El entrenamiento en las cintas de correr puede resultar lesivo para los pies, tobillos y rodillas, sin embargo las mƔquinas de correr de a...
El entrenamiento en las cintas de correr puede resultar lesivo para los pies, tobillos y rodillas, sin embargo las mÔquinas de correr de alta calidad proporcionan una buena amortiguación que evita los problemas.
Tienes que tener cuidado con los cambios de inclinación, para que sean muy suaves (apenas dos o tres grados por semana como mucho).
Cambios bruscos pueden producir dolores en las rodillas y tobillos.
La primera vez que desciendes de la cinta de correr podrĆas sentirte algo mareado. Para poco a poco, siĆ©ntate, bebe agua a sorbos y relĆ”jate, los mareos deberĆan desaparecer.
Comienza con un entrenamiento sencillo y progresivo (ej.: 5 minutos de caminata a paso lento, 10 minutos de caminata apurando el paso, 5 minutos de caminata a paso ligero inclinando ligeramente la cinta de correr). Recuerda la importancia de dedicar los primeros y Ćŗltimos minutos a calentar y enfriar para evitar lesiones.
Una buena postura también es clave para evitar lesiones. Pon la espalda recta, los abdominales tensos y relaja los hombros y brazos. Concéntrate en la respiración, y evita estar continuamente mirando al monitor de la velocidad.
No corras con las manos sobre las manillas, ya que el entrenamiento serĆ” mucho menos efectivo.
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