Los especialistas que deben tratar a las personas con sobrepeso se enfrentan a menudo a la paradoja de que estos sujetos conocen los benefic...
Los especialistas que deben tratar a las personas con sobrepeso se enfrentan a menudo a la paradoja de que estos sujetos conocen los beneficios del ejercicio fĆsico para adelgazar y, a pesar de ello, muestran niveles de actividad fĆsica menores al resto de la poblaciĆ³n. ¿A quĆ© se debe? ¿Por quĆ© son tan reacios a ponerse en forma? Una nueva investigaciĆ³n apunta a la vergĆ¼enza de mostrarse ante los demĆ”s practicando ejercicio a una de las causas de mĆ”s peso.
A pesar de que las personas obesas conocen bien los beneficios del ejercicio fĆsico, y un elevado porcentaje sabe tambiĆ©n (segĆŗn estudio previos) que podrĆa perder peso por esta vĆa, muchas de ellas se muestran reacias. La nueva investigaciĆ³n que se acaba de publicar en la revista 'Journal of Nutrition Education and Behaviour' apunta a que la razĆ³n podrĆa estar en las emociones negativas que despierta la prĆ”ctica de actividad fĆsica en este grupo de poblaciĆ³n.
Para averiguar las razones que les alejan de los gimnasios, Tood y Wayne Miller, especialistas del departamento de Ciencia del Ejercicio de la Universidad de Washington (EEUU) entrevistaron a mƔs de 1.500 individuos, de los que 989 se encontraban por encima del peso normal.
Sus resultados mostraron que los individuos con sobrepeso respondieron mĆ”s positivamente que los individuos dentro de la media de los beneficios del ejercicio sobre el aspecto y la imagen personal. Y a pesar de conocer mejor estas ventajas de mantenerse en forma, sus actitudes demostraban que se sentĆan mĆ”s violentos por el hecho de practicar algĆŗn deporte en pĆŗblico; hacerlo rodeados de personas del sexo contrario o por el hecho de tener que practicar en algĆŗn tipo de mĆ”quina o aparato de gimnasio complicado.
De hecho, concluyen, para las personas subidas de peso, las emociones negativas asociadas al deporte pesan mĆ”s que sus conocimientos objetivos sobre los beneficios que pueden obtener pisando un gimnasio. AdemĆ”s, esta percepciĆ³n fue mĆ”s negativa entre las mujeres y los individuos de origen caucĆ”sico.
Los investigadores sugieren que estos recelos sociales podrĆan explicar esa paradoja: aunque el ejercicio es un 'antĆdoto' contra la obesidad, sĆ³lo el 30% de los estadounidenses que estĆ”n tratando de perder peso cumple con las reomendaciones de hacer ejercicio al menos 300 minutos a la semana. Y aconsejan a los comerciales de estos centros deportivos que dirijan sus esfuerzos a reducir este tipo de factores intimidatorios que alejan a algunas personas de los gimnasios.
Fuente: El Mundo.es
A pesar de que las personas obesas conocen bien los beneficios del ejercicio fĆsico, y un elevado porcentaje sabe tambiĆ©n (segĆŗn estudio previos) que podrĆa perder peso por esta vĆa, muchas de ellas se muestran reacias. La nueva investigaciĆ³n que se acaba de publicar en la revista 'Journal of Nutrition Education and Behaviour' apunta a que la razĆ³n podrĆa estar en las emociones negativas que despierta la prĆ”ctica de actividad fĆsica en este grupo de poblaciĆ³n.
Para averiguar las razones que les alejan de los gimnasios, Tood y Wayne Miller, especialistas del departamento de Ciencia del Ejercicio de la Universidad de Washington (EEUU) entrevistaron a mƔs de 1.500 individuos, de los que 989 se encontraban por encima del peso normal.
Sus resultados mostraron que los individuos con sobrepeso respondieron mĆ”s positivamente que los individuos dentro de la media de los beneficios del ejercicio sobre el aspecto y la imagen personal. Y a pesar de conocer mejor estas ventajas de mantenerse en forma, sus actitudes demostraban que se sentĆan mĆ”s violentos por el hecho de practicar algĆŗn deporte en pĆŗblico; hacerlo rodeados de personas del sexo contrario o por el hecho de tener que practicar en algĆŗn tipo de mĆ”quina o aparato de gimnasio complicado.
De hecho, concluyen, para las personas subidas de peso, las emociones negativas asociadas al deporte pesan mĆ”s que sus conocimientos objetivos sobre los beneficios que pueden obtener pisando un gimnasio. AdemĆ”s, esta percepciĆ³n fue mĆ”s negativa entre las mujeres y los individuos de origen caucĆ”sico.
Los investigadores sugieren que estos recelos sociales podrĆan explicar esa paradoja: aunque el ejercicio es un 'antĆdoto' contra la obesidad, sĆ³lo el 30% de los estadounidenses que estĆ”n tratando de perder peso cumple con las reomendaciones de hacer ejercicio al menos 300 minutos a la semana. Y aconsejan a los comerciales de estos centros deportivos que dirijan sus esfuerzos a reducir este tipo de factores intimidatorios que alejan a algunas personas de los gimnasios.
Fuente: El Mundo.es
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