El único otro país del continente americano, además de Ecuador a prohibido completamente los transgénicos de ser cultivados dentro de sus fr...
El único otro país del continente americano, además de Ecuador a prohibido completamente los transgénicos de ser cultivados dentro de sus fronteras, la nación sudamericana de Perú ha hecho una promesa de ayudar a proteger no sólo a sus propios ciudadanos, sino también a la gente de los países a quien exporta cultivos de los horrores de la biotecnología. Según lo informado por CSMonitor.com, Perú ha implementado con éxito una moratoria de 10 años sobre los transgénicos, mientras que extensas pruebas de seguridad a largo plazo se llevan a cabo.
Lograr lo que prácticamente ningún otro país en el Norte, Centro o Sudamérica ha tenido la voluntad o la audacia de intentar, Perú ha dicho en esencia que la industria de la biotecnología puede tomar sus alimentos “Frankestein” y meterlos donde el sol no calienta. No sólo son los transgénicos peligrosos para el medio ambiente y los seres humanos, de acuerdo con muchos expertos y agricultores locales, sino que también amenazan con erradicar la rica biodiversidad que ha sostenido muchas civilizaciones de Perú durante milenios.
“Son un gran monocultivo, por eso la gente termina usando transgénicos” dice el chef Pedro Miguel Schiaffino acerca de los inconvenientes de la agricultura industrial, citado por CSMonitor.com. Schiaffino es propietario de dos restaurantes en Lima que sirven alimentos puros, naturales, incluyendo muchas variedades únicas que sólo se encuentran en la selva amazónica. “cuando usted tiene monocultivos, los cultivos terminan enfermándose y hay que buscar formas extremas de solucionarlos.”
Así que para evitar la pérdida completa de una tradición agrícola que ha incorporado desde hace tiempo la diversidad de cultivos nativos e indígenas, los peruanos han decidido no permitir la violación y el saqueo de la riqueza de sus suelos con transgénicos tóxicos. Y en el proceso, este embargo ayudará a perpetuar las prácticas de la biodiversidad nativa que han sostenido los peruanos desde los días en que el Imperio Inca reinó supremo.
Transgénicos y la biodiversidad simplemente no pueden coexistir
Reconociendo que la gran mayoría de nuestros políticos nacionales y corporativos generosamente pagados se niegan a reconocer que los transgénicos intrínsecamente, contradicen a la madre naturaleza. Las formas en las que se plantan transgénicos, se cultivan y cosechan son altamente insostenibles y conducen a mayores problemas tanto para el medio ambiente y para el ser humano. Los estadounidenses ahora están viendo las consecuencias de la adopción de transgénicos en forma de epidemias de enfermedades crónicas, el agotamiento del suelo generalizado, la aparición de “superinsectos” y “super hierbas” resistentes a pesticidas/insecticidas, y la contaminación química.
“Al final, no es una ley que en contra de cualquier cosa”, dice Antonietta Gutiérrez, bióloga de la Universidad Nacional Agraria, sobre la prohibición de los transgénicos en Perú. “Esta es una ley a favor de la bioseguridad. La idea es que debe haber una forma responsable de utilizar la tecnología de manera que nos ayude a desarrollar los recursos. Y, al mismo tiempo, no destruir lo que ya tenemos.”
En la actualidad, los alimentos que contienen transgénicos que se cultivan en otros países todavía pueden ser vendidos en Perú. Una ley aprobada en el 2011 tenía la intención de exigir el etiquetado de los alimentos que contienen transgénicos, sin embargo, los términos y condiciones de dichos requisitos aún no se han establecido. Un estudio reciente realizado por la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios encontró que entre 13 productos alimenticios convencionales observados, aproximadamente el 77 por ciento resultaron contener transgénicos.
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