A Lauren Powers le gusta exhibir su cuerpo en los certĆ”menes de culturismo que organiza el Muscle Beach Gym de Venice, en Los Ćngeles. Es ...
A Lauren Powers le gusta exhibir su cuerpo en los certĆ”menes de culturismo que organiza el Muscle Beach Gym de Venice, en Los Ćngeles. Es un gimnasio al aire libre, al borde de la playa, cuya clientela habitual son "musculitos" que vienen a levantar pesas, siempre rodeados de curiosos que les miran boquiabiertos. Parece un zoo: la gente espera a las posturitas para hacer la foto. Pero a ella le encanta. Los dĆas en que hay concurso se preocupa por lucir su mejor bikini, uno que le ayude a resaltar el bronceado y le permita presumir de mĆŗsculos perfectamente definidos, sin un gramo de grasa. AsĆ lo hizo el pasado domingo, en el Ćŗltimo campeonato del cĆ©lebre gimnasio de la costa californiana, donde un joven Schwarzenegger se entrenaba para llamar la atenciĆ³n en Hollywood.
Lauren se encontrĆ³ allĆ con la modelo Tiffany Krammer. Al fin y al cabo es un concurso para lucir palmito, ¿no? Y ella tambiĆ©n puede: se cuida mucho, y tiene los abdominales como una piedra. Pero no tiene nada que ver con Lauren. Una es fuerte e inexpugnable. La otra, delicada y femenina. Lauren fue una vez asĆ, pero se empecinĆ³ en cincelar su cuerpo. Al principio sĆ³lo querĆa coger el tono muscular necesario para pasar las pruebas de admisiĆ³n al cuerpo de bomberos de su ciudad. Pero se obsesionĆ³ y no encontrĆ³ el momento de parar. La vigorexia se apoderĆ³ de su futuro. A sus 49 aƱos, ha convertido la exhibiciĆ³n de sus bĆceps en su modo de vida. Nada que no hagan las modelos, como Tiffany. Aunque todas las miradas vayan a parar a Lauren.
Lauren se encontrĆ³ allĆ con la modelo Tiffany Krammer. Al fin y al cabo es un concurso para lucir palmito, ¿no? Y ella tambiĆ©n puede: se cuida mucho, y tiene los abdominales como una piedra. Pero no tiene nada que ver con Lauren. Una es fuerte e inexpugnable. La otra, delicada y femenina. Lauren fue una vez asĆ, pero se empecinĆ³ en cincelar su cuerpo. Al principio sĆ³lo querĆa coger el tono muscular necesario para pasar las pruebas de admisiĆ³n al cuerpo de bomberos de su ciudad. Pero se obsesionĆ³ y no encontrĆ³ el momento de parar. La vigorexia se apoderĆ³ de su futuro. A sus 49 aƱos, ha convertido la exhibiciĆ³n de sus bĆceps en su modo de vida. Nada que no hagan las modelos, como Tiffany. Aunque todas las miradas vayan a parar a Lauren.
Fuente: eldiariomontanes.es
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