¿Nos dejan mĆ”s deshidratados las bebidas con cafeĆna? ¿Hay que limitar el consumo de huevos o evitar cocinar las verduras? ¿Puede contribuir...
¿Nos dejan mĆ”s deshidratados las bebidas con cafeĆna? ¿Hay que limitar el consumo de huevos o evitar cocinar las verduras? ¿Puede contribuir el consumo de determinados nutrientes en ciertos momentos del dĆa a hacer que perdamos peso? No siempre es fĆ”cil distinguir entre la realidad y la ficciĆ³n.
¿Tienen las bebidas con cafeĆna un efecto deshidratante y aumentan la necesidad de consumir lĆquidos?
Los estudios realizados han mostrado que las cantidades de cafeĆna que se consumen normalmente en bebidas como el tĆ©, el cafĆ© y los refrescos de cola no incrementan la pĆ©rdida de fluidos. Sin embargo, la cafeĆna tiene un efecto diurĆ©tico si se consume en cantidades superiores a los 250 mg al dĆa y, por consiguiente, puede provocar una mayor pĆ©rdida de agua y, posiblemente, su dĆ©ficit en el cuerpo (este efecto puede ser menos pronunciado en consumidores habituales de cafeĆna). Por ello, el agua que obtenemos de las bebidas con cafeĆna puede contribuir a nuestra cantidad total de fluidos si se consumen con moderaciĆ³n. Las autoridades nacionales de toda Europa recomiendan un consumo de agua procedente de bebidas de al menos 1,2 litros (4-6 vasos) para los adultos. Esta cantidad se aƱadirĆa al agua que obtenemos de los alimentos y de nuestro metabolismo para reparar las pĆ©rdidas de lĆquidos a travĆ©s de la orina, las deposiciones, la sudoraciĆ³n y los pulmones 1,2.
¿Es cierto que no hay que consumir mĆ”s de tres huevos por semana?
Los niveles elevados de colesterol en sangre son un conocido factor de riesgo de enfermedades coronarias. Esto ha dado lugar a que se piense que la yema del huevo, rica en colesterol (unos 225 mg en un huevo de tamaƱo medio), puede ser mala para el corazĆ³n. Sin embargo, mĆ”s del 75% del colesterol de nuestro organismo lo producimos nosotros mismos y el que estĆ” presente en la dieta generalmente tiene un efecto muy reducido en el nivel que hay en sangre. Aunque ciertas personas puedan ser sensibles al colesterol proveniente de la dieta, la grasa saturada tiene un efecto mucho mayor aumentando los niveles de colesterol en sangre, especialmente el colesterol LDL o “malo”, y los huevos contienen poca grasa saturada. La mayorĆa de los organismos consultivos sobre la salud y el corazĆ³n de Europa y el resto del mundo ya no establecen un lĆmite para el consumo del nĆŗmero de huevos, siempre que formen parte de una dieta general saludable y equilibrada con pocas grasas saturadas 3,4.
¿Cocinar las verduras acaba con todos sus efectos beneficiosos?
La vitamina C y el Ć”cido fĆ³lico son solubles en agua y susceptibles de oxidarse; por eso, cuando los alimentos que contienen estas vitaminas (como las verduras de color verde) se cocinan en gran cantidad de agua que luego se tira, se pierde una gran parte de los mismos. Esta pĆ©rdida y la de otras vitaminas y minerales puede reducirse al mĆnimo si las verduras no se cortan, se introducen directamente en agua hirviendo y se sirven inmediatamente, o aĆŗn mejor si se cocinan al vapor o con muy poca agua en un horno microondas. No obstante, otros componentes importantes como la fibra, el licopeno de los tomates y otros antioxidantes permanecen en las verduras y pueden aumentar su absorciĆ³n por el organismo al ser cocinadas. AdemĆ”s, cocinar apropiadamente los alimentos aumenta su seguridad microbiolĆ³gica y fomenta su sabor 5-7.
¿Puede la “crono-nutriciĆ³n” ayudarnos a perder peso?
El concepto de crono-nutriciĆ³n fue desarrollado por un nutricionista francĆ©s en 1986. La teorĆa subyacente es que hay un momento ideal para digerir los distintos macronutrientes: las proteĆnas, carbohidratos y grasas. Por ejemplo, los alimentos que contienen proteĆnas, grasas y carbohidratos de absorciĆ³n lenta (como los que se obtienen de fuentes integrales y ricas en fibra) deben ingerirse para desayunar y en el almuerzo los alimentos que contienen principalmente proteĆna. Los macronutrientes consumidos fuera de los periodos de digestiĆ³n Ć³ptima no se utilizan, sino que se almacenan en forma de grasa provocando un aumento de peso.
Es cierto que todos tenemos un “ritmo circadiano”, un reloj biolĆ³gico relacionado con la luz solar y la temperatura, que se refleja en pequeƱas fluctuaciones a lo largo del dĆa y de la noche en los niveles de diversas sustancias (como las hormonas) presentes en nuestro cuerpo. Sin embargo, siempre que consumimos proteĆnas, grasas o carbohidratos, nuestro organismo responde aumentando la producciĆ³n de todas las sustancias necesarias para su digestiĆ³n y utilizaciĆ³n. Cualquier pĆ©rdida de peso que se logre con esta dieta probablemente se deba a la reducciĆ³n del consumo de calorĆas que suele suceder cuando se limita el consumo de ciertos productos alimentarios a ciertas comidas.
