Karen McDougal y Katie Lohmann pueden parecer extremos opuestos, pero tienen mucho en comĆŗn. Por un lado, como ex–Playmates del mes de Playb...
Karen McDougal y Katie Lohmann pueden parecer extremos opuestos, pero tienen mucho en comĆŗn. Por un lado, como ex–Playmates del mes de Playboy (Karen en diciembre del ’97 y Katie en abril del ’01) pertenecen a una hermandad especial. Por otro lado, las dos han aparecido en la portada de Iron Man, pasando a formar parte de una hermandad aĆŗn mĆ”s rara: importantes modelos que han hecho la transiciĆ³n al fitness.
Para las dos mujeres, la conexiĆ³n con Playboy llegĆ³ temprano en sus carreras. Karen, que fue nombrada Playmate del aƱo en 1998 y fue subcampeona en el 2001 ante una encuesta realizada a los lectores sobre las Playmates mĆ”s sexys de los ’90, fue animadora y jugaba al voleibol y al softbol cuando era una niƱa, pero sobre todo lo que seƱala es que era una, “niƱa remilgada.”
NaciĆ³ el 23 de marzo de 1971, en Merrillville, Indiana , Estados Unidos. Aunque mide 1’73, esta chica morena siempre quiso ser modelo, “nunca pensĆ© que tuviese lo que se necesitaba”, dice. Era maestra de preescolar en Michigan, cuando ganĆ³ un concurso de baƱadores y fue descubierta por un fotĆ³grafo de Playboy.
“Playboy me diĆ³ la confianza. Me abriĆ³ las puertas,” dice, “todo, desde el mundo del modelaje hasta la actuaciĆ³n o incluso organizar actos para organizaciones benĆ©ficas.” Su migraciĆ³n a modelos de fitness no fue intencional. “DiĆ³ la casualidad que estaba en muy buena forma, asĆ que empezaron a llamarme para salir en revistas de fitness.” McDougal saliĆ³ en Hardbody de Iron Man en enero del ’06 y apareciĆ³ en la portada de junio del ’07 con Sebastian Siegel. “Creo que es estupendo que a los 38 aƱos pueda hacer este tipo de cosas,” dice.
La carrera de Katie fue de todo menos accidental. DescubriĆ³ su talento a edad temprana. “Siempre me ha gustado la cĆ”mara,” dice. “Mi madre se dedicaba a coser y vender mantas y siempre querĆa hacerme fotos con ellas porque pensĆ© que podrĆa ayudar a venderlas.”
Esta rubia de 1,63 de ojos color avellana, que creciĆ³ en Arizona, Estados Unidos, empezĆ³ crear su book de modelo a los cinco aƱos. DespuĆ©s del instituto se mudĆ³ a Los Ćngeles, la sesiĆ³n con Playboy estaba garantizada. “Tuve suerte porque el primer lugar en el que vivĆ en Los Ćngeles fue en la MansiĆ³n de Playboy,” dice. “Me pusieron en contacto con agentes y tenĆa que ir a fiestas. Tomaba el tĆ© en casa de Rod Stewart. He estado allĆ 9 aƱos y ha sido un viaje increĆble.”
Algo interesante es que Lohmann estuvo jugando como quarterback para Los Ćngeles en la Liga de fĆŗtbol americano en lencerĆa del 2006 (Lingerie Bowl).
“Siempre he sido muy atlĆ©tica, jugaba a todos los deportes que puedas imaginar, pero nunca al fĆŗtbol americano porque eso era para chicos,” dice. TenĆa que ser la quarterback porque, “durante la prueba interceptĆ© el balĆ³n y corrĆ unos 9 metros.”
Como Karen, la entrada de Katie en el modelaje de fitness ocurriĆ³ por accidente.
En un casting hace varios aƱos, le dijeron que no tenĆa la apariencia adecuada para el fitness. De manera que, para demostrar que el fotĆ³grafo estaba equivocado, consiguiĆ³ salir en muchas revistas, incluyendo apariciones en la portada de Iron Man en julio del ’05 y julio del ’06. Tanto ella como Karen entrenan con regularidad. Karen entrena cinco dĆas a la semana durante una hora u hora y media y Katie lleva a cabo clases de ejercicios en un campamento militar tres veces a la semana y tambiĆ©n entrena en el gimnasio de su casa.
Karen McDougal y Katie Lohmann son buenas amigas. “Es muy fĆ”cil trabajar con Katie,” dice Karen. “A la gente le encanta contratarnos juntas porque somos el yin y el yang – la rubia y la morena – y nos encontramos muy bien juntas.
“Somos muy similares pero tambiĆ©n somos bastante diferentes,” admite Katie.
“Tenemos Playboy en comĆŗn. Las dos tenemos los pies sobre la tierra. Y a las dos nos gusta mantenernos en forma y hacer buenas sesiones de fotos.”
¿Las diferencias? ¿AdemĆ”s de que una es rubia y la otra morena?
“Yo soy un poco mĆ”s extrovertida que Karen,” dice Katie. “Karen es mĆ”s reservada. Tiene una verdadera presencia de modelo – y, cuando entra en una habitaciĆ³n, es probable que intimide a mucha gente.”
