Trece años sin ir a la playa o a la piscina para que no le vean como un 'chulo', más de veinte entrenando, varios meses comiendo 2.8...
Trece años sin ir a la playa o a la piscina para que no le vean como un 'chulo', más de veinte entrenando, varios meses comiendo 2.800 gramos diarios de pechuga de pollo seca y una voluntad de hierro. El sacrificio de toda una vida que, hace sólo dos semanas, sirvió para cumplir un sueño
El pasado 15 de noviembre, tras haber superado una criba entre otros 120 campeones nacionales, el argentino (afincado en Navarra desde hace 10 años) Leonardo Carballo fue elegido, en la localidad polaca de Byalistock, campeón mundial de fisioculturismo. Con lágrimas en los ojos, recibió el título que reconoce su inmenso trabajo, su dedicación y su entrega. Aún con ese brillo especial en la mirada, Carballo nos abre las puertas de su vida en el gimnasio del que es dueño, el Olympia.
¿Esperaba ganar el Campeonato del Mundo?
¡No! (ríe) Bueno, en este último mes competí dos veces, en el Campeonato de España en categoría absoluta -que gané, aunque ese sí esperaba ganarlo-, y luego me llamaron para ir al Campeonato del Mundo en Polonia, y ahí participan 120 países. Piensa que cada país tiene su campeón nacional, imagínate qué voy a pretender. Además, era el primer Mundial que hacía... Es más, el sábado me seleccionaron entre los seis mejores, y en cuanto me lo dijeron ya estaba llorando de emoción. Yo soy bastante humilde, así que prefiero ir de perdedor, preparado para no ganar. El simple hecho de estar en un Mundial, eso ya es un éxito tremendo. Así que me puse a llamar a mi madre, a la gente querida, para decirles, pero estaba tan emocionado que no paraba de llorar. Así que el domingo, cuando dijeron que el campeón era yo me arrodillé en el escenario, llorando.
Explíqueme la diferencia entre ser Campeón del Mundo y Mr. Olympia, como lo fue Arnold Schwarzenegger.
Para empezar, para acceder a Mr. Olympia hay que subir más peso, y eso es realmente peligroso. Básicamente, si hacemos analogía con el baloncesto, diríamos que la NBA sería el equivalente a Mr. Olympia, mientras que lo que he conseguido yo, ser campeón del mundo, es lo mismo, más o menos, que ser campeón olímpico. Sin embargo, piensa que la NBA está un puntito por encima...
¿Qué piensa de la relación que hay entre el culturismo y el fisioculturismo y los anabolizantes, esteroides, etc.?
Hay mucho anabolizante de por medio, pero cuando llegas a cierto nivel, cuando llegas a un Mundial, tienes que estar muy controlado. La gente te mira y piensa que estás todo anabólico, ¡y no es así! Hay controles antidopaje, y si das positivo, te quitan el título de campeón, sales en todos los diarios de muy mala manera, te ponen una multa de 1.000 a 1.500 euros, además te llevan a la Policía... No te van a encarcelar, pero tienes que decir dónde conseguiste las cosas, cómo, etc. Igual que en el ciclismo, y el marrón en el que te metes es tan grande...
Sin embargo, resulta complicado creer que se pueda llegar a lucir ese cuerpo sin tomar sustancias.
La gente siempre tiende a pensar lo más fácil, cree que se va a poner inyecciones y va a estar como yo, y está claro que eso no es así. De hecho, yo llevo veinte años entrenando. La gran mayoría, después de trabajar, se va a su casa a tirarse en el sofá, mientras se toma una cerveza y una bolsa de Cheetos. En cambio, yo me voy a casa y me como una pechuga de pollo seca, con un vaso de agua, me subo encima de la bici y veo en la tele lo mismo que está viendo el tipo de los Cheetos, sólo que yo sigo haciendo bici durante una hora más, y él está tirado en su sofá. Además, estoy mi hora de entrenamiento diario, aparte de la bici o de la cinta de correr. Eso, todos los días durante muchos años. Además, tomas suplementos proteínicos, te cuidas mucho. Pero ellos, eso no lo ven.
