Con la mayorĆa de parejas usando lubricantes personales y mĆ”s del 80% de las mujeres utilizando productos sexuales, lo mĆ”s probable es que ...
Con la mayorĆa de parejas usando lubricantes personales y mĆ”s del 80% de las mujeres utilizando productos sexuales, lo mĆ”s probable es que usted y / o su pareja (s) haya encontrado toxinas en ellos. La mayorĆa de los consumidores se sorprenden al enterarse de que la mayorĆa de los productos sexuales son etiquetados como artĆculos de novedad, no hay regulaciones que requieren que sean seguros para su uso interno. Algunos de los problemas de salud que pueden ocurrir de las toxinas que se encuentran en estos productos son: el cĆ”ncer, recuento reducido de espermatozoides, trastorno por dĆ©ficit de atención con hiperactividad, daƱos al hĆgado, resistencia a la insulina y defectos de nacimiento sólo para nombrar unos pocos.
Muchos de los productos sexuales en el mercado hoy en dĆa contienen toxinas como los ftalatos, plomo, mercurio, sulfuros, cromatos y mĆ”s. MĆ”s del 70% se fabrican en China y hay poca documentación de lo que contienen, hay muchas preguntas sin responder acerca de estos productos. Cuando los productos quĆmicos son absorbidos internamente y son absorbidos directamente al torrente sanguĆneo que hace que estos productos sean seguros aĆŗn mĆ”s importante.
Las toxinas tambiĆ©n estĆ”n en lubricantes personales y la mayorĆa de los consumidores no estĆ”n conscientes de su presencia o el impacto negativo para su salud. Si los compra en el supermercado local o incluso de su mĆ©dico, la mayorĆa contienen parabenos.
Los parabenos son toxinas controvertidas que han demostrado alterar el estrógeno en las mujeres, aumentar las alergias, disminuir la cantidad de espermatozoides en los hombres, contribuir al cĆ”ncer de piel e interrumpir el desarrollo normal del feto en mujeres embarazadas. Debido a que lubricantes personales se utilizan internamente tambiĆ©n son absorbidos directamente en el torrente sanguĆneo. Para hacer las cosas aĆŗn mĆ”s complicadas, algunos lubricantes pueden derretir quĆmicamente estos productos lo cual causa que entren en tu cuerpo.
Lo que debe saber
La buena noticia es que hay una nueva demanda por los profesionales de la salud sexual en cuestión que motiva a los fabricantes a crear productos seguros y no tóxicos. Algunos de los minoristas mÔs éticos y fabricantes estÔn tomando el tiempo para destacar y promocionar la seguridad de ciertos productos.
Sin embargo, ser un consumidor consciente significa que tiene por lo menos la información bĆ”sica que le ayudarĆ” a tomar decisiones educadas. La siguiente información le proporcionarĆ” conocimientos sobre la industria para que pueda entender mejor los problemas fundamentales con respecto a las toxinas y por quĆ© la mayorĆa de los revendedores no estĆ”n bien informados acerca de sus propios productos.
Muchos vendedores no tienen educación
Por desgracia, muchas tiendas, sitios y consultores estĆ”n ofreciendo a los consumidores información inadecuada e incorrecta sobre las toxinas en productos sexuales. En algunos casos, han mentido descaradamente a los consumidores. En una tendencia preocupante, la Asociación Nacional para el Avance de la Ciencia y el Arte de la Sexualidad encontró que en muchos casos las tiendas y los consultores decĆan a los consumidores que sus productos eran libres de ftalatos y parabenos cuando no lo eran.
Sin embargo, en la mayorĆa de los casos es una cuestión de simplemente ser ignorante, ya que es difĆcil para los revendedores darle la información correcta sobre los productos que estĆ”n vendiendo. Las tres razones principales para esto son:
1) Los empleados de las tiendas no suelen ser educados acerca de los productos que estÔn vendiendo y se encontró que se les ha dado entrenamiento inadecuado y en algunos casos información incorrecta por parte de sus empleadores.
