Desde que asesinaron a SebastiĆ”n Forza, DamiĆ”n FerrĆ³n y Leopoldo Bina, mi vida se convirtiĆ³ en un calvario. Y mucho tienen que ver los medio...
Desde que asesinaron a SebastiĆ”n Forza, DamiĆ”n FerrĆ³n y Leopoldo Bina, mi vida se convirtiĆ³ en un calvario. Y mucho tienen que ver los medios porque la gente les cree mĆ”s que a la Justicia. DeclarĆ© ocho horas ante el fiscal de Mercedes Juan Ignacio Bidone y no tengo nada que ocultar. Lo Ćŗnico que hice fue conocerlos a todos.” El que habla por telĆ©fono, enojado y temeroso a la vez, es Pablo HĆ©ctor Quaranta, de 38 aƱos y fisicoculturista.
Hoy, Quaranta sabe tanto de potenciadores musculares y de anabĆ³licos como del entramado que se fue gestando en su Megacentro de NutriciĆ³n Deportiva, en Federico Lacroze 3104, Capital (Argentina). Fue socio de SebastiĆ”n Forza y MartĆn LĆ³pez Magallanes, tuvo a Ibar Esteban PĆ©rez Corradi como inversionista y contratĆ³ a Emiliano Marcos, el testigo muerto en las vĆas del tren. Por la circulaciĆ³n de los personajes clave involucrados en el triple crimen, el local es apodado “la pulperĆa” entre los allegados a la causa.
Quaranta siente que estuvo en el lugar equivocado en el momento justo. Su relato permite ubicar las piezas sueltas que explican cĆ³mo se fueron tejiendo las conflictivas relaciones comerciales entre Forza y PĆ©rez Corradi.
En la agenda de Quaranta, ambos personajes aparecen a mediados de los ‘90: “En 1995 trabajaba en una farmacia de Flores y conocĆ a Forza, que era visitador mĆ©dico y cliente. Se formĆ³ una linda amistad, Ć©l tenĆa 20 aƱos y le gustaban mucho los autos, los perfumes y los relojes, como a mĆ. Le comprĆ© un Gol y despuĆ©s una camioneta. Para cuando conociĆ³ a Solange Bellone, empezĆ³ a interesarse en importar y vender productos para fisicoculturismo. Pero, de a poco, SebastiĆ”n se fue a otro mundo”.
TambiĆ©n en esa farmacia, Quaranta entablĆ³ relaciĆ³n con PĆ©rez Corradi: “Era una luz, un tipo sumamente inteligente que hacĆa negocios las veinticuatro horas del dĆa. Compraba y proveĆa aminoĆ”cidos, proteĆnas y algunos esteroides importados que me interesaban para mi actividad fĆsica. Yo le presentĆ© a SebastiĆ”n, porque Corradi necesitaba tamoxieno, un producto oncolĆ³gico que Forza podĆa tener”.
–¿CĆ³mo siguiĆ³ su relaciĆ³n con Forza?
–En el 2003, SebastiĆ”n tenĆa la droguerĆa de productos oncolĆ³gicos Seacamp en sociedad con LĆ³pez Magallanes. Juntos, me ofrecieron poner una farmacia, que estaba habilitada y en la que iba a figurar como Ćŗnico dueƱo, mediante un acuerdo de palabra. Forza puso las garantĆas para el alquiler. Pero a los dos meses el ex dueƱo de la farmacia dio de baja la categorĆa, y no pudimos habilitarla. En octubre del 2003 tuve las llaves del local de Lacroze y Freire. EmpecĆ© vendiendo los productos para deportistas. SebastiĆ”n se peleĆ³ con Magallanes por algo muy serio, que lo tenĆa loco... no te puedo decir mĆ”s”.
Quaranta recuerda a Ariel VilĆ”n, “amigote” (y socio) de Magallanes en la droguerĆa Unifarma, acercĆ”ndose a su local, interesado en vender productos dietarios. “Era el che pibe del ‘Gordo’. La Ćŗltima vez que lo vi fue en el 2004.”
–Fue socio de PĆ©rez Corradi en Odin Concept.