¿Hasta qué punto afecta la genética al desarrollo muscular?
Mucho, muchísimo. Te pongo un ejemplo: hay gente que viene al gimnasio y luego come comida basura todos los días, sin excepción, y sin embargo tienen los abdominales muy marcados. Hay otra gente que toma dos vasos de agua o que mira un bollo y engorda. Eso es genética pura, el metabolismo. Fíjate en Messi: nosotros podemos jugar ocho horas al día durante toda nuestra vida, que jamás jugaremos como él. No importa que él sólo entrene una hora a la semana, no llegarás nunca a jugar como él.
¿Cree que algún día podría pasarle factura el hacer tanto deporte?
Mira, yo en mi vida he hecho de todo. He tenido vida buena y vida mala. Yo he sido portero de discoteca durante diez años. Imagínate qué tipo de vida he llevado en ese tiempo... He tenido mucha fiesta en mi vida. Ahora, la gente me mira y dice: "fíjate, ese tipo no va a durar mucho". Pues bien, yo he estado en el lado de la fiesta -con mucha fiesta-, y en el lado del deporte -con mucho deporte-. Te puedo asegurar que durarás muchísimo menos en el mundo de la fiesta... A ver, cualquier deporte, llevado a la élite, es malo. Hacer pesas es bueno, porque endureces y fortaleces los músculos. A mi nivel, estás forzando muchísimo la máquina. Lógicamente, yo no voy a estar a este nivel toda mi vida, porque es como estar borracho todo el día. Pero ¿quién me quita a donde he llegado? Toda esa gente que se pega cuarenta años fumando, bebiendo, emporrándose en los bares, cuando lleguemos a los sesenta años, estarán peor que yo. Y si yo llego también mal, me alegraré al pensar que yo he llegado a una meta a la que ellos no han llegado, a mi meta. ¿Cuál es la suya? Hay muchos que critican a la gente que va al gimnasio, y luego son esos mismos los que se apuntan al gimnasio en verano para lucir un bonito cuerpo en la playa o en la piscina, pero la diferencia es que ellos empiezan la dieta el lunes y la abandonan el martes. Como no tienen la suficiente voluntad, lo único que hacen es despotricar contra los que sí consiguieron tenerla y llegaron más lejos que ellos.
¿Cumples el proverbio "mens sana in corpore sano"?
Hay mucha gente por la calle que sólo hace pesas por lucir musculitos, para luego ir a la playa o a la piscina, y pienso: "¡pero mira qué bobo!". Yo llevo trece años sin ir a la playa ni a la piscina para que no me miren. No me gusta dar esa apariencia de chulo de playa. No es lo mismo que tú estés sin camiseta a que lo esté yo, porque si yo estoy sin camiseta, yo soy el chulo, ¡aunque no quiera! No voy porque no quiero que la gente piense que voy por presumir, por lucir. Ayer mismo vino la ETB 2 a pedirme que hiciera ejercicios y me luciera mientras me grababan. Les dije que no, y me dijeron que la gente quería ver carne, que así no podría haber ninguna entrevista. Les respondí que, si querían ver carne, que fueran a una charcutería. Yo me quito la ropa para que el jurado me diga si soy el mejor del mundo, o no. Es más, tengo dos tatuajes en la espalda, y mi madre estuvo diez años sin vérmelos, porque no me gusta mostrarme ni en mi casa, no quiero que me vea ni mi madre. Además, verme sin camiseta suele ser algo bastante impactante. Y sobre lo de si cultivo mi mente, te diré que estudié tres años de psicología en la facultad, aunque no llegué a licenciarme, pero creo que tengo un nivel cultural bastante alto, leo mucho... Lógicamente, soy nutricionista, así que leo más de nutrición, porque es mi trabajo.
¿Tiene el cuerpo de sus sueños?
