La caléndula o maravilla, crece espontáneamente en el campo y diferentes lugares del planeta. Está muy extendida en la zona mediterránea (Eu...
La caléndula o maravilla, crece espontáneamente en el campo y diferentes lugares del planeta. Está muy extendida en la zona mediterránea (Europa meridional y norte de Oriente próximo). Pertenece a la familia de las Asteraceae (Compuestas) que incluye alrededor de 20.000 especies, entre las que se encuentran desde árboles, arbustos y plantas herbáceas.
Es una planta herbácea, anual, con flores amarillas. Su floración dura casi todo el año, cerrándose de noche y abriéndose al amanecer. Tiene una altura media que oscila entre los 30-50 cm., su tallo es semi-erecto, angular y ramificado y sus hojas son alternas, oblongas o lanceoladas y sensiles; capítulos de 3-5 cm. de anchura, amarillos o anaranjados, con una corona de 15-20 lígulas, y frutos encorvados, provistos casi todos de alas membranosas o púas dorsales. Se cultiva muy a menudo en los jardines de los que escapa con facilidad.
Se usa como planta ornamental y desde hace siglos se viene empleando como planta medicinal debido a sus cualidades terapéuticas. Desprende un olor desagradable y tiene un gusto amargo.
Efectos beneficiosos:
La caléndula viene siendo utilizada como un remedio natural para tratar pequeñas dolencias y problemas epidérmicos como pueden ser las quemaduras de sol, golpes, magulladuras, cardenales y arañazos, por nombrar algunos. En el pasado esta planta herbácea fue utilizada incluso para sanar vastas dolencias, tales como fiebres, úlceras e infecciones de la piel.
Las lociones y otras preparaciones tópicas de la caléndula (tinturas, ungüentos, cremas, gargarismos) de elaboración artesanal, se siguen utilizando todavía extensamente en Europa, especialmente en tratamientos lento-curativos de la piel. Muchas de estas formulaciones tópicas se pueden encontrar hoy en farmacias, para-farmacias y herboristerías de los Estados Unidos.
Actualmente los especialistas centran sus aplicaciones en su uso tópico, como puede ser eccemas, erupciones, úlceras, quemaduras, pieles agrietadas, picaduras de insectos, inflamaciones y otras lesiones cutáneas.
Los compuestos activos primarios de la hierba incluyen triterpenos (anti-inflamatorios) y flavonoides. Recientes estudios de investigación en laboratorio indican que los pétalos de la caléndula tienen propiedades anti-bacterianas y antivirus, anti-inflamatorias, astringentes y antisépticas, y pueden incluso ofrecer acciones inmuno-estimulantes. También se han demostrado los beneficios de caléndula en la curación de heridas por quemaduras.
La inflamación y dolor de garganta se puede tratar mediante gargarismos o aclarando con un té astringente hecho con flores secas de caléndula. Las autoridades sanitarias alemanas han aprobado el uso del té de caléndula para el tratamiento del dolor y la inflamación de la garganta.
Aunque posiblemente beber el té de caléndula puede ayudar a controlar una inflamación interna (algunos herboristas la recomiendan para trastornos de estómago y úlceras) todavía hay poco estudios que evidencien firmemente tal aseveración. Por esta razón, no se recomienda la ingestión de tes y otras formas diseñadas para ser tomadas internamente.
Ha quedado demostrado que la caléndula tiene propiedades anti-inflamatorias y cicatrizantes en su aplicación tópica. No se conocen claramente los componentes responsables de estos efectos, aunque algunos estudios sugieren que los flavonoides de la planta podrían contribuir a sus propiedades cicatrizantes.
Se siguen realizando estudios sobre los efectos anticancerígenos y antivirales de la caléndula. Por el momento, no existen pruebas suficientes para recomendar el uso clínico de la caléndula para el cáncer. Las pruebas sugieren que la caléndula podría ser útil para algunas infecciones virales. Sin embargo, no se sabe cuáles son los componentes responsables de estos efectos.
Propiedades terapéuticas:
Anti-inflamatoria debido a la inhibición de la lipoxigenasa (flavonoides) y a sus antioxidantes y captadores de radicales libres (flavonoides y triterpenos).
Antiséptica y cicatrizante al potenciar la epitelización y regeneración de la piel dañada, estimulando la síntesis de glucoproteínas, nucleoproteínas y colágeno durante el periodo de regeneración tisular.
Acción antibacteriana y fungicida.
Antiespasmódica. Combate los espasmos, las contracciones o convulsiones.
Acción emenagoga, como regulador de los períodos menstruales y calmante de los dolores propios.
Emoliente. Suaviza, tonifica e hidrata la piel. De echo cada vez son más los productos cosméticos que incluyen la caléndula entre sus componentes.