–Esteban solĆa traerme suplementos que importaba de Estados Unidos y de China para que yo vendiera. En el 2006 me ofreciĆ³ asociarme y remodelar el local para habilitarlo como farmacia y me comentĆ³ que era el socio financiero de Forza, le cambiaba cheques y se pasaban clientes. Ćl invirtiĆ³ en la remodelaciĆ³n, yo aportĆ© el contrato de alquiler y pasĆ© a integrar la sociedad con el 40 por ciento que me transfiriĆ³ su hermano Eugenio Corradi.
El proyecto durĆ³ lo que un suspiro. Las ideas de Corradi no eran sĆ³lo los preparados para deportistas. “TenĆa un socio contactado con mutuales y con droguerĆas oncolĆ³gicas y sus intenciones eran preparar medicamentos oncolĆ³gicos y para enfermos de HIV. Me pareciĆ³ que se estaba metiendo con los grandes laboratorios. Le pedĆ cuatro meses para irme del local y me dijo: ‘Quedate y me pagĆ”s mil dĆ³lares por mes de alquiler. MĆ”s que plata, me vas a deber un favor’. Era una persona nerviosa y ambiciosa, pero tenĆamos una buena relaciĆ³n. A su pedido, volvĆ a vender mis acciones a un tal Cabrera, que nunca conocĆ.” Se refiere a Jorge AdriĆ”n Cabrera, a su vez socio de MartĆn Lanatta, detenido en la causa como presunto homicida.
Pero las buenas migas no llegarĆan muy lejos. La Ćŗltima vez que la muchachada de la “pulperĆa” se reuniĆ³ fue para el cumpleaƱos de Corradi, el 17 de julio de 2007. Estaban Forza y Bellone, Quaranta y el cumpleaƱero.
Como si de recordar muertos se tratara esta historia, Quaranta agrega: “El 2008 fue difĆcil: balearon mi camioneta en un intento de robo en el conurbano. En junio, Forza me contĆ³ de una pelea con PĆ©rez Corradi por mucho dinero, que le dejaron una silla de ruedas en la puerta de su farmacia y de las amenazas: me querĆa convencer de que mi atentado habĆa sido programado por Corradi”.
Diez dĆas antes del triple crimen, Forza lo visitĆ³ junto a FerrĆ³n. “Estoy fundido. CerrĆ© la droguerĆa. Tengo un Honda Civic para venderte. Te agarro cheques”, le dijo. “Me pedĆa contactos con otras droguerĆas: buscaba efedrina a granel”, continĆŗa Quaranta. Y le dijo: “Con SebastiĆ”n nos conocemos hace un mes, pero somos como hermanos”.
Como si la suma de casualidades fuera poca, a travĆ©s de Quaranta, Emiliano Marcos conociĆ³ no sĆ³lo a Natalia Canella, su futura novia, sino a todos los personajes de esta historia: nombres que volcĆ³ primero ante el abogado Miguel Angel Pierri y, mĆ”s tarde, frente al fiscal Bidone. DespuĆ©s de declarar, Marcos, de 27 aƱos, fue encontrado muerto en las vĆas del ferrocarril en Villa del Parque.
“Marcos era primo de mi mejor amigo. Fue empleado del local desde el 2005 hasta septiembre del 2008, cuando decidĆ echarlo porque llegaba tarde y estaba desganado. Durante varios meses en que estuvo peleado con su madre, lo dejĆ© vivir ahĆ. Y conociĆ³ a Natalia: yo me habĆa contactado con ella en la red social Netlog, y le vendĆamos un producto que la ayudaba con su enfermedad, lupus.” A Forza y Corradi, en cambio, los habrĆ” visto a lo sumo dos veces. “Por eso no salgo de mi asombro ante las versiones de que Marcos fue el testigo clave para relacionarlos con los asesinos. No tenĆa responsabilidades ni participaciĆ³n en los negocios.” Quaranta asegura que Marcos era “una persona depresiva que se habĆa alejado de sus amistades y su familia”. En cuanto a Natalia, la mujer de 30 aƱos encontrada por un policĆa cuando intentaba imitar el destino de su pareja, la describe como “depresiva e incoherente. Me llama la atenciĆ³n que diga que el cuerpo de Emiliano estaba intacto cuando su hermano declarĆ³ que estaba prĆ”cticamente partido en dos. Es como si, en ellos, Solange Bellone hubiese encontrado a dos candidatos perfectos para armar una versiĆ³n irreal de la historia de su marido”.
