Ciruelas, té y semillas de sésamo y girasol

El té es un estimulante suave, que contiene la mitad de cafeína que el café. Aporta vitaminas E, K y algo de vitamina B. Además contiene co...

El té es un estimulante suave, que contiene la mitad de cafeína que el café. Aporta vitaminas E, K y algo de vitamina B. Además contiene compuestos fenólicos, que actúan como fortalecedores de las paredes de los vasos capilares. Es una buena fuente de manganeso y flúor. También, aporta taninos, que tienen un efecto bactericida. El descubrimiento más reciente acerca de las virtudes del té destaca su poder antioxidante y protector contra el cáncer, debido a que posee bioflavonoides. La combinación de té con aceite y miel, que otorga a las preparaciones un color oscuro, un aroma tentador y una textura húmeda, es típica de la deliciosa repostería tradicional judía.

Las semillas de girasol, ya peladas y saladas que se consiguen en kioscos y comercios naturistas, aportan gran cantidad de proteínas, vitamina B, hierro, cinc, potasio y selenio, además de una elevada cuota de vitamina B. El mijo es un cereal muy benéfico para la piel, el pelo, los dientes y los ojos. No contiene gluten. Es rico en silicio, proteínas, calcio, vitaminas del grupo B y lecitina. Fortalece notablemente el tejido conjuntivo.

Las semillas de sésamo son conocidas desde hace siglos y tienen fama de afrodisíacas, debido a su contenido de vitamina E y hierro. Son una fuente excepcional de calcio, y además aportan proteínas y magnesio.

Las ciruelas pasa aportan dosis elevadas de potasio, que las hacen recomendables para las personas que sufren de hipertensión. Son ricas en fibra y hierro. Las que se adquieren en los comercios suelen estar tratadas con azufre y aceite mineral, por eso es aconsejable lavarlas varias veces con agua caliente antes de consumirlas.