2) Los fabricantes a menudo no proporcionan información relevante y los ingredientes dentro del producto, ya que no estÔn obligados por ley.
3) A menudo un producto sexual se hace por varias empresas y la etiquetas son diferentes por lo que en muchos casos es casi imposible saber quién realmente ha fabricado el producto y mucho menos lo que contiene. Esta es una prÔctica muy común, especialmente con las empresas fabricantes y las grandes cadenas minoristas.
Un fabricante que hace un producto para una compaƱĆa y puede venderlo a otra compaƱĆa bajo una marca propia con un nombre diferente (no le deja saber que lo hicieron). La mayorĆa de los minoristas y las empresas fabricantes hacen esto para que puedan tener su propia marca en el producto y para que puedan cobrar lo que quieran sin tener que competir con la versión de marca. Esto mantiene a los consumidores de comparar precios y mantenerse en la oscuridad acerca de quien realmente lo fabrica y los materiales o ingredientes que lo componen.
MÔs allÔ de la confusión
En muchos casos, los empleados y representantes de las compaƱĆas de productos sexuales ni siquiera saben acerca de estas prĆ”cticas y mucho menos los materiales en los productos que venden. AdemĆ”s, se determinó que muchos sitios web y tiendas que hicieron pretensión de educar al pĆŗblico sobre las toxinas en productos tenĆan hechos generalizados y / o afirmaciones incorrectas.
En un caso, un representante dijo con orgullo a sus clientes que los productos que vendĆa eran libres de parabenos. Sin embargo, el representante se sorprendió al descubrir despuĆ©s que las etiquetas de sus productos mostraron parabenos de varios tipos: metilparabeno, etilparabeno, propilparabeno y butilparabeno.
Este es un ejemplo de dos tendencias preocupantes:
1) La empresa que esta mujer representaba le habĆa dicho especĆficamente que todos los productos que vendĆa eran libres de parabenos y que recalque ese punto en la comunicación con sus clientes.
2) No se ha educado lo suficiente sobre estas toxinas ya que la información estaba disponible en las etiquetas.
En el otro lado del espectro, un ejemplo común de información errónea es la afirmación de que todos los productos lubricantes son tóxicos y lleno de ftalatos (plastificantes tóxicos que se utilizan para suavizar vinilos). Sin embargo, eso no es correcto, y algunos productos no estÔn hechos con ftalatos y no son tóxicos.
Otro mito es el factor de olor
En general, se ha dicho que se pueden oler las toxinas a travĆ©s de lo que comĆŗnmente se conoce como el olor “de cortina nueva”. Lo que algunos profesionales declaran sobre productos quĆmicos tóxicos (en particular, los ftalatos) al liberar gases del policloruro de vinilo. Sin embargo, eso no es cierto con los ftalatos, por que no tienen olor pero se considera tóxicos.
Los ftalatos son molĆ©culas que no estĆ”n enlazados quĆmicamente a los plĆ”sticos y se ablandan y pueden liberarse del plĆ”stico con bastante facilidad lo que hace que estos productos se deterioren con el tiempo. Los estudios han demostrado que los ftalatos pueden causar irritación de las vĆas respiratorias, dolores de cabeza, nĆ”useas y daƱos en el sistema nervioso central, hĆgado, y riƱones. Se sabe que causan cĆ”ncer en los seres humanos.
Un ejemplo de algo que tiene un olor y que no es tóxico son los productos fabricados con un polĆmero, sin embargo, estos productos inicialmente tienen un olor hasta que estĆ©n completamente secos. Esto es causado por la liberación de gases y no es un indicador de la toxicidad. Con productos tales como Ć©stos, es el amina dentro de estos (un ingrediente digerible y seguro utilizado en condones) que causa el olor inicialmente hasta que se realiza la liberación de gases.
Con tanta información incorrecta, confusa y, en algunos casos engañosa, es importante para los consumidores entender la información bÔsica en la compra y uso de productos sexuales. También es una buena idea comprar sólo los de una empresa que no sólo puede responder a sus preguntas acerca de los temas, pero también lo referirÔ a la investigación independiente.
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