La miel es un producto al que se le atribuyen gran cantidad de propiedades beneficiosas de las cuales, muchas, independientemente de la vari...
La miel es un producto al que se le atribuyen gran cantidad de propiedades beneficiosas de las cuales, muchas, independientemente de la variedad de miel a la que nos refiramos o si Ć©sta es mĆ”s o menos industrial o natural, no estĆ”n cientĆficamente contrastadas.
Desde Consumer aclaran que se trata de un alimento rico en azĆŗcares sencillos, que aportan energĆa "rĆ”pida", aunque el resto de su valor nutricional es bastante limitado ya que el aporte de otros nutrientes (antioxidantes, vitaminas, minerales, etc.) aunque presentes, es escaso. De manera que para lograr cifras significativas de antioxidantes, vitaminas o minerales se deberĆa ingerir una cantidad poco recomendada, con el consecuente riesgo de aumento de peso.
En definitiva, la miel es rica en hidratos de carbono, sobre todo en glucosa (31%) y fructosa (39%), pero su aporte en minerales y vitaminas es escaso.
Sus cualidades nutricionales variarĆ”n segĆŗn diferentes factores: condiciones meteorolĆ³gicas, las distintas especies vegetales en las que las abejas recolectan el nĆ©ctar, las enzimas que aportan las propias abejas al nĆ©ctar durante su transporte, el tiempo de maduraciĆ³n... lo que afecta a la concentraciĆ³n de los diversos nutrientes, vitaminas o minerales. Hay algunos tipos de miel que cuentan con cantidades significativas de sustancias de carĆ”cter bacteriostĆ”tico con potencial para limitar el crecimiento de bacterias, asĆ como algunos compuestos con propiedades antioxidantes.
Mitos y realidades
BebĆ©s: no es aconsejable dar ningĆŗn tipo de miel a los niƱos menores de un aƱo, debido a que el tracto gastrointestinal no Ć”cido de los bebĆ©s favorece la germinaciĆ³n de esporas del Clostridium botulinum y la producciĆ³n de su toxina, provocando el botulismo en el lactante.
Obesidad: muchos tienden a sustituir edulcorantes con calorĆas por miel. La diferencia calĆ³rica entre miel y, por ejemplo, el azĆŗcar, no es significativa.
Diabetes: por su contenido en fructosa, la miel se recomienda con frecuencia entre diabĆ©ticos porque no provoca picos tan elevados en la glucemia (concentraciĆ³n de glucosa libre en sangre), sin embargo, una investigaciĆ³n publicada en 2002 en la revista Diabetes Care establece que puede aumentar los niveles de colesterol en pacientes diabĆ©ticos, y los niveles de colesterol y triglicĆ©ridos en sujetos sanos.
Mejora del sistema inmune: la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglĆ©s), mĆ”xima autoridad en cuanto a la legalidad en las declaraciones sobre salud a travĆ©s del consumo de alimentos, declara que no hay suficiente evidencia cientĆfica como para poder atribuir a la miel la propiedad de mejorar el sistema inmune. De hecho, afirma: "La relaciĆ³n causa-efecto entre el consumo de miel en panal y la mencionada declaraciĆ³n no ha sido establecida".
Efecto laxante: para conseguir el efecto laxante a travĆ©s de la miel habrĆa que consumir cantidades muy por encima a las recomendadas.
Desde Consumer aclaran que se trata de un alimento rico en azĆŗcares sencillos, que aportan energĆa "rĆ”pida", aunque el resto de su valor nutricional es bastante limitado ya que el aporte de otros nutrientes (antioxidantes, vitaminas, minerales, etc.) aunque presentes, es escaso. De manera que para lograr cifras significativas de antioxidantes, vitaminas o minerales se deberĆa ingerir una cantidad poco recomendada, con el consecuente riesgo de aumento de peso.
En definitiva, la miel es rica en hidratos de carbono, sobre todo en glucosa (31%) y fructosa (39%), pero su aporte en minerales y vitaminas es escaso.
Sus cualidades nutricionales variarĆ”n segĆŗn diferentes factores: condiciones meteorolĆ³gicas, las distintas especies vegetales en las que las abejas recolectan el nĆ©ctar, las enzimas que aportan las propias abejas al nĆ©ctar durante su transporte, el tiempo de maduraciĆ³n... lo que afecta a la concentraciĆ³n de los diversos nutrientes, vitaminas o minerales. Hay algunos tipos de miel que cuentan con cantidades significativas de sustancias de carĆ”cter bacteriostĆ”tico con potencial para limitar el crecimiento de bacterias, asĆ como algunos compuestos con propiedades antioxidantes.
Mitos y realidades
BebĆ©s: no es aconsejable dar ningĆŗn tipo de miel a los niƱos menores de un aƱo, debido a que el tracto gastrointestinal no Ć”cido de los bebĆ©s favorece la germinaciĆ³n de esporas del Clostridium botulinum y la producciĆ³n de su toxina, provocando el botulismo en el lactante.
Obesidad: muchos tienden a sustituir edulcorantes con calorĆas por miel. La diferencia calĆ³rica entre miel y, por ejemplo, el azĆŗcar, no es significativa.
Diabetes: por su contenido en fructosa, la miel se recomienda con frecuencia entre diabĆ©ticos porque no provoca picos tan elevados en la glucemia (concentraciĆ³n de glucosa libre en sangre), sin embargo, una investigaciĆ³n publicada en 2002 en la revista Diabetes Care establece que puede aumentar los niveles de colesterol en pacientes diabĆ©ticos, y los niveles de colesterol y triglicĆ©ridos en sujetos sanos.
Mejora del sistema inmune: la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglĆ©s), mĆ”xima autoridad en cuanto a la legalidad en las declaraciones sobre salud a travĆ©s del consumo de alimentos, declara que no hay suficiente evidencia cientĆfica como para poder atribuir a la miel la propiedad de mejorar el sistema inmune. De hecho, afirma: "La relaciĆ³n causa-efecto entre el consumo de miel en panal y la mencionada declaraciĆ³n no ha sido establecida".
Efecto laxante: para conseguir el efecto laxante a travĆ©s de la miel habrĆa que consumir cantidades muy por encima a las recomendadas.
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