Me sorprendió cuando dí con este libro y descubrí que estaba lleno de interesante información sobre todo, desde el sobreentrenamiento, al es...
Me sorprendió cuando dí con este libro y descubrí que estaba lleno de interesante información sobre todo, desde el sobreentrenamiento, al estrés, dolor muscular o los esteroides anabólicos. Los autores son Edmon R. Burke, Ph.D., y Thomas D. Fahey, Ed.D., dos investigadores clave sobre un lípido conocido como la fosfatildilserina, o PS.
Esa es la razón por la que el libro es tan interesante, porque todos esos temas están ligados con lo que el PS hace. Entonces, ¿qué es el PS y qué es lo que hace? "Es un fosfolípido que se encuentra en las membranas celulares y en derivados de la soja". Lo más sorprendente de todo es que se ha demostrado en una serie de estudios que reduce el cortisol, que es la hormona del estrés que puede hacer que tu cuerpo utilice el tejido muscular para obtener energía.
Una de las razones por las que los esteroides anabólicos funcionan tan bien a la hora de aumentar la musculatura es porque anulan los efectos del cortisol. ¿Significa eso que tomar PS puede darte los mismos resultados que tomar esteroides? Probablemente no, pero, según los autores, se ha demostrado que reduce el cortisol más de un 30% en deportistas.
El PS no sólo es bueno para los músculos, también es bueno para el cerebro. En la sección sobre el PS y el envejecimiento, Burke y Fahey hablan de una investigación que muestra cómo funciona como nutriente cerebral, es decir, agudizando la concentración mental y contrarrestando la pérdida de cognición asociada con el envejecimiento. Ese efecto secundario, sin duda, también está relacionado con la supresión del cortisol, que se ha vinculado a una función cerebral degradada.
Puede que hayas leído acerca de una investigación que vincula la PS con la mejora de los niveles de testosterona. Aunque este libro fue escrito hace años, Burke y Fahey hablan también de ese beneficio: "La PS ayuda a detener el aumento de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) después de hacer ejercicio, lo que lleva a un nivel más bajo de testosterona y un aumento del cortisol". Eso es muy importante para los culturistas que buscan conseguir la mayor musculatura posible, y quemar grasas. Después de todo, la testosterona se ha demostrado que ayuda a quemar la grasa del vientre.
Los autores entran en detalles sobre el Síndrome de Adaptación General del estrés desarrollado por el Dr. Hans Selye, vinculándolo con el factor cortisol. La etapa de agotamiento en el modelo de Selye es cuando se produce el sobreentrenamiento y la PS puede ayudar a prevenirlo. Burke y Fahey hablan de las formas de reconocer el sobreentrenamiento y los efectos del dolor muscular.
Citan un estudio que muestra que la PS puede reducir el dolor muscular después de un entrenamiento duro, otro extra. Al final del libro Fahey y Burke hablan de la PS como una alternativa a los esteroides anabólicos. Es una información que puede abrir tus ojos y tus receptores anabólicos sin tener que recurrir a fármacos peligrosos; y la perfecta conclusión de un libro lleno de interesante información de la ciencia del culturismo.
Esa es la razón por la que el libro es tan interesante, porque todos esos temas están ligados con lo que el PS hace. Entonces, ¿qué es el PS y qué es lo que hace? "Es un fosfolípido que se encuentra en las membranas celulares y en derivados de la soja". Lo más sorprendente de todo es que se ha demostrado en una serie de estudios que reduce el cortisol, que es la hormona del estrés que puede hacer que tu cuerpo utilice el tejido muscular para obtener energía.
Una de las razones por las que los esteroides anabólicos funcionan tan bien a la hora de aumentar la musculatura es porque anulan los efectos del cortisol. ¿Significa eso que tomar PS puede darte los mismos resultados que tomar esteroides? Probablemente no, pero, según los autores, se ha demostrado que reduce el cortisol más de un 30% en deportistas.
El PS no sólo es bueno para los músculos, también es bueno para el cerebro. En la sección sobre el PS y el envejecimiento, Burke y Fahey hablan de una investigación que muestra cómo funciona como nutriente cerebral, es decir, agudizando la concentración mental y contrarrestando la pérdida de cognición asociada con el envejecimiento. Ese efecto secundario, sin duda, también está relacionado con la supresión del cortisol, que se ha vinculado a una función cerebral degradada.
Puede que hayas leído acerca de una investigación que vincula la PS con la mejora de los niveles de testosterona. Aunque este libro fue escrito hace años, Burke y Fahey hablan también de ese beneficio: "La PS ayuda a detener el aumento de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) después de hacer ejercicio, lo que lleva a un nivel más bajo de testosterona y un aumento del cortisol". Eso es muy importante para los culturistas que buscan conseguir la mayor musculatura posible, y quemar grasas. Después de todo, la testosterona se ha demostrado que ayuda a quemar la grasa del vientre.
Los autores entran en detalles sobre el Síndrome de Adaptación General del estrés desarrollado por el Dr. Hans Selye, vinculándolo con el factor cortisol. La etapa de agotamiento en el modelo de Selye es cuando se produce el sobreentrenamiento y la PS puede ayudar a prevenirlo. Burke y Fahey hablan de las formas de reconocer el sobreentrenamiento y los efectos del dolor muscular.
Citan un estudio que muestra que la PS puede reducir el dolor muscular después de un entrenamiento duro, otro extra. Al final del libro Fahey y Burke hablan de la PS como una alternativa a los esteroides anabólicos. Es una información que puede abrir tus ojos y tus receptores anabólicos sin tener que recurrir a fármacos peligrosos; y la perfecta conclusión de un libro lleno de interesante información de la ciencia del culturismo.
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