El aceite rojo de palma ha irrumpido en la escena de la salud como un alimento milagroso, ayudando a curar todo, desde enfermedades cardiova...
El aceite rojo de palma ha irrumpido en la escena de la salud como un alimento milagroso, ayudando a curar todo, desde enfermedades cardiovasculares hasta el cáncer y la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, mientras se hace en todo el mundo más popular, un oscuro secreto ha salido a la luz. Debido a su valor lucrativo, las selvas tropicales de Malasia e Indonesia son destruidas y reemplazadas por plantaciones de palma africana – poniendo en grave peligro el hábitat de muchas especies raras de aves, orangutanes, elefantes pigmeos y los leopardos nublados. Mediante que esta deforestación avanza a la velocidad de la luz, se crea una gran huella de carbono también.
Beneficio excepcionales
Durante mucho tiempo ha sido popular en los países asiáticos, el aceite rojo de palma se ha convertido en una sustitución saludable para los aceites que contienen grasas trans. Y ahora, las variedades extra virgen se han elevado a la condición de súper-alimento . La investigación ha demostrado que el aceite puede ayudar a aumentar la inmunidad, ayuda a sanar el hígado y la función pulmonar, ayuda en la pérdida de grasa, mejorar el metabolismo del azúcar y fortalece los huesos y los dientes. Tiene un alto contenido de beta-caroteno, vitamina E y K junto con la Coenzima Q10, el aceite rojo de palma tiene un impresionante perfil nutricional.
Pero antes de salir corriendo a comprar su propio milagro en un frasco, aquí es algo a considerar: Las repercusiones devastadoras de la producción.
Demanda por el aceite de palma genera resultados graves. Indonesia entró en la economía mundial durante la década de 1980 y ahora es uno de los dos mayores productores de aceite rojo de palma en el mundo. Como resultado a creado deforestación para despejar tierras y poner plantaciones, “al menos la mitad de los orangutanes salvajes del mundo han desaparecido en los últimos 20 años, las poblaciones biológicamente viables de orangutanes se han reducido radicalmente en tamaño y número, y el 80 por ciento del hábitat del orangután ha sido despoblado o totalmente destruido “, dijo la doctora Birute Mary Galdikas, la mayor autoridad del mundo en el orangután. Ella cree que los animales podrían extinguirse en 10 años.
El medio ambiente sufre también. Cada vez que un bosque es cortado, o quemado, los ecosistemas delicados, el planeta y sus habitantes pagan el precio. Y gases de efecto invernadero se dispersan.
El mito de la producción sostenible
A medida que estos problemas graves adquieren mayor atención de los medios de comunicación, los consumidores en los Estados Unidos y Europa están buscando versiones sostenibles del aceite. Por desgracia, las normas de sostenibilidad han demostrado ser ineficaces. Un ejemplo de ello: La Mesa Redonda sobre el Aceite Rojo de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en ingles) es un organización de certificación mundial que creó ocho principios con los 39 criterios específicos que deben cumplir los productores para la certificación.
Sin embargo, según Worldwatch:
“El Centro con sede en Yakarta para la Protección del orangután se ha opuesto directamente al sistema de certificación. El grupo dijo el año pasado que encontró dos empresas miembros de la RSPO cortando bosques que eran el hogar de orangutanes, osos sol y gibones borneo.” Han pasado seis años después de que la RSPO se puso en efecto, pero los bosques siguen siendo despejados y los orangutanes mueren continuamente “, dijo Novi Hardianto, coordinador del programa hábitat del Centro, en un comunicado de prensa.” Todos los criterios sobre el aceite rojo de palma sostenible y el proceso de certificación no son más que mentiras públicas. ”
Posibles soluciones
Hasta que la producción de aceite rojo de palma se preste realmente cpmo sostenible, llevará una etiqueta de precio muy alto para la fauna, el medio ambiente y las comunidades indígenas. Galdikas cree que una solución se puede encontrar mediante el empoderamiento de los agricultores y la población local que tienen un interés financiero en la conservación del bosque. Ella también iente que la comunidad internacional debe asumir la responsabilidad por boicotear los productos que contienen el aceite – incluyendo jabones, detergentes, cosméticos, biocombustibles, velas y una variedad de alimentos procesados.
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