Fuente: Prodiario.com.ar
Hoy, Quaranta sabe tanto de potenciadores musculares y de anabĆ³licos como del entramado que se fue gestando en su Megacentro de NutriciĆ³n Deportiva, en Federico Lacroze 3104, Capital (Argentina). Fue socio de SebastiĆ”n Forza y MartĆn LĆ³pez Magallanes, tuvo a Ibar Esteban PĆ©rez Corradi como inversionista y contratĆ³ a Emiliano Marcos, el testigo muerto en las vĆas del tren. Por la circulaciĆ³n de los personajes clave involucrados en el triple crimen, el local es apodado “la pulperĆa” entre los allegados a la causa.
Quaranta siente que estuvo en el lugar equivocado en el momento justo. Su relato permite ubicar las piezas sueltas que explican cĆ³mo se fueron tejiendo las conflictivas relaciones comerciales entre Forza y PĆ©rez Corradi.
En la agenda de Quaranta, ambos personajes aparecen a mediados de los ‘90: “En 1995 trabajaba en una farmacia de Flores y conocĆ a Forza, que era visitador mĆ©dico y cliente. Se formĆ³ una linda amistad, Ć©l tenĆa 20 aƱos y le gustaban mucho los autos, los perfumes y los relojes, como a mĆ. Le comprĆ© un Gol y despuĆ©s una camioneta. Para cuando conociĆ³ a Solange Bellone, empezĆ³ a interesarse en importar y vender productos para fisicoculturismo. Pero, de a poco, SebastiĆ”n se fue a otro mundo”.
TambiĆ©n en esa farmacia, Quaranta entablĆ³ relaciĆ³n con PĆ©rez Corradi: “Era una luz, un tipo sumamente inteligente que hacĆa negocios las veinticuatro horas del dĆa. Compraba y proveĆa aminoĆ”cidos, proteĆnas y algunos esteroides importados que me interesaban para mi actividad fĆsica. Yo le presentĆ© a SebastiĆ”n, porque Corradi necesitaba tamoxieno, un producto oncolĆ³gico que Forza podĆa tener”.
–¿CĆ³mo siguiĆ³ su relaciĆ³n con Forza?
–En el 2003, SebastiĆ”n tenĆa la droguerĆa de productos oncolĆ³gicos Seacamp en sociedad con LĆ³pez Magallanes. Juntos, me ofrecieron poner una farmacia, que estaba habilitada y en la que iba a figurar como Ćŗnico dueƱo, mediante un acuerdo de palabra. Forza puso las garantĆas para el alquiler. Pero a los dos meses el ex dueƱo de la farmacia dio de baja la categorĆa, y no pudimos habilitarla. En octubre del 2003 tuve las llaves del local de Lacroze y Freire. EmpecĆ© vendiendo los productos para deportistas. SebastiĆ”n se peleĆ³ con Magallanes por algo muy serio, que lo tenĆa loco... no te puedo decir mĆ”s”.
Quaranta recuerda a Ariel VilĆ”n, “amigote” (y socio) de Magallanes en la droguerĆa Unifarma, acercĆ”ndose a su local, interesado en vender productos dietarios. “Era el che pibe del ‘Gordo’. La Ćŗltima vez que lo vi fue en el 2004.”
–Fue socio de PĆ©rez Corradi en Odin Concept.
–Esteban solĆa traerme suplementos que importaba de Estados Unidos y de China para que yo vendiera. En el 2006 me ofreciĆ³ asociarme y remodelar el local para habilitarlo como farmacia y me comentĆ³ que era el socio financiero de Forza, le cambiaba cheques y se pasaban clientes. Ćl invirtiĆ³ en la remodelaciĆ³n, yo aportĆ© el contrato de alquiler y pasĆ© a integrar la sociedad con el 40 por ciento que me transfiriĆ³ su hermano Eugenio Corradi.