Vaya pregunta... (ríe) He cumplido el sueño de mi vida, pero aún no tengo el cuerpo de mis sueños. Creo que cuando piensas que ya tienes lo que querías, te estancas y ya no avanzas. Además, es muy difícil estar conforme con lo que tienes, siempre quieres tener un poquito más. Cuando lo tienes, quieres otro poquito más... Tener este cuerpo no era mi sueño. Nadie empieza a entrenar para ser campeón del mundo. Es como si tú piensas ahora en ser el director del DIARIO DE NOTICIAS: pensarás en ser el director cuando llegues a ser subdirector, no antes. Vas paso a paso, no llegas aquí de repente. Si alguien viene y me dice que quiere ser campeón del mundo, le digo: "anda ya, vete que estás muy loco".
¿Realmente hace falta hacer 2.000 repeticiones para tener los abdominales de Aznar?
(Ríe) ¡No! Ahí también hay un componente genético importante. Piensa que yo sólo hago una vez abdominales por semana. La creencia común es que, para hacer abdominales, hay que hacer muchísimas repeticiones, pero para quemar la grasa no hace falta eso. En realidad, sólo hace falta una dieta y el ejercicio sano.
¿Le atraen las mujeres musculadas?
No, no, en absoluto. El físico de la mujer no me interesa. En una mujer, lo que quiero es que sea compañera, y si se puede muy femenina, pero sobre todo, compañera. Yo he hecho sufrir bastante, porque vivir con un culturista es complicado, es un tipo de vida que pone nervioso/a. Piensa que comer pechuga de pollo y agua cinco veces al día, acabas muy mal. He hecho sufrir a mucha gente por cumplir un sueño. Quiero pedirles perdón por eso, y ellos saben de quién hablo. Lo que pasa es que esto es tan egoísta que, si no cumples, no llegas a este nivel. El mayor agradecimiento es para mi madre y para mi hija, que son el mejor equipo. Fernando Alonso puede tener ser el mejor piloto y tener el mejor coche, que si va a boxes porque ha pinchado una rueda y su equipo tarda tres minutos en cambiársela... Yo me siento muy arropado por la gente que me rodea y que me quiere. De hecho, le digo a mi madre que si el egipcio que acabó segundo la hubiera tenido a ella de madre, yo hubiera acabado segundo.
¿Se considera usted adicto al gimnasio?
(Ríe) ¡No! ¡Para nada! Hay gente que sale del gimnasio y se va a un bar, y sólo hablan de pesas. Yo, cuando paso esa puerta, hablo de fútbol, de mi país, de salir de fiesta... No quiero hablar de esto. Paso horas aquí porque tengo que hacerlo, y si tengo que hablar de esto, hablo. Pero no soy adicto a esto, en absoluto.
¿Qué opina de los productos (tipo ventosas eléctricas, etc.) que sacan por TV, de madrugada, presentados por gente como Chuck Norris?
Sólo los veo para reírme. Creo que más de uno debería ir a juicio por eso. Me da mucha bronca (le enfada) que lo haga gente famosa. A mí me han ofrecido salir un par de veces en algunas revistas anunciando ciertos productos, y me he negado porque no quiero aprovechar mi imagen para eso. Es terrorífico cómo mienten a la gente. Claro, una vez que le han quitado el dinero a alguien, ya les da igual seguir, pero deberían ir a juicio. Con eso, lo único que hacen es llenar el bolsillo del que lo vende.
Hay un mito alrededor de los culturistas, que dice que no son tan fuertes como parecen, ¿son o no son tan fuertes?
En competición, no estamos tan fuertes como parecemos. Como nos quitamos toda la grasa, también perdemos fuerza. Mostramos el trabajo muscular que hemos hecho durante el resto del año, mientras hemos estado comiendo bien, y durante el resto de meses que no son competición, sí que somos tan fuertes como parecemos. En competición no se puede estar tan fuerte, porque al final llegas al límite.
¿Qué debo hacer para ponerme "cachas"?
Lo primero es mentalizarte. Estando en casa, en el sofá o saliendo del trabajo y yéndote al bar, así no se consigue nada. Es necesario dedicar tres días a la semana a hacer, por lo menos, una hora de ejercicio, y no poner excusas tontas. Hay que tener un poco de voluntad y constancia. Obviamente, hace falta tiempo. Lo más común es ver gente que se pasa once meses sin hacer nada y luego pretenden ponerse fuertes en un mes, y con un mes no haces nada. La dieta es lo esencial, por supuesto. Piensa que yo, en tres meses, adelgacé veinte kilos. Si lo que quieres es tener abdominales, olvídate de los 2.000 de Aznar, no hacen falta. ¡Haz una buena dieta!
