Esta rutina es excelente para desarrollar el recto mayor del abdomen. También trabaja, aunque de forma menos intensa, los músculos oblícuos....
Esta rutina es excelente para desarrollar el recto mayor del abdomen. También trabaja, aunque de forma menos intensa, los músculos oblícuos. Durante la anterversión de la pelvis intervienen de forma importante, el recto anterior, el psoas ilíaco y el tensor de la fascia lata. El movimiento exige una buena potencia muscular que el fisculturista habrá adquirido previamente mediante otras rutinas.
EJECUCIÓN:
Pies fijados en los cojines.
Tronco en el vacío.
Manos detrás de la cabeza.
Inspirar y elevar el tronco para intentar tocar las rodillas con la cabeza, procurando curvar siempre la columna vertebral.
Bajar el torso hasta la posición inicial y espirar al final de la contracción.
Repetir el movimiento.
OBSERVACIONES:
Este movimiento exige una buena potencia muscular que el atleta habrá adquirido previamente mediante la práctica de ejercicios más fáciles.
MÚSCULOS A DESARROLLAR:
Recto mayor del abdomen, oblicuo externo del abdomen, tensor de la fascia lata, cuádriceps (recto del muslo).
EJECUCIÓN:
Pies fijados en los cojines.
Tronco en el vacío.
Manos detrás de la cabeza.
Inspirar y elevar el tronco para intentar tocar las rodillas con la cabeza, procurando curvar siempre la columna vertebral.
Bajar el torso hasta la posición inicial y espirar al final de la contracción.
Repetir el movimiento.
OBSERVACIONES:
Este movimiento exige una buena potencia muscular que el atleta habrá adquirido previamente mediante la práctica de ejercicios más fáciles.
MÚSCULOS A DESARROLLAR:
Recto mayor del abdomen, oblicuo externo del abdomen, tensor de la fascia lata, cuádriceps (recto del muslo).
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