El Zinc como un supernutriente esencial para el ser humano
Este mineral está presente en todo nuestro cuerpo. Es esencial para funciones de gran importancia como la digestión, la reproducción y el crecimiento. El zinc está relacionado con el rendimiento de diversos sistemas del organismo. La lista de beneficios que se le atribuyen es extensa y, en ocasiones, ambiciosa: ¿puede el zinc realmente combatir las infecciones y cicatrizar las heridas?
Se encuentra en cada célula
El zinc está presente en todas las células animales y vegetales. Este componente es necesario para la síntesis del ADN (material genético) y la regeneración de los tejidos, razón por la que es un elemento clave para un crecimiento y desarrollo apropiados durante la infancia. El zinc es un componente esencial de más de cien enzimas que participan en la digestión y el aprovechamiento de las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono, y está estrechamente relacionado con la producción de energía. Además, el zinc fortalece el sistema inmunológico y, por este motivo, su potencial para combatir las infecciones y cicatrizar las heridas ha suscitado un interés considerable.
¿Una cura para combatir las infecciones?
El zinc es necesario para el desarrollo de los linfocitos T, glóbulos blancos que atacan a los virus y las bacterias perjudiciales para nuestro organismo, contribuyendo a combatir las infecciones. Según algunos estudios, los niños desnutridos con bajos niveles de zinc que toman suplementos de este elemento experimentan un aumento en el número de linfocitos T y una reducción de la gravedad y duración de sus infecciones. (1)
A partir de este resultado, se ha realizado una serie de investigaciones durante varios años con el fin de averiguar si los tratamientos con zinc, como las pastillas y los aerosoles nasales, son una terapia alternativa eficaz contra el resfriado. En un análisis reciente de cuatro estudios exhaustivos y bien diseñados, no se halló ningún efecto terapéutico en las pastillas o geles nasales de zinc. (2)
Cicatrización de heridas
Los suplementos de zinc resultan útiles en el tratamiento de problemas cutáneos como las úlceras en las piernas, pero sólo en aquellas personas cuyos niveles iniciales de zinc son bajos. Las pomadas a base de zinc aplicadas directamente sobre la herida resultan más eficaces que los suplementos a la hora de reducir la infección y estimular la cicatrización. Actualmente, el zinc es un elemento muy común en las cremas para el acné y en los champúes para las afecciones del cuero cabelludo por sus propiedades cicatrizantes. (3)
El zinc en la alimentación
El zinc está presente en una gran variedad de alimentos, por lo que es probable que una alimentación variada proporcione un consumo de zinc adecuado. Éste es de unos 7 mg. diarios para las mujeres y 9 mg. para los hombres. Sin embargo, dado que la carne roja es una de las mejores fuentes de zinc y que los fitatos que se encuentran en los alimentos vegetales reducen la absorción de zinc, los vegetarianos deben asegurarse de incluir en su dieta diaria alimentos tales como productos lácteos, huevos, cereales integrales, frutos secos y legumbres. Tanto las mujeres embarazadas como las lactantes deben tomar 2 mg. adicionales al día para asegurar un aporte adecuado para el bebé, aunque el exceso de alimentos que consumen ya garantiza esta cantidad.
Dosis excesivas
El consumo accidental de dosis de más de 200 mg. de zinc es muy peligroso y provoca náuseas y vómitos, mientras que un consumo prolongado de suplementos puede interferir con la absorción del cobre y el hierro. Esto se debe a que el cobre, el hierro y el zinc compiten por utilizar la misma vía para pasar del intestino al torrente sanguíneo, por lo que el consumo excesivo de un mineral afectará a la absorción de los demás.
Consumo óptimo
En Europa la mayoría de la población consume unos niveles adecuados de zinc gracias a una alimentación equilibrada y no suele ser necesario tomar suplementos (4).
Los síntomas explícitos de la falta de zinc, como un
crecimiento infantil deficiente, la impotencia y las lesiones
cutáneas, son poco comunes, pero si existe la mínima
sospecha de una carencia de zinc es muy importante
buscar asesoramiento médico. Por regla general, una dieta
equilibrada basta para proporcionar todos los nutrientes
necesarios, y los suplementos sólo son útiles si no se
obtienen suficientes nutrientes a través de la alimentación
(por ejemplo, en caso de consumo calórico inadecuado,
alcoholismo o enfermedades digestivas).
Referencias
1. Black R.E. (1998). Therapeutic and preventive effects of
zinc on serious childhood infectious diseases in developing
countries. American Journal of Clinical Nutrition 68:476S479S
2. Caruso T.J. et al. (2007). Treatment of naturally acquired common colds with zinc: a structured
review. Clinical Infectious Diseases 45:569-574
3. Lansdown A.B. et al. (2007). Zinc in wound healing: theoretical, experimental and clinical aspects.
Wound Repair and Regeneration 15:2-16
4. Wuehler S.E. et al. (2005). Use of national food balance data to estimate the adequacy of zinc in
national food supplies: methodology and regional estimates. Public Health Nutrition 8:812-819
5. UK Food Standard Agency, Eat Well Be Well section
(http://www.eatwell.gov.uk/healthydiet/nutritionessentials/vitaminsandminerals/zinc/)
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