El té de hibisco puede bajar la presión arterial tan efectivamente como los medicamentos farmacéuticos, numerosos estudios lo han demostra...
El té de hibisco puede bajar la presión arterial tan efectivamente como los medicamentos farmacéuticos, numerosos estudios lo han demostrado.
Un té de hierbas (tisana) a base de flores de hibisco es una bebida muy popular en todo el mundo. El, bebida de color rubí se conoce como “jamaica” en México y es el ingrediente principal en el té rojo Zinger.
“La mayoría de las mezclas de té de hierbas comerciales en los Estados Unidos contienen hibisco”, dijo Diane L. McKay, de la Universidad Tufts, que ha investigado los beneficios de la flor que reduce la presión arterial.
La flor de Jamaica (Hibiscus sabdariffa) en realidad tiene una larga historia de uso como tratamiento de la presión arterial en muchos sistemas de medicina tradicional de África y Asia. A finales de 1990, investigadores iraníes demostraron clínicamente la eficacia de este tratamiento. Se asignaron 54 adultos con presión arterial alta a beber 10 onzas de té de jamaica o té negro una vez al día durante 12 días. Encontraron que mientras la presión arterial se redujo en ambos grupos, disminuyó significativamente más en el grupo de Jamaica (un total de 10 por ciento).
Esto fue seguido por un par de estudios que, en comparación con los medicamentos farmacéuticos, el té tuvo el mismo efecto. En el 2004, investigadores mexicanos asignaron a 75 adultos con presión arterial alta a tomar ya sea 25 mg de captopril dos veces al día, o de beber 10 g de té de Jamaica (aproximadamente 5 cucharaditas) una vez al día. Después de cuatro semanas, la presión arterial se había reducido en un 11 por ciento en ambos grupos.
En el 2007, los investigadores llevaron a cabo un estudio de seguimiento, esta vez utilizando el medicamento lisinopril como una comparación. Una vez más, el hibisco o la flor de Jamaica desempeño comparable al farmáco, lo que redujo la presión arterial en pacientes con hipertensión un promedio de 12 por ciento, en comparación con el 15 por ciento de lisinopril.
También puede prevenir ataques al corazón. En un estudio aleatorizado, doble ciego publicado en la revista de nutrición en el 2010, McKay y sus colegas asignaron a 65 adultos entre las edades de 30 y 70, los cuales tenían pre-hipertensión o hipertensión leve, a beber 240 ml de té de hibisco o un placebo tres veces al día. Ninguno de los participantes estaba tomando medicamentos para la presión arterial.
Después de seis semanas, la presión arterial sistólica se redujo siete puntos en el grupo de hibisco, en comparación con sólo un punto en el grupo de placebo. Una vez más, la mejora observada fue comparable a la proporcionada por las drogas farmacéuticas.
“Estos resultados sugieren que el consumo diario de té de hibisco, en una cantidad incorporada fácilmente en la dieta, disminuye la presión arterial en adultos con hipertensión leve y puede resultar un componente eficaz de cambios en la dieta recomendada para las personas con estas condiciones”, escribieron los investigadores .
“Incluso los pequeños cambios en la presión arterial… cuando se mantiene a largo plazo … reduce el riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardiaco”, señaló McKay.
Haga crecer su propia medicina
Los investigadores no están seguros exactamente cómo hibiscus actúa para disminuir la presión arterial, pero se ha sugerido varios mecanismos. Algunos estudios sugieren que el hibiscus o flor de Jamaica abre las arterias, disminuye la liberación de hormonas que causan constricción de los vasos sanguíneos, y actúa como un diurético. También se ha demostrado que tiene un efecto antioxidante en el cuerpo y para estimular el sistema inmunológico.
Para aquellos que quieran beber el té en su casa, dosis recomendadas varían de una a cinco cucharaditas hirviendo durante cinco a 10 minutos en una taza.
La planta de hibisco crece bien en la mayoría de los climas en los Estados Unidos, por lo que es posible para las personas producir su propio suministro. Al cosechar flores de hibisco para el té debe tener en cuenta que el té se hace realmente de los cálices que rodean las flores.
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