Le llaman el Titán Español y el sobrenombre no es casual, ni mucho menos. Alfonso del Río es una de esas moles humanas que sorprenden a pr...
Le llaman el Titán Español y el sobrenombre no es casual, ni mucho menos. Alfonso del Río es una de esas moles humanas que sorprenden a primera vista. Su musculatura, descomunal, llama la atención en seguida. El sábado estuvo en La Solana (Ciudad Real, España) para inaugurar oficialmente un nuevo gimnasio, P-Gym, regentado por el solanero Paco Moreno, nuestro particular campeón en este mundo del culturismo.
Nada más aparecer por la puerta, se hizo el silencio. Un grupo de jóvenes, aficionados a levantar pesas, clavaron sus ojos de admiración ante la llegada del ídolo. Miraban sus bíceps, sus pectorales, sus hombros… “Es el Cristiano Ronaldo del culturismo”, exclamó alguien. Alfonso del Río se metió en un vestuario y en seguida salió con una camiseta de hombrillos receñida al máximo. Una segunda piel que dejaba ver su enorme masa muscular. Más en segundo plano estaba otro grande de este deporte a nivel nacional: Toni Huertas.
Del Río atendió en seguida a los periodistas, consciente de su papel esa mañana. “El culturismo lo practicas las veinticuatro horas del día” , dijo con claridad. La palabra sacrificio es inherente a este deporte, fundamentalmente anaeróbico. Si quieres ser culturista debes entrenar duro, pero también debes alimentarte correctamente y descansar lo necesario. Asegura que una dieta adecuada es tan importante como las rutinas con mancuernas o barras. Y también el descanso. El músculo también se agota y necesita hacer sus paradas para regenerarse y, en su caso, crecer.
Por eso, el culturista recuerda que “hay que comer cada tres horas y llevar unas pautas que exigen mucha dedicación”. Y no todo el mundo está dispuesto a mantener ese nivel de exigencia. El culturismo es, ante todo, paciencia y “una cabeza muy bien amueblada” (añadió del Río). En este sentido, afirmó que “los chavales que llegan al gimnasio quieren ponerse fuertes en cuatro días, y eso es imposible”.
También habló del fisioculturismo profesional, que él practica. De entrada (admitió) “no es saludable por que ningún deporte de alta competición lo es”.
Poner tu cuerpo al límite tiene sus contraindicaciones y sus efectos secundarios. Pero el culturismo sí es sano entrenando sin excesos “como todos los deportes, si lo haces bien reporta muchos beneficios al cuerpo”. Él tiene un gimnasio y sabe de lo que habla “tengo clientes de 70 años que están fenomenal y se sienten muy bien levantando pesas”. Por una cosa está clara, concluyó, “la musculación no tiene edad; da igual que empieces con 20 o 50 años por que tu cuerpo lo va a notar”. Si lo haces bien, claro.
Nada más aparecer por la puerta, se hizo el silencio. Un grupo de jóvenes, aficionados a levantar pesas, clavaron sus ojos de admiración ante la llegada del ídolo. Miraban sus bíceps, sus pectorales, sus hombros… “Es el Cristiano Ronaldo del culturismo”, exclamó alguien. Alfonso del Río se metió en un vestuario y en seguida salió con una camiseta de hombrillos receñida al máximo. Una segunda piel que dejaba ver su enorme masa muscular. Más en segundo plano estaba otro grande de este deporte a nivel nacional: Toni Huertas.
Del Río atendió en seguida a los periodistas, consciente de su papel esa mañana. “El culturismo lo practicas las veinticuatro horas del día” , dijo con claridad. La palabra sacrificio es inherente a este deporte, fundamentalmente anaeróbico. Si quieres ser culturista debes entrenar duro, pero también debes alimentarte correctamente y descansar lo necesario. Asegura que una dieta adecuada es tan importante como las rutinas con mancuernas o barras. Y también el descanso. El músculo también se agota y necesita hacer sus paradas para regenerarse y, en su caso, crecer.
Por eso, el culturista recuerda que “hay que comer cada tres horas y llevar unas pautas que exigen mucha dedicación”. Y no todo el mundo está dispuesto a mantener ese nivel de exigencia. El culturismo es, ante todo, paciencia y “una cabeza muy bien amueblada” (añadió del Río). En este sentido, afirmó que “los chavales que llegan al gimnasio quieren ponerse fuertes en cuatro días, y eso es imposible”.
También habló del fisioculturismo profesional, que él practica. De entrada (admitió) “no es saludable por que ningún deporte de alta competición lo es”.
Poner tu cuerpo al límite tiene sus contraindicaciones y sus efectos secundarios. Pero el culturismo sí es sano entrenando sin excesos “como todos los deportes, si lo haces bien reporta muchos beneficios al cuerpo”. Él tiene un gimnasio y sabe de lo que habla “tengo clientes de 70 años que están fenomenal y se sienten muy bien levantando pesas”. Por una cosa está clara, concluyó, “la musculación no tiene edad; da igual que empieces con 20 o 50 años por que tu cuerpo lo va a notar”. Si lo haces bien, claro.
Fuente: lanzadigital.com
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