¿Tienen las bebidas con cafeĆna un efecto deshidratante y aumentan la necesidad de consumir lĆquidos?
Los estudios realizados han mostrado que las cantidades de cafeĆna que se consumen normalmente en bebidas como el tĆ©, el cafĆ© y los refrescos de cola no incrementan la pĆ©rdida de fluidos. Sin embargo, la cafeĆna tiene un efecto diurĆ©tico si se consume en cantidades superiores a los 250 mg al dĆa y, por consiguiente, puede provocar una mayor pĆ©rdida de agua y, posiblemente, su dĆ©ficit en el cuerpo (este efecto puede ser menos pronunciado en consumidores habituales de cafeĆna). Por ello, el agua que obtenemos de las bebidas con cafeĆna puede contribuir a nuestra cantidad total de fluidos si se consumen con moderaciĆ³n. Las autoridades nacionales de toda Europa recomiendan un consumo de agua procedente de bebidas de al menos 1,2 litros (4-6 vasos) para los adultos. Esta cantidad se aƱadirĆa al agua que obtenemos de los alimentos y de nuestro metabolismo para reparar las pĆ©rdidas de lĆquidos a travĆ©s de la orina, las deposiciones, la sudoraciĆ³n y los pulmones 1,2.
¿Es cierto que no hay que consumir mĆ”s de tres huevos por semana?
Los niveles elevados de colesterol en sangre son un conocido factor de riesgo de enfermedades coronarias. Esto ha dado lugar a que se piense que la yema del huevo, rica en colesterol (unos 225 mg en un huevo de tamaƱo medio), puede ser mala para el corazĆ³n. Sin embargo, mĆ”s del 75% del colesterol de nuestro organismo lo producimos nosotros mismos y el que estĆ” presente en la dieta generalmente tiene un efecto muy reducido en el nivel que hay en sangre. Aunque ciertas personas puedan ser sensibles al colesterol proveniente de la dieta, la grasa saturada tiene un efecto mucho mayor aumentando los niveles de colesterol en sangre, especialmente el colesterol LDL o “malo”, y los huevos contienen poca grasa saturada. La mayorĆa de los organismos consultivos sobre la salud y el corazĆ³n de Europa y el resto del mundo ya no establecen un lĆmite para el consumo del nĆŗmero de huevos, siempre que formen parte de una dieta general saludable y equilibrada con pocas grasas saturadas 3,4.
¿Cocinar las verduras acaba con todos sus efectos beneficiosos?
La vitamina C y el Ć”cido fĆ³lico son solubles en agua y susceptibles de oxidarse; por eso, cuando los alimentos que contienen estas vitaminas (como las verduras de color verde) se cocinan en gran cantidad de agua que luego se tira, se pierde una gran parte de los mismos. Esta pĆ©rdida y la de otras vitaminas y minerales puede reducirse al mĆnimo si las verduras no se cortan, se introducen directamente en agua hirviendo y se sirven inmediatamente, o aĆŗn mejor si se cocinan al vapor o con muy poca agua en un horno microondas. No obstante, otros componentes importantes como la fibra, el licopeno de los tomates y otros antioxidantes permanecen en las verduras y pueden aumentar su absorciĆ³n por el organismo al ser cocinadas. AdemĆ”s, cocinar apropiadamente los alimentos aumenta su seguridad microbiolĆ³gica y fomenta su sabor 5-7.
¿Puede la “crono-nutriciĆ³n” ayudarnos a perder peso?
El concepto de crono-nutriciĆ³n fue desarrollado por un nutricionista francĆ©s en 1986. La teorĆa subyacente es que hay un momento ideal para digerir los distintos macronutrientes: las proteĆnas, carbohidratos y grasas. Por ejemplo, los alimentos que contienen proteĆnas, grasas y carbohidratos de absorciĆ³n lenta (como los que se obtienen de fuentes integrales y ricas en fibra) deben ingerirse para desayunar y en el almuerzo los alimentos que contienen principalmente proteĆna. Los macronutrientes consumidos fuera de los periodos de digestiĆ³n Ć³ptima no se utilizan, sino que se almacenan en forma de grasa provocando un aumento de peso.
Es cierto que todos tenemos un “ritmo circadiano”, un reloj biolĆ³gico relacionado con la luz solar y la temperatura, que se refleja en pequeƱas fluctuaciones a lo largo del dĆa y de la noche en los niveles de diversas sustancias (como las hormonas) presentes en nuestro cuerpo. Sin embargo, siempre que consumimos proteĆnas, grasas o carbohidratos, nuestro organismo responde aumentando la producciĆ³n de todas las sustancias necesarias para su digestiĆ³n y utilizaciĆ³n. Cualquier pĆ©rdida de peso que se logre con esta dieta probablemente se deba a la reducciĆ³n del consumo de calorĆas que suele suceder cuando se limita el consumo de ciertos productos alimentarios a ciertas comidas.
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