Desde el punto de vista asistencial es cualquier molestia corporal que indique el enfermo y existe siempre que Ʃl lo seƱale. Por lo tan...
Desde el punto de vista asistencial es cualquier molestia corporal que indique el enfermo y existe siempre que Ʃl lo seƱale. Por lo tanto, es una experiencia personal, intransferible y subjetiva
"El dolor es un signo que nos indica que algo esta mal, aunque no siempre estĆ© claro cuĆ”l es el problema. Es una experiencia de dimensiones mĆŗltiples que afecta al individuo, no sólo fĆsicamente sino tambiĆ©n espiritual, emocional y socialmente; por lo que el mĆ©dico debe estar particularmente atento a lo que el paciente exprese y, conducir un interrogatorio muy cuidadoso y sin prisa", afirma el Dr. Julio Capanera.
Al respecto, la IASP (Asociación Internacional para el estudio del dolor), lo define como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociado o no con daƱo real o potencial de los tejidos, o descripto en tĆ©rminos de dicho daƱo "a lo que el Dr. Oreste Ceraso, profesor de farmacologĆa y socio fundador de la Asociación Argentina para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AAED), referente internacional sobre el tema, agrega"... y necesario para la conservación de la vida "
... "Es quizĆ” debido a esta complejidad que, cuando el dolor no desaparece fĆ”cilmente a pesar del tratamiento, tanto mĆ©dico como paciente aceptan con demasiada frecuencia que el dolor es, simplemente, un sĆntoma mĆ”s con el que el paciente debe convivir. Sin embargo, este enfoque esta cambiando radicalmente. la idea es "rescatar" el dolor de un segundo plano y colocarlo en un primer plano para ser tratado efectivamente".
Actualmente, en EE.UU. gracias al trabajo de la JCAHO (Comisión conjunta para la acreditación de las organizaciones de la salud para el dolor), el dolor ha sido reconocido como el 5 to. signo vital y debe evaluarse y registrarse en la historia clĆnica del paciente, del mismo modo, que la presión arterial, temperatura, frecuencia respiratoria y pulso. Para poder evaluarlo rĆ”pidamente, se recurre a una escala visual que va del 0 al 10, donde 0 es la ausencia de dolor, 5 es un dolor molesto, y el 10 el mĆ”ximo dolor imaginable. Una vez hallado este valor, el establecimiento de salud debe registrarlo y considerarlo con la misma responsabilidad que el resto de los signos vitales.
Si bien esta escala permite identificar la intensidad del dolor, falta aún definir el Ôrea que este afecta, y de haberlas, sus zonas de irradiación. Para esto se recurre a un diagrama del esquema corporal donde se sombrea las zonas afectadas que indique el paciente. La repetición periódica de este ejercicio a lo largo de la terapia indicada, permite visualizar claramente la evolución del dolor y la eficacia del tratamiento.
A tal punto se ha tomado conciencia de que todos los pacientes tienen derecho a que su dolor sea evaluado y tratado, que el Congreso de los Estados Unidos de Norteamerica ha decretado la dƩcada del 2000 al 2010 como la del " estudio y tratamiento del dolor ".
Los mĆ©dicos que se dedican especialmente al tratamiento del dolor (analgesiólogos) trabajan en forma interdisciplinada con las distintas especialidades (anestesiólogos, neurólogos, cirujanos, traumatólogos, oncólogos, psicólogos, psiquiĆ”tras, clĆnicos, fisiĆ”tras, etc), y cuentan hoy con una baterĆa de fĆ”rmacos y tĆ©cnicas para aliviar a sus pacientes.
En cuanto al tratamiento farmacológico, la OMS (Organización Mundial de la Salud) aconseja utilizar la " escalera analgésica" para los dolores crónicos y neoplÔsicos. Esta consta de tres escalones, usando en el primer escalón analgésicos débiles y consta de tres escalones, usando en el primer escalón analgésicos débiles y antiinflamatorios, mÔs coadyuvantes (tranquilizantes, antidepresivos y otros). Si esto no fuera suficiente, se pasa al segundo escalón donde se utilizan los analgésicos de mediana potencia u opioides débiles, y, si tampoco aquà se lograra el alivio deseado, se sube al tercer y último escalón donde figuran los opioides potentes, solos o con coadyuvantes. Esta última etapa, debidamente controlada por el médico tratante, es de alta eficacia y seguridad.
En el caso del dolor agudo (post-operatorio, traumƔtico, etc.) se sigue el camino inverso; se comienza con analgƩsicos potentes y se termina con analgƩsicos dƩbiles, todo dentro de un lapso de tiempo menor a una semana.
En cuanto a las terapias mĆnimamente invasivas, estĆ”n las infiltraciones, los bloqueos, la colocación de catĆ©teres a nivel del raquis con bombas de infusión o sin ellas, mĆ©todos todos que se realizan en forma ambulatoria.
Las tĆ©cnicas neuroquirĆŗrgicas incluyen desde la implantación de dispositivos permanentes o semi permanentes para medicación analgĆ©sica, con acción sobre el sistema nervioso central, hasta cirugĆas sobre el propio sistema nervioso, consiguiendo de esta manera el alivio casi completo del dolor.
Entre las causas mÔs frecuentes de consulta, estÔn los dolores agudos y los dolores crónicos. Los mÔs frecuentes entre los agudos son los dolores lumbares, lumbosacros, cervicobraquialgias (dolor de cuello con irradiación a los miembros superiores), post operatorios inmediatos, etc; entre los crónicos, se encuentran las neuralgisas trigeminales, post herpéticas, diabéticas, post amputación, post quirúrgicas de columna, de enfermedades oncólogicas, post traumÔticas, reumatológicas, vasculares, cefaleas, etc.
El control del dolor, no se reduce solamente al beneficio que le genera al paciente; tiene tambiĆ©n una implicancia capital en la economĆa de cada paĆs. Son cada vez mĆ”s numerosas en todo el mundo los centros especializados a la problemĆ”tica del diagnóstico, estudio y tratamiento del dolor, ya que, independientemente del tema mĆ©dico en sĆ, el ausentismo laboral ocasionado por patologĆas dolorosas, tiene un impacto económico de relevancia. Por lo tanto, "cuanto antes se recupere el paciente, mĆ”s rĆ”pida serĆ” su reinserción laboral y menor la pĆ©rdida que representa para empresas, compaƱĆa de seguros, mutuales, etc...".
COMMENTS