Esa fea cicatriz que te incomoda, ya puede tener una solución. Ahora hay un nuevo tratamiento en base a la aplicación de procaína inyec...
Esa fea cicatriz que te incomoda, ya puede tener una solución. Ahora hay un nuevo tratamiento en base a la aplicación de procaína inyectada para tratar cicatrices anchas, hipertróficas y hasta los molestos queloides. De hecho, según el Dr. Jesús Pereira, médico cirujano egresado de la ULA y vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, Reconstructiva, Estética y Maxilofacial, la procaína es el nuevo sustituto de los esteroides para el tratamiento de cicatrices, sin los efectos nocivos de éstos y se está utilizando actualmente en todas las cicatrices de cirugía reconstructiva y estética, con resultados ampliamente favorables, según estudios realizados en el servicio de Cirugia Plástica del Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo.
-Generalmente en cualquier herida el proceso de cicatrización es normal- explica el Dr. Pereira--el problema se presenta cuando hay un excedente de la proliferación de los fibroblastos para cerrar esa cicatriz porque hay un crecimiento excesivo de esos tejidos y comienza a hipertrofiarse, por lo cual, crece más tejido de lo necesario, es entonces cuando se hace una cicatriz gruesa, fibrosa o termina convirtiéndose en un queloide.
La cicatriz hipertrófica es un proceso natural de reparación del cuerpo, que excede la cantidad y ordenamiento de células y en el proceso puede verse como un bulto o formación no natural en el paciente y trae efectos colaterales como dolor y mucho prurito (picazón).
La cicatriz ancha, aparece en diversas partes del cuerpo donde las fibras elásticas no tienen esa potencia de mantenerse unidas o le han colocado esteroides y se ha debilitado. Por ello, la cicatriz se ha ablandado tanto que no tiene fuerza tensil, la herida se separa y quedan espacios muy blandos y deprimidos. Por su parte, según aclara el especialista, el queloide es una malformación y puede darse en cualquier lesión de la piel, por ejemplo en sitios de vacunación, quemaduras, varicela, acné, piercings e incluso en pequeñas lesiones o raspaduras. Si son extensos pueden limitar la movilidad de acuerdo al sitio de aparición; la cicatriz en este caso es de color oscuro, rojo y a veces brillante, tiene formas redondeadas o de bulto que sobresale evidentemente de la superficie de la piel y representa un problema mayor en la estética del individuo. A diferencia de la cicatriz hipertrófica, el queloide sigue creciendo, ya que las fibras no se orientan adecuadamente y van compactándose, llegando incluso a inhibir la irrigación y se producen molestias como picazón y dolor, por mala irrigación de la zona queloidea.
El mejor tratamiento para las cicatrices
El Dr. Jesús Pereira afirma que “generalmente, estas cicatrices se presentan así porque no están orientadas o tratadas por el especialista, porque cuando se produce una cicatriz hay que aplicarle alguna crema o producto para tratar de orientar el proceso de cicatrización”. Sostiene que “actualmente, en la especialidad de cirugía plástica, no se espera a que aparezcan las cicatrices gruesas, hipertróficas o los queloides, sino que se realiza un tratamiento profiláctico a través de la procaína, porque ésta ayuda a prevenir el que se vaya a presentar este tipo de cicatrices no deseadas y se puede utilizar para cualquier procedimiento quirúrgico, como una cesárea o en las mamas para minimizar la cicatriz de la aureola cuando se colocan prótesis, y para cualquier herida quirúrgica que esté programada”.
Por el contrario, el uso de sustancias corticoesteroides para tratar cicatrices hipertróficas o queloides, que actúan en el sistema inmune e inhiben los mecanismos inflamatorios normales, puede desencadenar, posteriormente, en problemas de salud más graves. Con éstas, no se puede establecer la dosis ya que cada organismo responde diferente, tampoco es conveniente el uso prolongado o grandes cantidades de esteroides, por ocasionar daños severos y dependencia del producto. Tampoco puede repetirse el tratamiento, sino sólo luego de 15 días y sobrepasar la dosis puede crear una depresión de la cicatriz y decoloración de la piel. Además el producto es difícil de conseguir actualmente en Venezuela, sostiene el especialista.
En cambio, el Dr. Pereira, destaca las ventajas de la procaína: “No tiene efectos secundarios, favorece el proceso de cicatrización, no produce despigmentación a nivel de los tejidos; comparada con los esteroides no tiene niveles de toxicidad, es fácil de aplicar y más accesible pues es fabricada en el país. Se trata de un producto que es de fácil aplicación, no ocasiona ningún tipo de reacción adversa al paciente, y sobretodo es un medicamento que es controlable. A diferencia del esteroide, la procaína, sí se pueda aplicar de una forme profiláctica y aún estando instalada la cicatriz ya sea hipertrófica, gruesa o un queloide, se puede emplear la procaína con los mismos resultados de los esteroides y sin su efecto adverso.
El especialista comenta que las cicatrices faciales son el principal motivo de consulta y destaca la importancia de que siempre sean tratadas por médicos inscritos en la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, quienes son los indicados para aplicar el tratamiento apropiado, ya que, como se mencionó anteriormente, no para todas las cicatrices hay que aplicar cirugía o medicamentos y se deben tratar de forma diferente. Igualmente, el Dr. Pereira insiste en la importancia de que antes de un procedimiento quirúrgico se le hable al paciente de la cicatriz y se le explique que hay productos en el mercado que le ayudarán a minimizarla, pues esto le brinda confianza.
Fuente: enoriente.com
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