Los bronceadores traen una fuerte protección solar en respuesta a la necesidad de preservar cada vez más a la piel de los rayos ultraviol...
Los bronceadores traen una fuerte protección solar en respuesta a la necesidad de preservar cada vez más a la piel de los rayos ultravioletas, como de la capa de ozono.
En tal sentido, los dermatólogos aseguran que cualquier tipo de loción que se utilice durante la exposición al sol debe tener un filtro mínimo que ronde entre los 15 y los 20 grados de protección.
Actualmente, las mujeres platenses continúan colocándose humectantes con color o bronceadores instantáneos con diferentes matices, que representan cremas faciales que no deben tener contacto con el sol. Pero, más adelante, cuando se expongan a los rayos solares, deberán estar atentas a que la fórmula de su bronceador, así como de su crema postsolar sean los indicados.
Los primeros necesitarán un fuerte filtro mientras que las segundas será aconsejable que sean, además de simples cremas hidratantes, compuestos que aseguren la regeneración de las células, es decir, que contengan vitamina A, y colágeno hidrolizado (penetra en la piel mejor que el colágeno solo) en especial.
Los menos indicados son siempre los aceites, sobre todo para aquellas pieles blancas que necesitan mayor protección que la mate.
UN BRONCEADOR PARA CADA PIEL
El mercado ofrece una gran variedad de bronceadores con pantalla solar. Sin embargo, cada piel requiere de una composición diferente, a saber: Cremas: no sólo protegen sino que también hidratan y forman una película ideal y capaz de mantener la lozanía de las pieles secas. Son solubles al agua por lo que deben reponerse después de cada baño. Sus componentes principales, son productos capaces de ayudar a activar la melogénesis. Son ideales para las zonas del cuerpo delicadas, rostro, escote, busto y espalda.
Geles: protegen muy bien y son de fácil colocación. Se adaptan a cualquier tipo de piel. Las fórmulas más novedosas las integran zanahorias y té.
Leches y emulsiones: en pieles sensibleso sexas conviene utilizarlas. Son de fácil colocación y se adaptan a pieles normales o grasas. Se pierden con el baño y el sudor, de allí la necesidad de la reiterada reposición.
Lociones: tienen un coeficiente de protección poco elevado y se pierden fácilmente. Se presentan en frascos o aerosoloes. Ideales para pieles grasas y resistentes al sol.
Bálsamo: son productos suavizantes y descongestionantes que además poseen un alto índice de protección. Aplicables en pieles sensibles después de las primeras exposiciones.
Aceites: no se alteran con la transpiración pero están contraindicados en pieles grasas o sensibles. Tienen la ventaja de estilizar aquellas epidermis excesivamente secas.
En todos los casos se advierte que cualquier sea el producto que se elija siempre se debe solicitar que contenga pantalla solar. Y en lo posible las de mayor graduación. Más si se trata de pieles infantiles, blancas, con pecas o muy secas.
Lo ideal es comenzar ahora a tomar sol en las horas propicias -antes de las 11; y después de las 16-; utilizar cremas y base de maquillaje con pantalla solar para usar durante todas las horas del día; aplicar en los labios, y en los brazos y piernas -en el caso de trabajar al aire libre-, cremas protectoras.
No hay que confiarse de los días nublados. El sol siempre está, como dice la canción. Y los rayos ultravioletas, afectan del mismo modo a las pieles sensibles.
Tratamientos solares
Las recomendaciones del dermatólogo:
- Tenga cuidado con el reflejo de la nieve o de la arena. Las nubes no detienen los rayos ultravioletas. El golpe de sol es posible también con el cielo nublado.
- Si está embarazada, evite el sol. Pueden aparecer manchas en la cara (cloasma). Use pantallas con máxima protección y sombrero.
- No exponga a niños menores de 3 años al sol directo por períodos prolongados. No exponga al sol a niños menores de 6 meses sin protección.
- Después de los 3 años, los niños deben estar protegidos con una pantalla máxima. También con sombrero, anteojos y remera.
- Evite exponerse al sol entre las 11.00 y las 15.00 horas. (Cuando su sombra es más corta que su altura).
- Aplique generosamente su protector solar y renueve su aplicación regularmente. Especialmente después de bañarse.
- En caso de quemaduras solares, enrojecimientos repetidos o de lunares que modifican su tamaño o color, consulte con su dermatólogo.
- Ciertos medicamentos son fotosensibilizantes, consulte con su médico antes de exponerse al sol.
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