La "dieta del bebĆ©" Ć³ "dieta del potito" puesta de moda por las actrices Jennifer Aniston y Gwyneth Paltrow es "pel...
La "dieta del bebĆ©" Ć³ "dieta del potito" puesta de moda por las actrices Jennifer Aniston y Gwyneth Paltrow es "peligrosa" y "absurda", segĆŗn ha seƱalado el endocrinĆ³logo y secretario de la Sociedad EspaƱola de EndocrinologĆa y NutriciĆ³n (SEEN), el doctor Miguel Ćngel Rubio, quien recuerda que estas dietas ponen en riesgo la salud de la poblaciĆ³n, ya que "no tiene ninguna base cientĆfica que las sostenga", se convierten en una "moda sin control", y "se aleja de una dieta saludable".
La dieta, que consiste en la toma de catorce potitos al dĆa -a base de copos de avena, fruta y verdura- y una cena saludable de carne magra y verduras, seƱala este experto, "puede inducir a error a la poblaciĆ³n" que podrĆa pensar que puede adelgazar comiendo los potitos de consumo infantil, cuando la dieta parece hacer referencia a preparados especiales similares a las papillas.
SegĆŗn explica, "adelgazar teĆ³ricamente haciendo una barbaridad siempre es factible, pero hay que recordar que la obesidad es un problema crĆ³nico y, por tanto, no se trata de hacer barbaridades durante una temporada para perder unos kilos". "Uno puede hacer desde una huelga de hambre, la dieta de los batidos, de la sopa o cualquier dieta estrambĆ³tica, monĆ³tona o aburrida que seguro que adelgazarĆ”", aƱadiĆ³.
AdemĆ”s, existe la creencia entre la tercera edad y personas que no pueden masticar de que estos tarros de carne y verduras son sustitutĆ³rios de una comida adulta, cuando la realidad es que, segĆŗn explica, "estos preparados estĆ”n diseƱados para lo que son, para niƱos con una corpulencia o un peso bastante menor que un adulto". Por tanto, "aunque estos potitos sĆ son equilibrados, su aporte calĆ³rico estĆ” muy por debajo de las necesidades de un adulto".
En el caso de usarse para adelgazar, "un potito de un niƱo tiene un valor calĆ³rico menor que una comida de adulto y, por tanto, lĆ³gicamente se adelgaza, sobre todo porque contiene fundamentalmente proteĆnas y menos contenidos en grasa", pero puede suponer "recuperar el peso con mĆ”s facilidad tras dejar la dieta e incluso coger mĆ”s kilos de los que se han perdido".
Por otra parte, lamenta que este tipo de dietas proliferen "cada verano", inducidas muchas veces por "especuladores que quieren ganar adeptos" y con perjuicio directo contra las personas que padecen obesidad, "que quiere entrar en el baƱador o en la ropa del pasado verano".
La dieta, que consiste en la toma de catorce potitos al dĆa -a base de copos de avena, fruta y verdura- y una cena saludable de carne magra y verduras, seƱala este experto, "puede inducir a error a la poblaciĆ³n" que podrĆa pensar que puede adelgazar comiendo los potitos de consumo infantil, cuando la dieta parece hacer referencia a preparados especiales similares a las papillas.
SegĆŗn explica, "adelgazar teĆ³ricamente haciendo una barbaridad siempre es factible, pero hay que recordar que la obesidad es un problema crĆ³nico y, por tanto, no se trata de hacer barbaridades durante una temporada para perder unos kilos". "Uno puede hacer desde una huelga de hambre, la dieta de los batidos, de la sopa o cualquier dieta estrambĆ³tica, monĆ³tona o aburrida que seguro que adelgazarĆ”", aƱadiĆ³.
AdemĆ”s, existe la creencia entre la tercera edad y personas que no pueden masticar de que estos tarros de carne y verduras son sustitutĆ³rios de una comida adulta, cuando la realidad es que, segĆŗn explica, "estos preparados estĆ”n diseƱados para lo que son, para niƱos con una corpulencia o un peso bastante menor que un adulto". Por tanto, "aunque estos potitos sĆ son equilibrados, su aporte calĆ³rico estĆ” muy por debajo de las necesidades de un adulto".
En el caso de usarse para adelgazar, "un potito de un niƱo tiene un valor calĆ³rico menor que una comida de adulto y, por tanto, lĆ³gicamente se adelgaza, sobre todo porque contiene fundamentalmente proteĆnas y menos contenidos en grasa", pero puede suponer "recuperar el peso con mĆ”s facilidad tras dejar la dieta e incluso coger mĆ”s kilos de los que se han perdido".
Por otra parte, lamenta que este tipo de dietas proliferen "cada verano", inducidas muchas veces por "especuladores que quieren ganar adeptos" y con perjuicio directo contra las personas que padecen obesidad, "que quiere entrar en el baƱador o en la ropa del pasado verano".
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