En esta Ʃpoca del aƱo los gimnasios estƔn a rebosar. Gentes de todas las edades acuden a sudar la gota gorda. Unos por salud y otros, los mƔ...

Los materiales y la maquinaria que se emplean hoy en dĆa en los gimnasios surgieron en la dĆ©cada de los 80 y de los 90; con el boom, la industria del fitness creció mucho. El problema es que con estos aparatos el trabajo estĆ” casi todo hecho. "Esto ha provocado un empobrecimiento de los patrones de movimiento", seƱala JosĆ© Carlos.
"Los profesionales del fitness llevamos años dÔndonos cuenta de que para prevenir lesiones, rehabilitar y prepararse para la vida y el deporte es fundamental tener una libertad de movimientos que las mÔquinas no te dan". La solución a este encorsetamiento se llama fitness funcional, una tendencia en alza que "es novedosa, pero a la vez no es nada nuevo", explica el entrenador.
Gomas, poleas, balones medicinales, unas extrañas pesas de origen ruso... Son algunos de los elementos que se emplean en este tipo de entrenamiento que tiene su origen en la rehabilitación fisioterapéutica.
La diferencia fundamental con el trabajo en mĆ”quinas es que no consiste en entrenar un mĆŗsculo sino un movimiento. Con la mente puesta en un objetivo –desde mejorar el swing del golf hasta subir escaleras o levantarse de la cama– el entrenador diseƱa la estrategia que mejor se adecue a cada caso.
Prepararse para la vida
Aunque a priori pudiera parecer que el fitness funcional estĆ” reservado a personas en forma o deportistas de alto nivel, la verdad es que "estĆ” pensado para preparar para las actividades de la vida diaria", explica Esmeralda Mata, doctora en ciencias de la actividad fĆsica y el deporte y experta en formación de la Federación EspaƱola de Aerobic y Fitness.
Personas mayores, embarazadas o asiduos al gimnasio; los pilares bÔsicos del entrenamiento son los mismos para todos: locomoción, rotación, cambios de nivel, empujar y tirar. "Los movimientos bÔsicos del cuerpo humano", resume José Carlos.
En el entrenamiento funcional la clave estĆ” en la parte central del cuerpo, el tronco, lo que los anglosajones denominan 'core'. "Si pensamos en nuestro cuerpo como un Ć”rbol, los trabajos especĆficos de brazos y piernas lo que hacen es engrosar las ramas. Esta disciplina persigue el fortalecimiento del 'core'", seƱala Mata.
Por medio de movimientos multiplanares y multiarticulares, frente a los analĆticos (que definen el entrenamiento tradicional), "se logra un trabajo global, holĆstico", aƱade. Los mĆŗsculos que mĆ”s trabajan son el transverso del abdomen, el diafragma, el suelo pĆ©lvico y los oblicuos internos. El resultado de esta modalidad es una mejora de la coordinación, el equilibrio, propiocepción y la actividad neuromuscular.
El fitness funcional no pretende sustituir a otras formas de entrenar, se trata mÔs bien del complemento ideal, la forma de aprender a usar la fuerza ganada con las pesas (y de potenciarla), de mejorar la coordinación y la agilidad, de que las personas "sean versÔtiles", apunta José Carlos.
Eso sĆ, parece que esta disciplina parte con cierta ventaja para ganar adeptos rĆ”pidamente (en Estados Unidos ya es un hecho). "Tiene un componente lĆŗdico muy grande, supone un reto para el que lo practica y, a la vez, los progresos son evidentes muy pronto". AdemĆ”s, como reclamo para las masas, "se queman mĆ”s calorĆas que en otras modalidades", asegura el experto.
Fuente: elmundo.es
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