Desde siempre, conocemos el lema del triángulo de las prioridades: salud, dinero, amor ; y la salud forma la base sobre la que reposa el bie...
Desde siempre, conocemos el lema del triángulo de las prioridades: salud, dinero, amor; y la salud forma la base sobre la que reposa el bienestar de la persona. Si carecemos de salud, no es posible la vida; si la tenemos en medida escasa, la existencia se desarrolla de mala manera, a disgusto, a trompicones... a medias, en el mejor de los casos. Y la salud que deseamos es la completa, la que incluye ese estar en forma que implica recuperarse antes y mejor, aguantar durante más tiempo y aguantar durante más tiempo y practicar con mayor intensidad las actividades físicas de la vida, el deporte entre ellas, poseer un aspecto físico más atrayente (imagen cosmética superior).
Las últimas encuestas han demostrado que el 70% de los españoles intenta hacer lo posible para mantener un estado de salud correcto, proporción que alcanza el 80% cuando se trata de seguir unos hábitos alimenticios sanos. Hemos de reconocer que la salud se cimenta asimismo sobre una base común a todos: el control del estrés, algo que afecta a más de la cuarta parte de los españoles, y ejerce una particular incidencia sobre las mujeres (el informe de la Fundación Eroski asegura que al 31% de ellas, porcentaje que se reduce en el sexo masculino a un 20%).
Respecto al asunto del cuidado físico, de ese estar en forma que incluye capacidad de fuerza, potencia y resistencia, correctamente distribuida, tenemos que decir que la cuarta parte de la población sigue llevando una vida sedentaria, de la que el ejercicio está ausente por completo. Sin embargo, un 8% de los españoles se han apuntado a un gimnasio, y un 25% a polideportivos o a la sana costumbre de hacer ejercicio en casa o afuera. Aunque solo hay un tercio de habituales de la puesta en forma, la cifra no está nada mal; pero la proporción debe crecer y, nosotros, desde este sitio, en ello nos esforzamos e insistimos en difundirlo a diario.
Cuando hablamos de la preocupación por estar en forma (en este caso, estrés positivo: no afecta a la liberación de catecolaminas; sí a la de endorfinas), incluimos también el tan manido tema de la cirugía estética, una opción que ya han elegido algo más del 2% de los españoles, y que cerca del 20% no tendría reparos en pasar por el quirófano para mejorar la imagen personal.
Resumiendo: los españoles de hoy somos conscientes de lo que importa mantenerse sano y en una forma física superior. Reconocemos que esa base definitiva del triángulo de la persona se construye a base de ejercicio y de correcta nutrición. Y es la vida lo que se pone en juego en ello. Descuidarla es un suicidio anticipado. Vamos a dar a la existencia el combustible que precisa y nos requiere: acción y buenos alimentos.
Las últimas encuestas han demostrado que el 70% de los españoles intenta hacer lo posible para mantener un estado de salud correcto, proporción que alcanza el 80% cuando se trata de seguir unos hábitos alimenticios sanos. Hemos de reconocer que la salud se cimenta asimismo sobre una base común a todos: el control del estrés, algo que afecta a más de la cuarta parte de los españoles, y ejerce una particular incidencia sobre las mujeres (el informe de la Fundación Eroski asegura que al 31% de ellas, porcentaje que se reduce en el sexo masculino a un 20%).
Respecto al asunto del cuidado físico, de ese estar en forma que incluye capacidad de fuerza, potencia y resistencia, correctamente distribuida, tenemos que decir que la cuarta parte de la población sigue llevando una vida sedentaria, de la que el ejercicio está ausente por completo. Sin embargo, un 8% de los españoles se han apuntado a un gimnasio, y un 25% a polideportivos o a la sana costumbre de hacer ejercicio en casa o afuera. Aunque solo hay un tercio de habituales de la puesta en forma, la cifra no está nada mal; pero la proporción debe crecer y, nosotros, desde este sitio, en ello nos esforzamos e insistimos en difundirlo a diario.
Cuando hablamos de la preocupación por estar en forma (en este caso, estrés positivo: no afecta a la liberación de catecolaminas; sí a la de endorfinas), incluimos también el tan manido tema de la cirugía estética, una opción que ya han elegido algo más del 2% de los españoles, y que cerca del 20% no tendría reparos en pasar por el quirófano para mejorar la imagen personal.
Resumiendo: los españoles de hoy somos conscientes de lo que importa mantenerse sano y en una forma física superior. Reconocemos que esa base definitiva del triángulo de la persona se construye a base de ejercicio y de correcta nutrición. Y es la vida lo que se pone en juego en ello. Descuidarla es un suicidio anticipado. Vamos a dar a la existencia el combustible que precisa y nos requiere: acción y buenos alimentos.
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