El pasado 15 de noviembre, tras haber superado una criba entre otros 120 campeones nacionales, el argentino (afincado en Navarra desde hace 10 años) Leonardo Carballo fue elegido, en la localidad polaca de Byalistock, campeón mundial de fisioculturismo. Con lágrimas en los ojos, recibió el título que reconoce su inmenso trabajo, su dedicación y su entrega. Aún con ese brillo especial en la mirada, Carballo nos abre las puertas de su vida en el gimnasio del que es dueño, el Olympia.
¿Esperaba ganar el Campeonato del Mundo?
¡No! (ríe) Bueno, en este último mes competí dos veces, en el Campeonato de España en categoría absoluta -que gané, aunque ese sí esperaba ganarlo-, y luego me llamaron para ir al Campeonato del Mundo en Polonia, y ahí participan 120 países. Piensa que cada país tiene su campeón nacional, imagínate qué voy a pretender. Además, era el primer Mundial que hacía... Es más, el sábado me seleccionaron entre los seis mejores, y en cuanto me lo dijeron ya estaba llorando de emoción. Yo soy bastante humilde, así que prefiero ir de perdedor, preparado para no ganar. El simple hecho de estar en un Mundial, eso ya es un éxito tremendo. Así que me puse a llamar a mi madre, a la gente querida, para decirles, pero estaba tan emocionado que no paraba de llorar. Así que el domingo, cuando dijeron que el campeón era yo me arrodillé en el escenario, llorando.
Explíqueme la diferencia entre ser Campeón del Mundo y Mr. Olympia, como lo fue Arnold Schwarzenegger.
Para empezar, para acceder a Mr. Olympia hay que subir más peso, y eso es realmente peligroso. Básicamente, si hacemos analogía con el baloncesto, diríamos que la NBA sería el equivalente a Mr. Olympia, mientras que lo que he conseguido yo, ser campeón del mundo, es lo mismo, más o menos, que ser campeón olímpico. Sin embargo, piensa que la NBA está un puntito por encima...
¿Qué piensa de la relación que hay entre el culturismo y el fisioculturismo y los anabolizantes, esteroides, etc.?
Hay mucho anabolizante de por medio, pero cuando llegas a cierto nivel, cuando llegas a un Mundial, tienes que estar muy controlado. La gente te mira y piensa que estás todo anabólico, ¡y no es así! Hay controles antidopaje, y si das positivo, te quitan el título de campeón, sales en todos los diarios de muy mala manera, te ponen una multa de 1.000 a 1.500 euros, además te llevan a la Policía... No te van a encarcelar, pero tienes que decir dónde conseguiste las cosas, cómo, etc. Igual que en el ciclismo, y el marrón en el que te metes es tan grande...
Sin embargo, resulta complicado creer que se pueda llegar a lucir ese cuerpo sin tomar sustancias.
La gente siempre tiende a pensar lo más fácil, cree que se va a poner inyecciones y va a estar como yo, y está claro que eso no es así. De hecho, yo llevo veinte años entrenando. La gran mayoría, después de trabajar, se va a su casa a tirarse en el sofá, mientras se toma una cerveza y una bolsa de Cheetos. En cambio, yo me voy a casa y me como una pechuga de pollo seca, con un vaso de agua, me subo encima de la bici y veo en la tele lo mismo que está viendo el tipo de los Cheetos, sólo que yo sigo haciendo bici durante una hora más, y él está tirado en su sofá. Además, estoy mi hora de entrenamiento diario, aparte de la bici o de la cinta de correr. Eso, todos los días durante muchos años. Además, tomas suplementos proteínicos, te cuidas mucho. Pero ellos, eso no lo ven.
¿Hasta qué punto afecta la genética al desarrollo muscular?
