Frecuentemente se cree que cuanta más peso se levanta y por ende, menos repeticiones se realizan, se fomenta el desarrollar muscular. No obs...
Frecuentemente se cree que cuanta más peso se levanta y por ende, menos repeticiones se realizan, se fomenta el desarrollar muscular. No obstante, si bien ésta técnica funciona para lograr hipertrofia, es posible que los músculos crezcan con muchas repeticiones y menos carga.
Es decir, para que el músculos aumente en su tamaño y crezca tiene que existir un estímulo y ésto se logra sobrecargándolo, por eso, siempre se habla de mayor peso posible y menos repeticiones. Pero para que el estímulo cause el efecto deseado, siempre se necesita del proceso de recuperación y los sustratos adecuados para que el crecimiento tenga lugar.
Entonces, después de un estímulo el músculo responde regenerándose y creciendo, para lo cual necesita de los nutrientes necesarios que sólo la irrigación sanguínea puede aportar.
Para que la sangre llegue con facilidad al músculo tras el estímulo dado, es conveniente reducir el peso e incrementar el número de repeticiones, de esta forma, la vascularización y oxigenación del músculo es mayor y éste, logra las condiciones adecuadas para desarrollarse.
Entonces, si bien las altas repeticiones no tienen la resistencia y el estímulo suficiente para fomentar el crecimiento muscular, son necesarias para que el músculo responda, se recupere, se regenere y crezca.
Por lo tanto, es posible hacer uso de las altas repeticiones después de utilizar cargas máximas y pocas repeticiones, esto sería una especie de pirámide invertida, en dónde se comienza por la cúspide, ejercitando con mucha carga y poca repetición, para luego ir incrementando las repeticiones al mismo tiempo que reducimos el peso.
Con éste método, no sólo provocamos el estímulo suficiente para el desarrollo muscular, sino que después damos lugar a una correcta irrigación sanguínea para favorecer la hipertrofia.
Asimismo, puede hacerse uso de un peso moderado, es decir ni muy ligero ni la carga máxima que nos permita realizar muchas repeticiones. De esta forma, aportamos un estímulo no tan eficiente como son los pesos máximos, pero es igual de importante porque permite la adecuada vascularización de los músculos.
De lo contrario, podemos realizar primero unas cuantas repeticiones con poco peso y progresar descendiendo las repeticiones y aumentando la carga usada. Así, primero se elevará la densidad capilar de la zona involucrada, creando un buen entorno para el crecimiento muscular y después, con mayor peso, estimulamos al músculo para que comience su proceso de recuperación, se regenere y crezca de manera óptima.
Generalmente, cuando hablamos de altas repeticiones, hacemos referencia a 10, 12 o más, en cambio, cuando hablamos de cargas máximas, no se suelen superar las 5 o 6, debido al alto peso.
Por supuesto, para que el crecimiento muscular tenga lugar, no sólo hace falta un estímulo, sino las condiciones adecuadas que permitan dicho proceso, para ésto, no sólo es importante la correcta irrigación sanguínea, sino también, la alimentación, el descanso entre entrenamientos y las técnicas usadas en cada uno de ellos.
Es decir, para que el músculos aumente en su tamaño y crezca tiene que existir un estímulo y ésto se logra sobrecargándolo, por eso, siempre se habla de mayor peso posible y menos repeticiones. Pero para que el estímulo cause el efecto deseado, siempre se necesita del proceso de recuperación y los sustratos adecuados para que el crecimiento tenga lugar.
Entonces, después de un estímulo el músculo responde regenerándose y creciendo, para lo cual necesita de los nutrientes necesarios que sólo la irrigación sanguínea puede aportar.
Para que la sangre llegue con facilidad al músculo tras el estímulo dado, es conveniente reducir el peso e incrementar el número de repeticiones, de esta forma, la vascularización y oxigenación del músculo es mayor y éste, logra las condiciones adecuadas para desarrollarse.
Entonces, si bien las altas repeticiones no tienen la resistencia y el estímulo suficiente para fomentar el crecimiento muscular, son necesarias para que el músculo responda, se recupere, se regenere y crezca.
Por lo tanto, es posible hacer uso de las altas repeticiones después de utilizar cargas máximas y pocas repeticiones, esto sería una especie de pirámide invertida, en dónde se comienza por la cúspide, ejercitando con mucha carga y poca repetición, para luego ir incrementando las repeticiones al mismo tiempo que reducimos el peso.
Con éste método, no sólo provocamos el estímulo suficiente para el desarrollo muscular, sino que después damos lugar a una correcta irrigación sanguínea para favorecer la hipertrofia.
Asimismo, puede hacerse uso de un peso moderado, es decir ni muy ligero ni la carga máxima que nos permita realizar muchas repeticiones. De esta forma, aportamos un estímulo no tan eficiente como son los pesos máximos, pero es igual de importante porque permite la adecuada vascularización de los músculos.
De lo contrario, podemos realizar primero unas cuantas repeticiones con poco peso y progresar descendiendo las repeticiones y aumentando la carga usada. Así, primero se elevará la densidad capilar de la zona involucrada, creando un buen entorno para el crecimiento muscular y después, con mayor peso, estimulamos al músculo para que comience su proceso de recuperación, se regenere y crezca de manera óptima.
Generalmente, cuando hablamos de altas repeticiones, hacemos referencia a 10, 12 o más, en cambio, cuando hablamos de cargas máximas, no se suelen superar las 5 o 6, debido al alto peso.
Por supuesto, para que el crecimiento muscular tenga lugar, no sólo hace falta un estímulo, sino las condiciones adecuadas que permitan dicho proceso, para ésto, no sólo es importante la correcta irrigación sanguínea, sino también, la alimentación, el descanso entre entrenamientos y las técnicas usadas en cada uno de ellos.
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