El proyecto durĆ³ lo que un suspiro. Las ideas de Corradi no eran sĆ³lo los preparados para deportistas. “TenĆa un socio contactado con mutuales y con droguerĆas oncolĆ³gicas y sus intenciones eran preparar medicamentos oncolĆ³gicos y para enfermos de HIV. Me pareciĆ³ que se estaba metiendo con los grandes laboratorios. Le pedĆ cuatro meses para irme del local y me dijo: ‘Quedate y me pagĆ”s mil dĆ³lares por mes de alquiler. MĆ”s que plata, me vas a deber un favor’. Era una persona nerviosa y ambiciosa, pero tenĆamos una buena relaciĆ³n. A su pedido, volvĆ a vender mis acciones a un tal Cabrera, que nunca conocĆ.” Se refiere a Jorge AdriĆ”n Cabrera, a su vez socio de MartĆn Lanatta, detenido en la causa como presunto homicida.
Pero las buenas migas no llegarĆan muy lejos. La Ćŗltima vez que la muchachada de la “pulperĆa” se reuniĆ³ fue para el cumpleaƱos de Corradi, el 17 de julio de 2007. Estaban Forza y Bellone, Quaranta y el cumpleaƱero.
Como si de recordar muertos se tratara esta historia, Quaranta agrega: “El 2008 fue difĆcil: balearon mi camioneta en un intento de robo en el conurbano. En junio, Forza me contĆ³ de una pelea con PĆ©rez Corradi por mucho dinero, que le dejaron una silla de ruedas en la puerta de su farmacia y de las amenazas: me querĆa convencer de que mi atentado habĆa sido programado por Corradi”.
Diez dĆas antes del triple crimen, Forza lo visitĆ³ junto a FerrĆ³n. “Estoy fundido. CerrĆ© la droguerĆa. Tengo un Honda Civic para venderte. Te agarro cheques”, le dijo. “Me pedĆa contactos con otras droguerĆas: buscaba efedrina a granel”, continĆŗa Quaranta. Y le dijo: “Con SebastiĆ”n nos conocemos hace un mes, pero somos como hermanos”.
Como si la suma de casualidades fuera poca, a travĆ©s de Quaranta, Emiliano Marcos conociĆ³ no sĆ³lo a Natalia Canella, su futura novia, sino a todos los personajes de esta historia: nombres que volcĆ³ primero ante el abogado Miguel Angel Pierri y, mĆ”s tarde, frente al fiscal Bidone. DespuĆ©s de declarar, Marcos, de 27 aƱos, fue encontrado muerto en las vĆas del ferrocarril en Villa del Parque.
“Marcos era primo de mi mejor amigo. Fue empleado del local desde el 2005 hasta septiembre del 2008, cuando decidĆ echarlo porque llegaba tarde y estaba desganado. Durante varios meses en que estuvo peleado con su madre, lo dejĆ© vivir ahĆ. Y conociĆ³ a Natalia: yo me habĆa contactado con ella en la red social Netlog, y le vendĆamos un producto que la ayudaba con su enfermedad, lupus.” A Forza y Corradi, en cambio, los habrĆ” visto a lo sumo dos veces. “Por eso no salgo de mi asombro ante las versiones de que Marcos fue el testigo clave para relacionarlos con los asesinos. No tenĆa responsabilidades ni participaciĆ³n en los negocios.” Quaranta asegura que Marcos era “una persona depresiva que se habĆa alejado de sus amistades y su familia”. En cuanto a Natalia, la mujer de 30 aƱos encontrada por un policĆa cuando intentaba imitar el destino de su pareja, la describe como “depresiva e incoherente. Me llama la atenciĆ³n que diga que el cuerpo de Emiliano estaba intacto cuando su hermano declarĆ³ que estaba prĆ”cticamente partido en dos. Es como si, en ellos, Solange Bellone hubiese encontrado a dos candidatos perfectos para armar una versiĆ³n irreal de la historia de su marido”.
Fuente: Prodiario.com.ar
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