Mucho, muchísimo. Te pongo un ejemplo: hay gente que viene al gimnasio y luego come comida basura todos los días, sin excepción, y sin embargo tienen los abdominales muy marcados. Hay otra gente que toma dos vasos de agua o que mira un bollo y engorda. Eso es genética pura, el metabolismo. Fíjate en Messi: nosotros podemos jugar ocho horas al día durante toda nuestra vida, que jamás jugaremos como él. No importa que él sólo entrene una hora a la semana, no llegarás nunca a jugar como él.
¿Cree que algún día podría pasarle factura el hacer tanto deporte?
Mira, yo en mi vida he hecho de todo. He tenido vida buena y vida mala. Yo he sido portero de discoteca durante diez años. Imagínate qué tipo de vida he llevado en ese tiempo... He tenido mucha fiesta en mi vida. Ahora, la gente me mira y dice: "fíjate, ese tipo no va a durar mucho". Pues bien, yo he estado en el lado de la fiesta -con mucha fiesta-, y en el lado del deporte -con mucho deporte-. Te puedo asegurar que durarás muchísimo menos en el mundo de la fiesta... A ver, cualquier deporte, llevado a la élite, es malo. Hacer pesas es bueno, porque endureces y fortaleces los músculos. A mi nivel, estás forzando muchísimo la máquina. Lógicamente, yo no voy a estar a este nivel toda mi vida, porque es como estar borracho todo el día. Pero ¿quién me quita a donde he llegado? Toda esa gente que se pega cuarenta años fumando, bebiendo, emporrándose en los bares, cuando lleguemos a los sesenta años, estarán peor que yo. Y si yo llego también mal, me alegraré al pensar que yo he llegado a una meta a la que ellos no han llegado, a mi meta. ¿Cuál es la suya? Hay muchos que critican a la gente que va al gimnasio, y luego son esos mismos los que se apuntan al gimnasio en verano para lucir un bonito cuerpo en la playa o en la piscina, pero la diferencia es que ellos empiezan la dieta el lunes y la abandonan el martes. Como no tienen la suficiente voluntad, lo único que hacen es despotricar contra los que sí consiguieron tenerla y llegaron más lejos que ellos.
¿Cumples el proverbio "mens sana in corpore sano"?
Hay mucha gente por la calle que sólo hace pesas por lucir musculitos, para luego ir a la playa o a la piscina, y pienso: "¡pero mira qué bobo!". Yo llevo trece años sin ir a la playa ni a la piscina para que no me miren. No me gusta dar esa apariencia de chulo de playa. No es lo mismo que tú estés sin camiseta a que lo esté yo, porque si yo estoy sin camiseta, yo soy el chulo, ¡aunque no quiera! No voy porque no quiero que la gente piense que voy por presumir, por lucir. Ayer mismo vino la ETB 2 a pedirme que hiciera ejercicios y me luciera mientras me grababan. Les dije que no, y me dijeron que la gente quería ver carne, que así no podría haber ninguna entrevista. Les respondí que, si querían ver carne, que fueran a una charcutería. Yo me quito la ropa para que el jurado me diga si soy el mejor del mundo, o no. Es más, tengo dos tatuajes en la espalda, y mi madre estuvo diez años sin vérmelos, porque no me gusta mostrarme ni en mi casa, no quiero que me vea ni mi madre. Además, verme sin camiseta suele ser algo bastante impactante. Y sobre lo de si cultivo mi mente, te diré que estudié tres años de psicología en la facultad, aunque no llegué a licenciarme, pero creo que tengo un nivel cultural bastante alto, leo mucho... Lógicamente, soy nutricionista, así que leo más de nutrición, porque es mi trabajo.
¿Tiene el cuerpo de sus sueños?
Vaya pregunta... (ríe) He cumplido el sueño de mi vida, pero aún no tengo el cuerpo de mis sueños. Creo que cuando piensas que ya tienes lo que querías, te estancas y ya no avanzas. Además, es muy difícil estar conforme con lo que tienes, siempre quieres tener un poquito más. Cuando lo tienes, quieres otro poquito más... Tener este cuerpo no era mi sueño. Nadie empieza a entrenar para ser campeón del mundo. Es como si tú piensas ahora en ser el director del DIARIO DE NOTICIAS: pensarás en ser el director cuando llegues a ser subdirector, no antes. Vas paso a paso, no llegas aquí de repente. Si alguien viene y me dice que quiere ser campeón del mundo, le digo: "anda ya, vete que estás muy loco".
