La mayoría de las personas tienen sus propios estilos particulares de música que disfrutan. La música es una de las alegrías más grandes de ...
La mayoría de las personas tienen sus propios estilos particulares de música que disfrutan. La música es una de las alegrías más grandes de la humanidad y es eficaz en la estimulación del cerebro y mejora el aprendizaje. Escuchar música estimula el cerebro a través de diversos circuitos neuronales que estimulan un mejor metabolismo cerebral. Escuchar música agradable mejora la función cerebral.
El cerebro está dividido en dos hemisferios grandes llamados los hemisferios derecho e izquierdo. El cerebro derecho se cree procesa información a través de imágenes creativas. El hemisferio izquierdo es el lado analítico que controla el procesamiento verbal y matemático. El cuerpo calloso conecta los hemisferios derecho e izquierdo y controla la comunicación entre estos dos.
La música ayuda a conectar los hemisferios cerebrales
La música es única, ya que activa un amplio conjunto de neuronas a través del cuerpo calloso. Esto crea un estado de armonía entre los dos hemisferios. Las melodías no verbales de música estimulan el cerebro derecho, mientras que el canto estimula el centro del lenguaje en el hemisferio izquierdo.
La música tiene el increíble potencial para alterar el estado de conciencia de un individuo. La musicoterapia se ha demostrado que cambia la percepción de tiempo de una persona y estimula emociones únicas y recuerdos. Escuchar música aumenta la liberación de endorfinas que levanta el ánimo y activa las emociones positivas y los estados de euforia.
La música aumenta las energías creativas
La música también estimula las energías creativas a través de la producción de ondas alfa y theta. Grandes flujos de ondas alfa inducen estados de mayor creatividad mientras que las ondas theta se asocian con soñar, aprender y relajarse.
La clave para aumentar las energías creativas es escuchar el tipo de música que más te gusta. Si quieres más inspiración en lenguaje y matemáticas tendría sentido escuchar música con vocalización, mientras que la música sin palabras estimula los sentidos más artísticos y visuales.
Estos tipos de música también pueden ser utilizado para ayudar a equilibrar los hemisferios eficazmente. Una persona que tiene un trabajo enfocado en el cerebro izquierdo, como un contador puede experimentar un aumento en el nivel de paz y estabilidad cuando escuchan música clásica o de otro tipo de música de ese estilo.
Alguien con un cerebro principalmente izquierdo (por ejemplo, un artista) puede hacer bien con el rock-n-roll o la música lírica para estimular su cerebro derecho. Todo esto es subjetivo a las tendencias únicas y sutilezas de la investigación individual, pero más estudios apuntan en la dirección de utilizar la música para equilibrar y estabilizar los hemisferios.
Musicoterapia y su salud
La música clásica o ligera ayuda a reducir la presión arterial. Los investigadores han demostrado que escuchar música relajante durante períodos de tiempo cada día es extremadamente eficaz para la estabilización de la presión arterial.
La musicoterapia se usa para ayudar a los pacientes con enfermedades neurológicas mediante la estimulación de regiones únicas y mejora el flujo sanguíneo y el metabolismo del cerebro. Este tipo de terapia fue popularizado por el Dr. Oliver Sacks y apareció en la película “Awakenings”.
Musicoterapia y la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer está asociada con daño en el lóbulo temporal que se utiliza para el proceso y dirigir memorias. La música estimula no sólo los recuerdos, sino otras circunstancias que rodean esa experiencia musical. Los investigadores han descubierto que escuchar música puede estimular indirectamente fragmentos de memorisa que de otra manera no serían recuperadas. Esto ayuda a proporcionar comodidad emocional y mejorar la función cerebral.
Musicoterapia y la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un proceso patogénico que destruye los ganglios basales. Esta región del cerebro organiza los pensamientos y movimientos en acciones. Fuertes latidos rítmicos y musicales estimulan el control de la celulas que controlan nuestras acciones, el movimiento y la coordinación. La combinación de esta música con pasos de baile y otros movimientos se ha demostrado que mejora la velocidad y la coordinación de las personas con Parkinson.
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