Diana Cantillo ciƱe sendos guantes de boxeo mientras que su rival, Angie Villegas , exhibe otros especialmente diseƱados para artes marcial...

MartĆn Esquivel, entrenador de ambas, no pierde detalle. Villegas logra golpear en el vientre a su rival con una patada lateral, logrando conseguir distancia. Las jĆ³venes se aferran, sus puƱos intentando alcanzar el rostro de la otra. Esquivel las separa. Esto es boxeo contra una mezcla de artes marciales. Se trata de medir cuĆ”l de los dos estilos podrĆa ser mĆ”s funcional en combate.
Hace seis meses, las jĆ³venes entraron a un programa en el gimnasio ‘Body Options’ (calle 84 con carrera 47) llamado ‘boxeo fitness’. Se suponĆa que era una rutina aerĆ³bica que copiaba algunos movimientos del boxeo, pero a medida que las semanas pasaron, notaron que su cuerpo se tonificaba lo suficiente para lanzar eficaces combinaciones de puƱos. DespuĆ©s, vendrĆan las patadas.
Esquivel, cinta negra de taekwondo, una en kickboxing y siete aƱos de entrenamiento en boxeo, revelĆ³ que en ‘Body Options’ vendĆa a los clientes la idea de un fitness novedoso (rutina de ejercicios repetitivos) y lentamente, los ejercicios aerĆ³bicos se transformaban en emulaciones de combate. Lo curioso es que funcionĆ³.
“Por supuesto, esto no es entrenamiento para competir profesionalmente —dice el artemarcialista— se trata de prepararlas para que puedan lanzar golpes de boxeo y algunas patadas para que les sirva como defensa personal”.
Esquivel explica que la idea central es enseƱarles a las chicas golpes directos, nada de ‘pantomima marcial’. Dice que algunos estilos marciales son 80% figuras y 20% efectividad en combate.
“Esto es para que ellas puedan sortear una situaciĆ³n en la calle: por ejemplo, en caso de que las abordara un tipo abusador, no les enseƱo a que golpeen con un ‘jab’ en la nariz, sino a la garganta. Es por su seguridad”, dice.
Angie Villegas, cosmetĆ³loga de 26 aƱos, dice que con esta rutina, endureciĆ³ su musculatura sin necesidad de pesas. “Me encanta practicar esto. Al principio sentĆa que no podĆa, pero sin darme cuenta me he motivado mucho”, dice. Agrega que tambiĆ©n se siente mĆ”s segura en caso de enfrentar un asalto violento.
Diana Cantillo, sicĆ³loga de 27 aƱos, indica que lo mĆ”s llamativo para ella de esta rutina es la seguridad y sincronizaciĆ³n en sus movimientos, unido a los reflejos que desarrollĆ³ para esquivar golpes reales. El grupo de Esquivel lo integran 12 mujeres.
Estas jĆ³venes no es que quieran ganar en un territorio eminentemente masculino. Lo ven como una forma para tener mĆ”s agilidad, motricidad, coordinaciĆ³n fĆsica, y por supuesto, para sentirse mĆ”s fuertes.
El entrenador relata que hace 4 aƱos tuvo una alumna que entrĆ³ a practicar boxeo a escondidas por los frecuentes maltratos fĆsicos de su marido. Estuvo practicando un aƱo, en las tardes.
Generalmente, un hombre confiado en su superioridad fĆsica no espera que una mujer lo agreda a golpes, explica Esquivel; cuando eso ocurre, generalmente la primera reacciĆ³n es de sorpresa.
“Ese fugaz lapso de tiempo, de quizĆ”s cuatro segundos de estupefacciĆ³n, es el que debe aprovechar inmediatamente la mujer”, dice. Detalla que el prepotente marido recibiĆ³ un gancho de boxeo en la boca que arruinĆ³ la mayor parte de sus dientes, y a continuaciĆ³n, un golpe de taekwondo en el ojo con la palma de la mano abierta, llamado batan son. La cosa terminĆ³ en una fiscalĆa, caso que ganarĆa la mujer.
Sin embargo, Esquivel puntualiza que el fin Ćŗltimo no es provocar la violencia, sino todo lo contrario, dejar la defensa y el ataque hasta Ćŗltimo momento. Asegura que con esta rutina las mujeres levantan su autoestima, destreza e incluso, su parte mental.
“Me interesa trabajar el espĆritu de ellas para que siempre se sientan jĆ³venes; si tienes una mente sana es mucho mĆ”s fĆ”cil trabajar tu cuerpo”, dice.
Llevando aƱos como entrenador en gimnasios, MartĆn Esquivel dice que la mayorĆa de los hombres pasan mĆ”s de la mitad del tiempo viĆ©ndose en los espejos mientras las mujeres trabajan mĆ”s. “Ellas no tienen esa prepotencia fĆsica. Eso sĆ, son muy competitivas y se ejercitan mucho buscando moldear su cuerpo, para verse mĆ”s bonitas”, afirma Esquivel.
Fuente: elheraldo.com.co
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