Una razĆ³n por la que las dos encajan tan bien es el sentido del humor que tienen.
“Las dos somos divertidas,” dice Karen. “Nos gusta reĆr y hacer que la gente se sienta bien. “TambiĆ©n hablamos mucho, no nos callamos.”
Para las dos mujeres, la conexiĆ³n con Playboy llegĆ³ temprano en sus carreras. Karen, que fue nombrada Playmate del aƱo en 1998 y fue subcampeona en el 2001 ante una encuesta realizada a los lectores sobre las Playmates mĆ”s sexys de los ’90, fue animadora y jugaba al voleibol y al softbol cuando era una niƱa, pero sobre todo lo que seƱala es que era una, “niƱa remilgada.”
NaciĆ³ el 23 de marzo de 1971, en Merrillville, Indiana , Estados Unidos. Aunque mide 1’73, esta chica morena siempre quiso ser modelo, “nunca pensĆ© que tuviese lo que se necesitaba”, dice. Era maestra de preescolar en Michigan, cuando ganĆ³ un concurso de baƱadores y fue descubierta por un fotĆ³grafo de Playboy.
“Playboy me diĆ³ la confianza. Me abriĆ³ las puertas,” dice, “todo, desde el mundo del modelaje hasta la actuaciĆ³n o incluso organizar actos para organizaciones benĆ©ficas.” Su migraciĆ³n a modelos de fitness no fue intencional. “DiĆ³ la casualidad que estaba en muy buena forma, asĆ que empezaron a llamarme para salir en revistas de fitness.” McDougal saliĆ³ en Hardbody de Iron Man en enero del ’06 y apareciĆ³ en la portada de junio del ’07 con Sebastian Siegel. “Creo que es estupendo que a los 38 aƱos pueda hacer este tipo de cosas,” dice.
La carrera de Katie fue de todo menos accidental. DescubriĆ³ su talento a edad temprana. “Siempre me ha gustado la cĆ”mara,” dice. “Mi madre se dedicaba a coser y vender mantas y siempre querĆa hacerme fotos con ellas porque pensĆ© que podrĆa ayudar a venderlas.”
Esta rubia de 1,63 de ojos color avellana, que creciĆ³ en Arizona, Estados Unidos, empezĆ³ crear su book de modelo a los cinco aƱos. DespuĆ©s del instituto se mudĆ³ a Los Ćngeles, la sesiĆ³n con Playboy estaba garantizada. “Tuve suerte porque el primer lugar en el que vivĆ en Los Ćngeles fue en la MansiĆ³n de Playboy,” dice. “Me pusieron en contacto con agentes y tenĆa que ir a fiestas. Tomaba el tĆ© en casa de Rod Stewart. He estado allĆ 9 aƱos y ha sido un viaje increĆble.”
Algo interesante es que Lohmann estuvo jugando como quarterback para Los Ćngeles en la Liga de fĆŗtbol americano en lencerĆa del 2006 (Lingerie Bowl).
“Siempre he sido muy atlĆ©tica, jugaba a todos los deportes que puedas imaginar, pero nunca al fĆŗtbol americano porque eso era para chicos,” dice. TenĆa que ser la quarterback porque, “durante la prueba interceptĆ© el balĆ³n y corrĆ unos 9 metros.”
Como Karen, la entrada de Katie en el modelaje de fitness ocurriĆ³ por accidente.
En un casting hace varios aƱos, le dijeron que no tenĆa la apariencia adecuada para el fitness. De manera que, para demostrar que el fotĆ³grafo estaba equivocado, consiguiĆ³ salir en muchas revistas, incluyendo apariciones en la portada de Iron Man en julio del ’05 y julio del ’06. Tanto ella como Karen entrenan con regularidad. Karen entrena cinco dĆas a la semana durante una hora u hora y media y Katie lleva a cabo clases de ejercicios en un campamento militar tres veces a la semana y tambiĆ©n entrena en el gimnasio de su casa.
Karen McDougal y Katie Lohmann son buenas amigas. “Es muy fĆ”cil trabajar con Katie,” dice Karen. “A la gente le encanta contratarnos juntas porque somos el yin y el yang – la rubia y la morena – y nos encontramos muy bien juntas.
“Somos muy similares pero tambiĆ©n somos bastante diferentes,” admite Katie.
“Tenemos Playboy en comĆŗn. Las dos tenemos los pies sobre la tierra. Y a las dos nos gusta mantenernos en forma y hacer buenas sesiones de fotos.”
¿Las diferencias? ¿AdemĆ”s de que una es rubia y la otra morena?
“Yo soy un poco mĆ”s extrovertida que Karen,” dice Katie. “Karen es mĆ”s reservada. Tiene una verdadera presencia de modelo – y, cuando entra en una habitaciĆ³n, es probable que intimide a mucha gente.”
Una razĆ³n por la que las dos encajan tan bien es el sentido del humor que tienen.
“Las dos somos divertidas,” dice Karen. “Nos gusta reĆr y hacer que la gente se sienta bien. “TambiĆ©n hablamos mucho, no nos callamos.”
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