Los cabellos rebeldes son una molestia para muchos hombres y mujeres. Rizos pocos definidos, melenas que se encrespan con facilidad, etc. so...
Los cabellos rebeldes son una molestia para muchos hombres y mujeres. Rizos pocos definidos, melenas que se encrespan con facilidad, etc. son la lucha diaria que afrontan con paciencia, unas planchas de pelo y un potente secador. Sin embargo, abusar de estas técnicas puede estropear el cabello, por no hablar de la gran cantidad de tiempo que requieren.
En los últimos años se ha ido imponiendo una modalidad que soluciona todos estos contratiempos: el alisado permanente. La técnica más conocida en este campo de la peluquería es el alisado termal japonés, también conocido como laciado japonés. Tras cinco horas de continuo trabajo por parte del esteticista y un desembolso que oscila entre los 300 y los 800 euros en función del volumen, longitud y grosor del cabello, el pelo queda liso y brillante.
Este tratamiento consiste en emplear diferentes productos químicos sobre el cabello que llegan a modificar la estructura del mismo. El proceso consta de tres partes esenciales: primero se aplica una sustancia química sobre todo el pelo, después se plancha con cuidado desde la raíz hasta las puntas, y finalmente se aplica un producto fijador. Además de reducir el encrespamiento y el exceso de volumen del peinado, gracias a este proceso el cabello queda nutrido y completamente liso.
Sin embargo, lo de "permanente" es relativo, ya que se debe acudir para realizar algunos retoques cuando empiece a crecer el cabello, un periodo que suele rondar los seis meses. Además, hay que esperar 48 horas tras el tratamiento para lavarse la cabeza y no está recomendado para todo tipo de pelo, ya que por ejemplo los cabellos tipo "afro" tienen la raíz demasiado rizada. También es necesario que el cabello tenga más de 5 centímetros de longitud.
La queratina
Al alisado japonés le ha salido en los últimos meses un duro competidor: la queratina. Este tratamiento, que nació hace seis años en Brasil aunque ha sido prácticamente un desconocido hasta hace poco, deja el cabello suave y liso en apenas una hora y media.
El proceso es similar: tras lavar el pelo con un champú especial, se aplica la queratina por mechones, se seca con el secador y se plancha la melena. Durante los días siguientes a su aplicación no se puede lavar el pelo y sus efectos duran aproximadamente cuatro meses. El precio es una de las ventajas frente al alisado japonés, ya que parte desde los 100 euros, dependiendo del tipo de cabello.
En los últimos años se ha ido imponiendo una modalidad que soluciona todos estos contratiempos: el alisado permanente. La técnica más conocida en este campo de la peluquería es el alisado termal japonés, también conocido como laciado japonés. Tras cinco horas de continuo trabajo por parte del esteticista y un desembolso que oscila entre los 300 y los 800 euros en función del volumen, longitud y grosor del cabello, el pelo queda liso y brillante.
Este tratamiento consiste en emplear diferentes productos químicos sobre el cabello que llegan a modificar la estructura del mismo. El proceso consta de tres partes esenciales: primero se aplica una sustancia química sobre todo el pelo, después se plancha con cuidado desde la raíz hasta las puntas, y finalmente se aplica un producto fijador. Además de reducir el encrespamiento y el exceso de volumen del peinado, gracias a este proceso el cabello queda nutrido y completamente liso.
Sin embargo, lo de "permanente" es relativo, ya que se debe acudir para realizar algunos retoques cuando empiece a crecer el cabello, un periodo que suele rondar los seis meses. Además, hay que esperar 48 horas tras el tratamiento para lavarse la cabeza y no está recomendado para todo tipo de pelo, ya que por ejemplo los cabellos tipo "afro" tienen la raíz demasiado rizada. También es necesario que el cabello tenga más de 5 centímetros de longitud.
La queratina
Al alisado japonés le ha salido en los últimos meses un duro competidor: la queratina. Este tratamiento, que nació hace seis años en Brasil aunque ha sido prácticamente un desconocido hasta hace poco, deja el cabello suave y liso en apenas una hora y media.
El proceso es similar: tras lavar el pelo con un champú especial, se aplica la queratina por mechones, se seca con el secador y se plancha la melena. Durante los días siguientes a su aplicación no se puede lavar el pelo y sus efectos duran aproximadamente cuatro meses. El precio es una de las ventajas frente al alisado japonés, ya que parte desde los 100 euros, dependiendo del tipo de cabello.
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