Si se trata de prevenir infartos, la pregunta es si conviene más tomarse una aspirina o comerse una barra de chocolate. Hasta ahora se sabí...
Si se trata de prevenir infartos, la pregunta es si conviene más tomarse una aspirina o comerse una barra de chocolate. Hasta ahora se sabía que una pequeña dosis diaria de aspirina previene la formación de coágulos y contribuye a prevenir el riesgo de infarto.
Sin embargo, parece abrirse la opción del chocolate. El doctor Carl Keen y su equipo del Departamento de Nutrición de la Universidad de California hicieron un estudio en voluntarios sanos y concluyeron que ciertos compuestos antioxidantes del cacao, llamados polifenoles, evitan el aglutinamiento de las plaquetas de la sangre e impiden, por lo tanto, que se formen trombos que obstruyen la circulación sanguínea.
La información, aparecida en la Gaceta de Nutrición Clínica de los Estados Unidos, señala que este efecto del cacao se extiende durante seis horas después de ser ingerido. La acción es similar a la de la aspirina, dijeron los investigadores.
De la aspirina, se sabe que su uso en dosis bajas reduce en un 23 por ciento el riesgo de reincidencia en pacientes que sufrieron infartos. El chocolate se alinearía, de acuerdo con el estudio, junto al té verde y el vino tinto como fuentes de polifenoles antioxidantes.
El trabajo dice que una porción de chocolate tiene tanto de estos antioxidantes como ocho vasos de vino. El doctor Altman, director del Centro de Trombosis de Buenos Aires y presidente de la Sociedad Argentina para el Estudio de la Trombosis, pide calma: Los estudios son interesantes, pero lo que se ve en el laboratorio debe confirmarse a mayor escala para sacar conclusiones ciertas.
Y recuerda: El chocolate también engorda y la obesidad es un factor de riesgo cardíaco. Y a veces, también, el exceso de chocolate provoca dolor de cabeza. Que se quita con aspirina, claro.
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