El accidente cardiovascular suele anunciarse antes. Aprender a leer esos síntomas es fundamental para la eficacia del tratamiento. Un e...
El accidente cardiovascular suele anunciarse antes. Aprender a leer esos síntomas es fundamental para la eficacia del tratamiento. Un estudio demuestra que sólo uno de cada cuatro que padecieron ataques cardíacos se hizo atender con los primeros síntomas
En general, las afecciones cardíacas se manifiestan, antes del accidente, con síntomas previos. Un dolor en el pecho que parece pasajero, un cuadro digestivo, como se le suele llamar que en realidad no era tal, cefalea producida por la tensión alta, adormecimiento de una mano que al pasar se le resta importancia, no se controla el exceso de lípidos y se sigue haciendo la vida normal, Todo ésto puede estar anunciando el accidente cardiológico", indica el especialista platense Ernesto Fracchia.
Las personas que sufren problemas cardíacos retrasan un tratamiento que resulta vital por no reconocer los síntomas de la enfermedad, coincidiendo con un informe reciente publicado en la prestigiosa "Heart".
La revista da cuenta de un estudio realizado en Glasgow del que participaron 300 sobrevivientes de ataques cardíacos de edades comprendidas entre los 25 y los 65 años y que demostró que sólo uno de cada cuatro se hizo atender dentro de una hora del inicio de los síntomas. Cuatro de cada diez tarcaron más de cuatro horas en pedir ayuda y 12 por ciento tardó más de 24 horas. Dos tercios de las muertes por ataques cardíacos producidas en Glasgow ocurren fuera de un hospital.
Entre el 58 por ciento que nunca antes había tenido síntomas cardíacos, sólo uno de cada cinco reconoció los síntomas, la mayoría no supo de qué se trataba o confundió el cuadro con una indigestión. Ni siquiera un ataque cardíaco previo o un episodio de angina anterior los llevó a atenderse con mayor celeridad. Los motivos esgrimidos con mayor frecuencia para justificar el retraso fueron "pensar que los síntomas desaparecerían," y "no creer que se trataba de algo demasiado serio."
Sólo uno de cada cinco sobrevivientes llamó a una ambulancia en primer lugar, en tanto que la mayoría llamó a un médico clínico por considerar que los síntomas "no eran suficientemente importantes como para llamar una ambulancia."
Aunque la mayoría de los sobrevivientes que participaron del estudio sufrieron dolor de pecho, "para muchos la idea de un ataque cardíaco agudo se relaciona sólo con un dolor de pecho muy fuerte acompañado por una caída y pérdida de conocimiento, lo cual puede suceder en una minoría de casos ... el inicio puede ser gradual, los síntomas intermitentes, y la ubicación del dolor, variable," afirman los autores. Y no sólo sucede en Glasgow, añaden los científicos. Es importante pedir ayuda rápidamente porque un tratamiento acelerado con un agente que desintegre los coágulos puede reducir prácticamente a la mitad el riesgo de muerte por ataques cardíacos y cada retraso de 30 minutos puede restar un año de vida, explican.
Desde ya, además de saber leer los síntomas como corresponde, es necesario el chequeo anual y modificar pautas de vida claramente nocivas como la alimentación con muchos lípidos, el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso.
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