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Esteroides Anabolizantes
Probablemente se traten de las sustancias dopantes mĆ”s populares y mĆ”s empleadas. En la red hay numerosas pĆ”ginas llenas de "consejos" y normas de utilización para consumirlos y conseguir ganar peso y musculatura. Tampoco faltan libros y folletos (como "The underground steroid handbook" del calificado gurĆŗ Dan Duchaine) circulando por algunas librerĆas y gimnasios llenos de "recomendaciones" de utilización. Casi todas ellas autĆ©nticas "aberraciones farmacológicas".
Los esteroides anabolizantes son productos naturales
Los anabolizantes son sustancias que promueven los procesos "constructivos" en el organismo. Es decir, facilitan o inducen el que sustancias sencillas procedentes por ejemplo de la dieta, pasen a formar parte de la materia viva, aumentando la masa muscular o la masa ósea. Los esteroides no son la Ćŗnica clase de productos que tienen esta propiedad (de hecho en artĆculos anteriores hemos comentado el caso del clembuterol...), pero una determinada clase de ellos ejercen esta misión en un momento clave de la vida. Los andrógenos, que es la clase de esteroides a la que nos referimos, se producen durante la pubertad del varón, y son los responsables de la llamada "diferenciación sexual"; del desarrollo completo de los genitales masculinos, la producción de espermatozoides, el crecimiento del vello y del pelo, la estimulación de la libido y la erección, el cambio de voz o el desarrollo del acnĆ©.
Por supuesto tambiĆ©n son responsables de efectos claramente anabólicos como el incremento de la masa muscular y ósea caracterĆstica del desarrollo del varón. Por tanto, es importante recordar que el efecto anabólico, que es el buscado en el deportista, va acompaƱado de un incremento de los caracteres sexuales masculinos (el denominado efecto virilizante o androgĆ©nico). Incluso esteroides artificiales, obtenidos por modificaciones quĆmicas de los naturales para potenciar el efecto anabolizante, no han eliminado el poder androgĆ©nico.
La diferenciación sexual de la mujer se producen por los estrógenos
Al igual que en el varón, durante la pubertad de la mujer se producen unas hormonas, tambiĆ©n de la familia de los esteroides, que son las responsables de la diferenciación sexual de la mujer. A estas sustancias se las denomina estrógenos e inducen el desarrollo mamario, del Ćŗtero y de la vagina e intervienen en el ciclo menstrual. Como se ve andrógenos y estrógenos, quĆmicamente son muy similares, pero tienen efectos opuestos en el organismo.
Los anabolizantes tienen escasa utilización en la prÔctica médica
Teóricamente, un medicamento que fuese capaz de desarrollar la musculatura y el tejido óseo tendrĆa numerosas aplicaciones en la prĆ”ctica mĆ©dica. La recuperación de enfermos tras una larga convalecencia, pacientes con graves quemaduras que pueden suponer perdidas musculares importantes, recuperación de huesos con osteoporosis debida a la edad... son sólo algunos ejemplos de situaciones conocida por el pĆŗblico en general en que un anabolizante serĆa de gran interĆ©s. Por esta la razón se han sintetizado y probado numerosas molĆ©culas buscando el efecto anabolizante puro. Sin embargo, hasta la fecha y como ya hemos comentado, no se ha logrado. Siempre ha quedado el efecto androgĆ©nico y virilizante.
En la actualidad los esteroides anabolizantes sólo son empleados en pacientes con un escaso desarrollo de sus órganos sexuales (hipogonadismo masculino). También se utilizan en algunas raras enfermedades como el edema angioneurótico hereditario, el liquen escleroso, y algunos tipos de cÔnceres.
La razón es que producen numerosas reacciones adversas
AdemĆ”s del desarrollo de los caracteres sexuales masculinos (que en la mujer puede traducirse en hirsutismo, cambios de voz, alteraciones menstruales...), los esteroides anabolizantes pueden interrumpir el crecimiento de los huesos en los adolescentes, reduciendo la talla mĆ”xima que podrĆa alcanzar el individuo. En el adulto puede agrandar la próstata y causar obstrucción uretral ademĆ”s de causar alteraciones de la libido, y comportamiento agresivo (locura esteroidea). Por otro lado, un aumento de andrógenos en el organismo del varón puede provocar que se transformen quĆmicamente en estrógenos (hormonas femeninas) causando ginecomastia (crecimiento de las mamas en el varón) y problemas de esterilidad.
