Bruce Lipton cree que el 98 por ciento de todas las enfermedades son causadas por el medio ambiente, mientras que apenas el dos por ciento d...
Bruce Lipton cree que el 98 por ciento de todas las enfermedades son causadas por el medio ambiente, mientras que apenas el dos por ciento de las enfermedades pueden atribuirse a la predisposición genética. Trabajando como investigador de células madre en la Universidad de Stanford, Lipton ha descubierto una verdad sorprendente: Nuestra composición genética tiene muy poca influencia sobre nuestra salud mientras que el impacto de la química en el cuerpo es mucho más importante de lo que se pensaba. La llave para abrir el bienestar excepcional se encuentra realmente en la mente subconsciente – si reprogramamos nuestros hábitos de pensamientos negativos, creamos una nueva química interna que permite la curación espontánea y salud perfecta.
Las células responden al medio ambiente, no estamos predeterminados al código genético
Durante una entrevista en la televisión GREENMED, Lipton exploró las consecuencias de su descubrimiento de que las células madre genéticamente idénticas se comportan de manera diferente cuando se coloca en diferentes placas de petri. Algunos podrían convertirse en células óseas, células musculares, etc. Todo dependía en el medio ambiente químico específico, no el código genético. Empezó a preguntarse el doctor Lipton cómo esta relacionado con el cuerpo humano y sus 50 trillones de células.
La mente subconsciente como maestro
Lipton aplicó sus conclusiones al medio ambiente del cuerpo, es decir, cómo la química humana es influenciada. Él encontró que la mente subconsciente (que controla el 95 por ciento de nuestros pensamientos, acciones, creencias y emociones) está cambiando constantemente nuestra química interna. Cuando tenemos un pensamiento o percepción, desencadena una serie de reacciones químicas en el cuerpo. Si la idea es positiva, se creará un ambiente químico favorable – que conduce a estados mentales positivos junto con procesos corporales armoniosos. Sin embargo, si la idea es negativa, estresante o basada en el miedo, l abioquímica inunda el sistema con hormonas de estrés y nos da un mensaje que conduce a la enfermedad y la falta de armonía, esencialmente cerrando el sistema de inmunidad. Esto crea un serio dilema, porque la mayoría de nuestros pensamientos son inconscientes y proveninentes de la programación que hemos adoptado durante la infancia.
Desprogramar y prosperar
Hasta los siete años, cada persona es como una esponja – absorbe la información, los rasgos, el comportamiento, así como las creencias de la familia y la sociedad. Según Lipton, desde el nacimiento hasta las siete años, hay muy poco pensamiento consciente. Simplemente estamos tomando todo lo que vemos que a su vez da forma a la manera en que pensamos de nuestro mundo. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros tenemos creencias basadas en pensamientos negativos, el sentido de escasez y competencia. Como adultos, estos programas negativos no sólo se manifiestan como problemas de salud, pero también dificultades económicas, malestar mental y otros desafíos de la vida.
El secreto esta en sintonizar nuestros hábitos programados y estar conscientes. Y esto requiere ser consciente de los pensamientos en nuestras cabezas. Una vez que vemos los patrones de pensamiento y reacciones habituales, podemos empezar a romper el ciclo y tomar decisiones de cómo vamos a responder, pensar y comportaros. Pero esto no es algo donde pasamos por alto lo que realmente estamos sintiendo. Todo lo contrario. Nos volvemos conscientes de nuestros pensamientos y emociones persistentes. A continuación, puede elegir un camino diferente, que es más compatible con la vida y más alegre. Se requiere compromiso y dedicación, sin embargo, una vez que el proceso se pone en marcha y la programación temprana pierde su control, empezamos a crear “el cielo en la tierra”, dice Lipton. La vitalidad y salud aumentan la felicidad. Y los problemas quedan en el pasado. Es más, los milagros comienzan a aparecer cuando tenemos el control total de nuestra conciencia, Lipton afirma. La curación espontánea es sólo un ejemplo.
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