La enfermedad de Alzheimer afecta mundialmente a 30 millones de personas. Se trata de una forma de debilitamiento mental en los ancianos ...
La enfermedad de Alzheimer afecta mundialmente a 30 millones de personas. Se trata de una forma de debilitamiento mental en los ancianos y está caracterizada por el deterioro del tejido cerebral en el transcurso de un periodo largo de tiempo.
Las parte del cerebro afectadas son las que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.
La enfermedad coge el nombre de Alois Alzheimer, neurólogo alemán que, por primera vez en 1907 describe los síntomas y los aspectos neuropatológicos.
El principal determinante de la enfermedad está constituido por el gen de la apoproteina E (APO E).
En efecto, un grupo de investigadores finlandeses estudiaron durante 21 años a 1449 sujetos en edades comprendidas entre 65-79 años, controlando el nivel de APOE, la presión arterial y el colesterol.
Los investigadores han descubierto que en los portadores de APOE aumentaba la probabilidad de ir en contra el Alzheimer y que con presencia de APOE el riesgo sube a 5 veces si está presente la hipertensión arterial y a 8 veces si se presenta también la hipercolesterolemia, demostrando que hay un nexo entre Alzheimer, hipertensión y hipercolesterolemia pero con la presencia de APOE.
La realidad es que el Alzheimer es una enfermedad incurable y que las personas que lo sufren tienen el destino ya escrito con la condena a una vida deteriorada.
Para entender lo debastante que es esta enfermedad sólo hace falta que pensemos en la transformación que sufrió Rita Hayworth, espléndida mujer, irreconocible después de pocos años de enfermedad.
Síntomas y evolución
Cuando empieza, la enfermedad de Alzheimer se manifiesta con leves problemas de memoria hasta llegar a los casos avanzados de pérdida de la capacidad intelectual que vuelve a la persona incapaz de mantener el trabajo y las relaciones sociales.
Está presente el déficit del pensamiento abstracto, compromete la capacidad de juicio, disturbios de las funciones corticales más elevados.
Una pequeña porción de los pacientes presenta dificultades para el lenguaje, apraxia, incapacidad de seguir algunos movimientos requeridos o agnosia , la incapacidad de reconocer los familiares, amigos, objetos y parte del propio cuerpo. Se producen también cambios en la personalidad como introversión, egoismo, sentimientos de persecución, disturbios en los esfínteres, en particular pérdida de orina.
El transcurso de la enfermedad es lento y de media, los pacientes, viven entre 8-10 años después del diagnóstico de la enfermedad.
Los estudios han demostrado que el riesgo de sufrir Alzheimer es más elevado en las personas que consumen una dieta rica en grasas saturadas, colesterol, hipercalorias y pobre en fibra, fruta y verdura.
Las parte del cerebro afectadas son las que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje.
La enfermedad coge el nombre de Alois Alzheimer, neurólogo alemán que, por primera vez en 1907 describe los síntomas y los aspectos neuropatológicos.
El principal determinante de la enfermedad está constituido por el gen de la apoproteina E (APO E).
En efecto, un grupo de investigadores finlandeses estudiaron durante 21 años a 1449 sujetos en edades comprendidas entre 65-79 años, controlando el nivel de APOE, la presión arterial y el colesterol.
Los investigadores han descubierto que en los portadores de APOE aumentaba la probabilidad de ir en contra el Alzheimer y que con presencia de APOE el riesgo sube a 5 veces si está presente la hipertensión arterial y a 8 veces si se presenta también la hipercolesterolemia, demostrando que hay un nexo entre Alzheimer, hipertensión y hipercolesterolemia pero con la presencia de APOE.
La realidad es que el Alzheimer es una enfermedad incurable y que las personas que lo sufren tienen el destino ya escrito con la condena a una vida deteriorada.
Para entender lo debastante que es esta enfermedad sólo hace falta que pensemos en la transformación que sufrió Rita Hayworth, espléndida mujer, irreconocible después de pocos años de enfermedad.
Síntomas y evolución
Cuando empieza, la enfermedad de Alzheimer se manifiesta con leves problemas de memoria hasta llegar a los casos avanzados de pérdida de la capacidad intelectual que vuelve a la persona incapaz de mantener el trabajo y las relaciones sociales.
Está presente el déficit del pensamiento abstracto, compromete la capacidad de juicio, disturbios de las funciones corticales más elevados.
Una pequeña porción de los pacientes presenta dificultades para el lenguaje, apraxia, incapacidad de seguir algunos movimientos requeridos o agnosia , la incapacidad de reconocer los familiares, amigos, objetos y parte del propio cuerpo. Se producen también cambios en la personalidad como introversión, egoismo, sentimientos de persecución, disturbios en los esfínteres, en particular pérdida de orina.
El transcurso de la enfermedad es lento y de media, los pacientes, viven entre 8-10 años después del diagnóstico de la enfermedad.
Los estudios han demostrado que el riesgo de sufrir Alzheimer es más elevado en las personas que consumen una dieta rica en grasas saturadas, colesterol, hipercalorias y pobre en fibra, fruta y verdura.
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