¿Realmente hace falta hacer 2.000 repeticiones para tener los abdominales de Aznar?
(Ríe) ¡No! Ahí también hay un componente genético importante. Piensa que yo sólo hago una vez abdominales por semana. La creencia común es que, para hacer abdominales, hay que hacer muchísimas repeticiones, pero para quemar la grasa no hace falta eso. En realidad, sólo hace falta una dieta y el ejercicio sano.
¿Le atraen las mujeres musculadas?
No, no, en absoluto. El físico de la mujer no me interesa. En una mujer, lo que quiero es que sea compañera, y si se puede muy femenina, pero sobre todo, compañera. Yo he hecho sufrir bastante, porque vivir con un culturista es complicado, es un tipo de vida que pone nervioso/a. Piensa que comer pechuga de pollo y agua cinco veces al día, acabas muy mal. He hecho sufrir a mucha gente por cumplir un sueño. Quiero pedirles perdón por eso, y ellos saben de quién hablo. Lo que pasa es que esto es tan egoísta que, si no cumples, no llegas a este nivel. El mayor agradecimiento es para mi madre y para mi hija, que son el mejor equipo. Fernando Alonso puede tener ser el mejor piloto y tener el mejor coche, que si va a boxes porque ha pinchado una rueda y su equipo tarda tres minutos en cambiársela... Yo me siento muy arropado por la gente que me rodea y que me quiere. De hecho, le digo a mi madre que si el egipcio que acabó segundo la hubiera tenido a ella de madre, yo hubiera acabado segundo.
¿Se considera usted adicto al gimnasio?
(Ríe) ¡No! ¡Para nada! Hay gente que sale del gimnasio y se va a un bar, y sólo hablan de pesas. Yo, cuando paso esa puerta, hablo de fútbol, de mi país, de salir de fiesta... No quiero hablar de esto. Paso horas aquí porque tengo que hacerlo, y si tengo que hablar de esto, hablo. Pero no soy adicto a esto, en absoluto.
¿Qué opina de los productos (tipo ventosas eléctricas, etc.) que sacan por TV, de madrugada, presentados por gente como Chuck Norris?
Sólo los veo para reírme. Creo que más de uno debería ir a juicio por eso. Me da mucha bronca (le enfada) que lo haga gente famosa. A mí me han ofrecido salir un par de veces en algunas revistas anunciando ciertos productos, y me he negado porque no quiero aprovechar mi imagen para eso. Es terrorífico cómo mienten a la gente. Claro, una vez que le han quitado el dinero a alguien, ya les da igual seguir, pero deberían ir a juicio. Con eso, lo único que hacen es llenar el bolsillo del que lo vende.
Hay un mito alrededor de los culturistas, que dice que no son tan fuertes como parecen, ¿son o no son tan fuertes?
En competición, no estamos tan fuertes como parecemos. Como nos quitamos toda la grasa, también perdemos fuerza. Mostramos el trabajo muscular que hemos hecho durante el resto del año, mientras hemos estado comiendo bien, y durante el resto de meses que no son competición, sí que somos tan fuertes como parecemos. En competición no se puede estar tan fuerte, porque al final llegas al límite.
¿Qué debo hacer para ponerme "cachas"?
Lo primero es mentalizarte. Estando en casa, en el sofá o saliendo del trabajo y yéndote al bar, así no se consigue nada. Es necesario dedicar tres días a la semana a hacer, por lo menos, una hora de ejercicio, y no poner excusas tontas. Hay que tener un poco de voluntad y constancia. Obviamente, hace falta tiempo. Lo más común es ver gente que se pasa once meses sin hacer nada y luego pretenden ponerse fuertes en un mes, y con un mes no haces nada. La dieta es lo esencial, por supuesto. Piensa que yo, en tres meses, adelgacé veinte kilos. Si lo que quieres es tener abdominales, olvídate de los 2.000 de Aznar, no hacen falta. ¡Haz una buena dieta!
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