Callicida. Provoca la desaparición de verrugas víricas de la piel, debido a su contenido en ácido acetil-salicílico.
Colerética. Estimulante de la actividad hepática, especialmente de la secreción biliar. Tomada en infusión resulta indicada en casos de congestión o insuficiencia hepática.
Antiulcerosa. Cicatriza úlceras de estómago y duodeno. También resulta eficaz en gastritis, gastroenteritis y vómitos.
Usos más comunes
Quemaduras. Sana y alivia las quemaduras ya que reduce la inflamación y tiene acciones astringentes, antisépticas y calmantes, a la vez que ayuda a una más rápida curación. Algunos botánicos afirman que la caléndula es la planta más eficaz para el tratamiento de quemaduras del primero grado. Dado que la mayoría de las quemaduras producidas por el sol son quemadura del primero grado, resulta lógico que muchos de los productos prescritos para quemaduras solares contengan caléndula.
Pie de Atleta. Ideal para tratar el pie de atleta. Diversas investigaciones en laboratorio han demostrado que la caléndula tiene efectos fungicidas anti-hongos. Puesto que el pie de atleta es causado por un hongo, la Caléndula resultará muy adecuada y conveniente para tratar esta dolencia.
Picaduras de insectos. La Caléndula puede reducir la inflamación y el picor producido por picaduras de insecto e incluso puede ayudar a prevenir la infección debido a sus acciones anti-microbianas. A su vez su acción astringente promueve una curación más rápida.
Heridas ulcerosas. Muchos especialistas recomiendan gargarizar con una mezcla de caléndula para luchar contra los gérmenes y la inflamación asociada a estas heridas dolorosas.
Problemas dérmicos. Muy conveniente para tratar problemas de la piel como el acné, irritaciones cutáneas, forúnculos, abscesos, dermatitis, grietas, piel seca y sensible, gingivitis y llagas.
Curación de heridas. Acelera la curación de cortes y arañazos. La caléndula es uno de los remedios más comunes para tratar las heridas superficiales y menores de la piel, como cortes y arañazos, ayudando a que la herida cure más rápidamente.
Contraindicaciones e interacciones:
Hipersensibilidad a la caléndula o a otras especies de la familia de las compuestas.
No se deberá tomase durante el embarazo ya que pudiera tener consecuencias en el feto. También en aplicaciones tópicas (externas) se deberá actuar con la necesaria cautela.
Tampoco se recomienda la ingestión durante la lactancia debido a la ausencia de datos que lo avalen.
No se han descrito interacciones con otros medicamentos, aunque debido a la presencia de mucílagos pudiera existir riesgo potencial de retrasar o disminuir la absorción oral de otros principios activos.
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Es una planta herbácea, anual, con flores amarillas. Su floración dura casi todo el año, cerrándose de noche y abriéndose al amanecer. Tiene una altura media que oscila entre los 30-50 cm., su tallo es semi-erecto, angular y ramificado y sus hojas son alternas, oblongas o lanceoladas y sensiles; capítulos de 3-5 cm. de anchura, amarillos o anaranjados, con una corona de 15-20 lígulas, y frutos encorvados, provistos casi todos de alas membranosas o púas dorsales. Se cultiva muy a menudo en los jardines de los que escapa con facilidad.
Se usa como planta ornamental y desde hace siglos se viene empleando como planta medicinal debido a sus cualidades terapéuticas. Desprende un olor desagradable y tiene un gusto amargo.
Efectos beneficiosos:
La caléndula viene siendo utilizada como un remedio natural para tratar pequeñas dolencias y problemas epidérmicos como pueden ser las quemaduras de sol, golpes, magulladuras, cardenales y arañazos, por nombrar algunos. En el pasado esta planta herbácea fue utilizada incluso para sanar vastas dolencias, tales como fiebres, úlceras e infecciones de la piel.
Las lociones y otras preparaciones tópicas de la caléndula (tinturas, ungüentos, cremas, gargarismos) de elaboración artesanal, se siguen utilizando todavía extensamente en Europa, especialmente en tratamientos lento-curativos de la piel. Muchas de estas formulaciones tópicas se pueden encontrar hoy en farmacias, para-farmacias y herboristerías de los Estados Unidos.
Actualmente los especialistas centran sus aplicaciones en su uso tópico, como puede ser eccemas, erupciones, úlceras, quemaduras, pieles agrietadas, picaduras de insectos, inflamaciones y otras lesiones cutáneas.
Los compuestos activos primarios de la hierba incluyen triterpenos (anti-inflamatorios) y flavonoides. Recientes estudios de investigación en laboratorio indican que los pétalos de la caléndula tienen propiedades anti-bacterianas y antivirus, anti-inflamatorias, astringentes y antisépticas, y pueden incluso ofrecer acciones inmuno-estimulantes. También se han demostrado los beneficios de caléndula en la curación de heridas por quemaduras.
