cinco comidas diarias, en las que no falten todos los nutrientes necesarios, y además tener cuidado de que tampoco sobren, máxime si vuestra intención es controlar o reducir el peso corporal. Un ejemplo de dieta tipo podría ser algo tan sencillo como:
- Desayuno: Cereales con zumo de fruta natural, y una tortilla de claras con una sola yema.
- Media mañana: Un sándwich de pan integral con fiambre de pavo, y un yogur o una pieza de fruta.
- Comida: Arroz, pasta o patatas, con carne magra de ternera a la plancha y verduras al vapor.
- Media tarde: Un sándwich de pan integral con atún al natural, y un yogur o una pieza de fruta.
- Cena: Pescado blanco hervido o a la plancha, y ensalada verde aliñada.
Como veis se trata de un menú muy sencillo y fácil de preparar. Y no olvidéis la necesidad de beber al menos tres litros de agua al día para optimizar todos los procesos biológicos del organismo.
4. Estoy convencido de que cuando os hablo de nutrición, lo primero que pensáis es que no disponéis de tanto tiempo para cocinar y mucho menos para sentaros a comer. Es otra excusa, simplemente. ¡Por supuesto que puede hacerse! Aunque para ello será necesario que organicéis tanto el tiempo que dedicáis a comprar los alimentos, como el que usáis para prepararlos e ingerirlos. Es por eso que mi consejo es que siempre que podáis preparéis la comida la noche anterior, de tal forma que al levantaros podáis asearos, desayunar con absoluta tranquilidad, y comenzar vuestra jornada diaria.
5. Es también en este punto donde la suplementación (no imprescindible, pero sí aconsejable) puede ayudaros a rentabilizar vuestro tiempo. Un buen complejo multivitamínico y algunos batidos de proteína resultan casi imprescindibles, ya que éstos últimos pueden llegar a sustituir alguna de esas cinco ingestas recomendadas y proporcionaros además la posibilidad de disminuir el tiempo destinado a las labores de la cocina.
Si con todas las sugerencias aquí expuestas, seguís convencidos de que no disponéis del tiempo necesario, entonces es que probablemente algo habrá fallado en el primer punto, el número uno, y vuestro anhelo por mejorar el aspecto físico y la condición general no es tan fuerte como en realidad pensabais.
De todos modos, espero de corazón haberos proporcionado otro punto de vista sobre como compaginar el estilo de vida culturista o fitness con el “día a día” y que además, con todo ello, podáis llegaros a sentir mucho mejor, no sólo por fuera sino por dentro.
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