Efectos del alcohol desde el punto de vista deportivo
En la parte anterior de esta serie de artículos se cubrió el tema del alcohol como un factor psicosocial y sus consecuencias que puede ir desde los problemas sociales como el divorcio, problemas familiares en general, con amistades, etc.; hasta problemas legales por robo, conductas agresivas y/o accidentes. En esta ocasión se tratara al alcohol desde el punto de vista deportivo, es decir, enfocando los efectos de esta sustancia en el deportista y dejando el claro las virtudes y consecuencias de su consumo.
El consumo del alcohol es algo que esta profundamente inmerso en nuestra sociedad, el abuso de la bebida inevitablemente compite con la pasión que algunos tenemos por las competencias deportivas, sin embargo por increíble que parezca muchos deportistas utilizan el alcohol por razones vinculadas al deporte mismo, los deportistas manifiestan que el alcohol les da un sentimiento de bienestar y euforia, y les hace ser más desinhibidos.
Con lo anteriormente mencionado, muchos atletas tienen la creencia que unos tragos antes de la competición tienen un efecto ergogénico en ellos. Se menciona que es una herramienta relacionada con incrementar el estado de alerta, clamar los nervios y disminuir las sensaciones de dolor. Después de beber muchos deportistas reportan estar más alertas, más confiados a casi sin temor a nada.
En los deportes donde se requiere calma, concentración y movimientos controlados, la reputación del alcohol de reducir los temblores y ansiedad esta por los atletas por demás justificada. A continuación vamos a examinar al alcohol y lo que el uso y el abuso del mismo realmente hace en el desempeño deportivo, en la mente y en general en la salud.
Como vimos en la primera parte de esta serie, el alcohol puede estar clasificado como un macronutriente o una droga. Como un macronutriente es realmente denso, con casi 7 calorías por gramo, proporciona casi el doble de calorías que un gramos de proteínas o carbohidratos, pero un poco menos que las grasas, las calorías que provienen del alcohol se consideran vacías, porque en alcohol contiene cantidades casi inexistentes de vitaminas y minerales (muy parecido a los azucares, pero eso es tema de otro articulo).
Además de esto el alcohol es frecuentemente clasificado como un “nutriente desnutridor”, por que influye directamente con la absorción, el uso y almacenamiento del cuerpo de otros nutrientes. Como una droga el alcohol esta clasificado como un narcótico adictivo. Es clasificado como un depresor y al parecer tiene dos fases en la intoxicación: una sensación inicial de excitación seguida por efectos depresivos des sistema psicomotor.
Efectos del alcohol en el desempeño atlético
Como un ergogénico se supone que el alcohol:
- Calma los nervios
- Reduce inhibiciones
- Incrementa el estado de alerta
- Reduce el dolor
- Reduce los temblores musculares (situación ligada a su efecto de inhibir la ansiedad)
A pesar de los beneficios que se proponen que tiene el alcohol como un elemento ergogénico, los estudios han demostrado que el alcohol tiene efectos exactamente opuestos a las virtudes mencionadas en el párrafo anterior.
Se ha demostrado que el alcohol:
- Disminuye la orientación, el balance y los tiempos de reacción.
- Disminuye el rastreo visual y el procesamiento de información.
- Disminuye la fuerza, potencias y resistencia muscular.
Al parecer el alcohol causa una sensación de mejorar las habilidades psicomotoras, cuando en realidad las disminuye bajo la influencia de cantidades incluso muy pequeñas de la sustancia. En efecto existe evidencia en donde el alcohol ha probado disminuir la ansiedad y el nerviosismo muscular, pero asociado con la disminución de la coordinación, balance y procesamiento de información, los beneficios en el desempeño deportivo se verán opacados por los efectos antes mencionados.
El efecto depresivo del alcohol, disminuye la sensación de dolor, pero el dolor indica que existe una lesión. El atleta que esta intoxicado corre el riesgo de incrementar el grado de su lesión por no sentir el dolor, estará incapacitado para estar consciente de su lesión y puede hacer que el daño sea mucho mayor. Además el alcohol deshidrata el cuerpo, por el bloqueo de la secreción de la hormona anidiuretica, causando que los riñones excreten un exceso de fluidos en forma de orina ( o no han notado como después de un par de cervezas el baño se convierte en tu mejor amigo).
Como el alcohol contiene calorías, la persona que este intentando controlar su peso debería tomar en cuenta esas 7 calorías por gramo de alcohol en su ingesta calorica total. Estas calorías son especialmente buenas para convertirse en reserva (grasa corporal). Como si esto no fuera suficiente el alcohol interfiere en la absorción de muchas de las vitaminas y minerales que se necesitan para un buen estado de salud, que aunado hacen que el procesamiento de las proteínas y los carbohidratos se haga menos eficiente, esto trae como consecuencia, menos masa muscular, menos energía y más grasa corporal. Además de el daño hepático asociado al consumo regular del alcohol.
El alcohol interfiere con el metabolismo de las proteínas y las grasas en el hígado, y causa una deficiente producción de las enzimas pancreáticas necesarias para el metabolismo de las grasas, resultando en una incapacidad para movilizar grasa corporal y sanguínea. El glicógeno del hígado ( la reserva energética preferida del cerebro y el corazón), serán depletadas, es decir se consumen; con la incapacidad del hígado de formar nueva glucosa.
Al final el consumidor de alcohol terminara con una fuerte tendencia a almacenar grasa corporal y un pobre capacidad de ganar o mantener su masa corporal magra (músculo). Los niveles de energía del consumidor de alcohol se verán afectados junto con su fuerza y resistencia, haciendo que su desempeño atlético se vea seriamente afectado, haciendo de esto un proceso evolutivo que ira mermando sus capacidades y complicando cada vez más el problema.
En la actualidad existe evidencia que sugiere que el consumo moderado de alcohol esta asociado con la disminución de riesgo cardiaco en algunas personas. Se ha demostrado que una bebida al día (no más) puede aumentar el nivel de lipoproteínas de alta densidad (HDL) en la sangre. El HDL es también conocido como “el colesterol bueno” responsable de mantener limpias las arterias.
No es aconsejable que consumamos alcohol por su propiedad de reducir los riesgos de cardiopatías, debido a sus efectos negativos antes mencionados. Ya que hasta ahora es el único beneficio asociado con el alcohol ligado a los innumerables riesgos.
Debido a todo lo anterior es un acto criminal cuando en los concursos de fisicoculturismo se le hace beber al atleta alcohol con la finalidad de utilizarlo como vasodilatador, ya que debido a la condición en la que se encuentra ese atleta antes de subir al escenario, podría sufrir una deshidratación severa que lo puede guiar a un mal renal, hepático, cardiaco o cerebral irreversible.
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