A altas dosis, como las que se utilizan en ciertos cĆ”nceres producen retención de lĆquido y edemas, con el consiguiente riesgo de hipertensión, alteraciones cardiacas, y hemorragias cerebrales y muerte sĆŗbita.
Si la administración se mantiene durante largo tiempo, aunque sea a dosis bajas, pueden generar diversos tipos de cĆ”nceres en el hĆgado.
Para terminar, aunque no sean estos los únicos problemas que pueden dar los anabolizantes, también pueden reducir los niveles de HDL (el "colesterol bueno") por lo que incrementan el riesgo de ateroesclerosis, infarto, y muerte súbita.
Son tantos los problemas que pueden ocasionar, y tan pocas sus aplicaciones terapĆ©uticas que algunos paĆses han prohibido su utilización incluso como medicamentos (el Socialstyrelsen o Consejo Nacional de la Salud Sueco retiró de la venta todos los anabolizantes en 1988).
Los errores en la utilización de anabolizantes en los gimnasios
A parte del riesgo inherente de los anabolizantes, las guĆas de utilización que circulan por los gimnasios y en la red estĆ”n llenas de errores e imprecisiones que pueden incrementar el riesgo para el individuo que las estĆ” siguiendo. En muchos casos se habla del sistema de ensayo-error, para que el deportista seleccione el anabolizante o combinación de anabolizantes (stacking o apilamiento) que mejor le va. Ellos mismos denominan a esta tĆ©cnica "shotgunning" (disparando) y debemos considerarlo un nombre muy oportuno, ya que los efectos adversos de los distintos fĆ”rmacos empleados pueden sumarse y ocasionar graves consecuencias.
Otra gran "aberración farmacológica" es la recomendación de utilizar "megadosis". En una web dedicada a este tema se lee que "...si la dosis farmacológica de XXXX es de 4 a 6 mg dĆa, las dosis habituales que se consumen en el deportista son de cientos de miligramos". Aunque normalmente se recomienda el uso de ciclos de esteroides (stacks) con dosis decrecientes (tapering) y periodos de descanso, ya hemos comentado que con estas cantidades se producen retención de lĆquidos, hipertensión.... y muerte sĆŗbita. La combinación en esta situación con el uso de diurĆ©ticos, empleados en el culturismo para cortar y perfilar mĆ”s la musculatura, puede incrementar el riesgo de alteraciones cardĆacas.
Otra "aberración" bastante extendida entre las obras que recomiendan el uso de anabolizantes, es la asociación con tamoxifeno (nolvadex), un antiestrógeno que se utiliza en cĆ”nceres mamarios. Con su uso se pretende antagonizar la formación de estrógenos (hormonas sexuales femeninas) que se producen cuando se administran altas dosis de andrógenos, y evitar problemas de esterilidad, atrofia testicular, o ginecomastia (crecimiento del pecho en el varón). Como es sabido por el pĆŗblico en general, los medicamentos contra el cĆ”ncer son especialmente tóxicos para el paciente. El tamoxifeno, por su especial mecanismo de acción, no es de los mĆ”s peligrosos, pero puede causar retención de lĆquidos (que se puede asociar al de los esteroides), disminución del nĆŗmero de plaquetas en la sangre (las encargadas de formar los coĆ”gulos y evitar hemorragias) y alteraciones oculares tanto a nivel de córnea como de retina.
Otro gran error en el uso de anabolizantes, es permitir su aplicación en la adolescencia. Ya hemos visto que producen la fusión prematura de la epĆfisis de los huesos largos. La epĆfisis es la zona de los extremos de los huesos y es por donde se van alargando, y consiguiendo el crecimiento del individuo. El uso de anabolizantes cuando todavĆa no se ha completado el desarrollo va a impedir que el individuo alcance la altura y el tamaƱo que podrĆa alcanzar. A pesar de este contrasentido, el uso de esteroides estĆ” extendido en ciertos grupos de adolescentes. En el primer trabajo de esta serie comentĆ”bamos un estudio de la Universidad de Pensilvania en que afirmaban que hasta el 12% de los adolescentes estadounidenses habĆan consumido anabolizantes. Por otro lado, muchos sospechan que detrĆ”s de la escasa talla que han mostrado algunas de las gimnastas procedentes de los antiguos paĆses del este de Europa, se esconde la utilización de andrógenos. Nota: en este artĆculo no se ha citado ningĆŗn nombre de esteroides (ni quĆmico ni comercial) para evitar una posible mala utilización de los mismos.
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