La inflamación y dolor de garganta se puede tratar mediante gargarismos o aclarando con un té astringente hecho con flores secas de caléndula. Las autoridades sanitarias alemanas han aprobado el uso del té de caléndula para el tratamiento del dolor y la inflamación de la garganta.
Aunque posiblemente beber el té de caléndula puede ayudar a controlar una inflamación interna (algunos herboristas la recomiendan para trastornos de estómago y úlceras) todavía hay poco estudios que evidencien firmemente tal aseveración. Por esta razón, no se recomienda la ingestión de tes y otras formas diseñadas para ser tomadas internamente.
Ha quedado demostrado que la caléndula tiene propiedades anti-inflamatorias y cicatrizantes en su aplicación tópica. No se conocen claramente los componentes responsables de estos efectos, aunque algunos estudios sugieren que los flavonoides de la planta podrían contribuir a sus propiedades cicatrizantes.
Se siguen realizando estudios sobre los efectos anticancerígenos y antivirales de la caléndula. Por el momento, no existen pruebas suficientes para recomendar el uso clínico de la caléndula para el cáncer. Las pruebas sugieren que la caléndula podría ser útil para algunas infecciones virales. Sin embargo, no se sabe cuáles son los componentes responsables de estos efectos.
Propiedades terapéuticas:
Anti-inflamatoria debido a la inhibición de la lipoxigenasa (flavonoides) y a sus antioxidantes y captadores de radicales libres (flavonoides y triterpenos).
Antiséptica y cicatrizante al potenciar la epitelización y regeneración de la piel dañada, estimulando la síntesis de glucoproteínas, nucleoproteínas y colágeno durante el periodo de regeneración tisular.
Acción antibacteriana y fungicida.
Antiespasmódica. Combate los espasmos, las contracciones o convulsiones.
Acción emenagoga, como regulador de los períodos menstruales y calmante de los dolores propios.
Emoliente. Suaviza, tonifica e hidrata la piel. De echo cada vez son más los productos cosméticos que incluyen la caléndula entre sus componentes.
Callicida. Provoca la desaparición de verrugas víricas de la piel, debido a su contenido en ácido acetil-salicílico.
Colerética. Estimulante de la actividad hepática, especialmente de la secreción biliar. Tomada en infusión resulta indicada en casos de congestión o insuficiencia hepática.
Antiulcerosa. Cicatriza úlceras de estómago y duodeno. También resulta eficaz en gastritis, gastroenteritis y vómitos.
Usos más comunes
Quemaduras. Sana y alivia las quemaduras ya que reduce la inflamación y tiene acciones astringentes, antisépticas y calmantes, a la vez que ayuda a una más rápida curación. Algunos botánicos afirman que la caléndula es la planta más eficaz para el tratamiento de quemaduras del primero grado. Dado que la mayoría de las quemaduras producidas por el sol son quemadura del primero grado, resulta lógico que muchos de los productos prescritos para quemaduras solares contengan caléndula.
Pie de Atleta. Ideal para tratar el pie de atleta. Diversas investigaciones en laboratorio han demostrado que la caléndula tiene efectos fungicidas anti-hongos. Puesto que el pie de atleta es causado por un hongo, la Caléndula resultará muy adecuada y conveniente para tratar esta dolencia.
Picaduras de insectos. La Caléndula puede reducir la inflamación y el picor producido por picaduras de insecto e incluso puede ayudar a prevenir la infección debido a sus acciones anti-microbianas. A su vez su acción astringente promueve una curación más rápida.
Heridas ulcerosas. Muchos especialistas recomiendan gargarizar con una mezcla de caléndula para luchar contra los gérmenes y la inflamación asociada a estas heridas dolorosas.
Problemas dérmicos. Muy conveniente para tratar problemas de la piel como el acné, irritaciones cutáneas, forúnculos, abscesos, dermatitis, grietas, piel seca y sensible, gingivitis y llagas.
Curación de heridas. Acelera la curación de cortes y arañazos. La caléndula es uno de los remedios más comunes para tratar las heridas superficiales y menores de la piel, como cortes y arañazos, ayudando a que la herida cure más rápidamente.
Contraindicaciones e interacciones:
Hipersensibilidad a la caléndula o a otras especies de la familia de las compuestas.
No se deberá tomase durante el embarazo ya que pudiera tener consecuencias en el feto. También en aplicaciones tópicas (externas) se deberá actuar con la necesaria cautela.
Tampoco se recomienda la ingestión durante la lactancia debido a la ausencia de datos que lo avalen.
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