Que comer deprisa, engullendo a toda velocidad fuese una mala costumbre es desde siempre sabido. La Escuela Medica Salernitana, considerada ...

Sólo asĆ, con una prolongada masticación, se forma en la boca una masa de consistencia pastosa (el denominado bolo) sobre el cual actĆŗan las encimas salivares iniciando de hecho el proceso digestivo. Esto hipotetizaba y sostenĆa la Escuela Medica Salernitana casi mil aƱos atrĆ”s.
Los Ʃxitos de un test conducido en Atenas
La novedad es que hoy el reputado “Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism” confirma cuanto habĆa sido afirmado por la antigua sabidurĆa, conteniendo los resultados de un estudio conducido por mĆ©dicos griegos del Laiko General Hospital, en la capital Atenas. El tema de estudio, 300 gramos de helado que fueron ofrecidos a cada uno de los voluntarios precedentemente seleccionados. Objetivos: comer el helado recibido en un tiempo mĆ”ximo de treinta minutos.
Diversos eran los comportamientos de las personas testeadas, que iban desde el frenĆ©tico consumidor que en pocos minutos hacĆa literalmente "desaparecer" el helado, al reflexivo degustador que, empleaba buena parte del tiempo a disposición para acabar con su porción de postre. Los mĆ©dicos habĆan recolectado anteriormente y examinado la sangre de los voluntarios y habĆan repetido los anĆ”lisis durante tres horas y media, cada media hora. En particular, en la sangre se habĆan medido los niveles de glucosa, insulina, grasas y dos hormonas, el peptide YY y el peptide similar al glucagón.
Las hormonas de la saciedad
Estas hormonas, producidas por el intestino, operan sobre el cerebro provocando una sensación de saciedad y transmiten a los receptores la seƱal de que la fase de alimentación puede interrumpirse. En otras palabras, quien habĆa degustado el helado con la mayor lentitud seƱalaba en la sangre niveles mĆ”s elevados de peptide YY y de peptide similar al glucagón, y en consecuencia se sentĆa mĆ”s satisfecho.
Es obvio que esta demostración cientĆfica, estĆ” basada sobre antiguas intuiciones (la operativa de la Escuela MĆ©dica Salernitana precede con muchos siglos el desarrollo de la moderna anatomĆa mĆ©dica), y estĆ” destinada a dejar una seƱal indeleble en los estudios sobre la alimentación humana y sobretodo a dar preciosas indicaciones sobre las patologĆas derivadas del alimentarse en modo incorrecto.
Masticar o deglutir lentamente provoca menor estrés en todo el aparato digestivo: mÔs en detalle, dejar transcurrir un cierto lapso de tiempo entre el inicio y el final de la fase alimenticia permite a las hormonas "de la saciedad" poder actuar con mayor eficacia, induciendo a comer menos y por lo tanto a reducir los riesgos derivados de una superalimentación, sobretodo el aumento de peso.
No nos olvidemos del ejercicio fĆsico
Pero como, lamentablemente, los ritmos frenéticos de la vida moderna no siempre nos permiten comer con la debida calma, busquemos al menos, cuando tengamos la posibilidad, de recordarnos de los antiguos consejos (la primera digestión acontece en la boca), y de masticar cada bocado durante un adecuada cantidad de segundos.
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