¿Por qué nuestros cerebros dejaron de crecer? (parte 3)

Al igual que con todos los organismos, los homínidos en el curso de la evolución fueron encerrados en la matriz biológica de su hábitat. Si ...

Al igual que con todos los organismos, los homínidos en el curso de la evolución fueron encerrados en la matriz biológica de su hábitat. Si nuestra dieta consistía de insectos, frutas o carne, todo era material biológicamente activo. Algunos primates actuales comen un poco más de esto o aquello; Cuánta cobertura se ha dado recientemente a los chimpancés comen carne, pero esta es relativamente una pequeña cantidad de su dieta. A pesar de su habilidad en atrapar presas vivas, los chimpancés en realidad obtienen alrededor del 94 por ciento de su dieta anual de plantas, frutas principalmente maduras. La bioquímica de los primates se basa en gran medida en plantas y una dieta de principalmente plantas es lo que los homínidos estaban comiendo durante su desarrollo evolutivo. Una representación gráfica de una vida humana, descansando en el bosque, comiendo frutas, puede ser más precisa que aquella en la que está vestido con pieles de animales, una lanza en mano, corriendo por las llanuras hostiles.

La falta de material vegetal en el registro fósil ha llevado, de acuerdo con Richard Leakey, el paleo antropólogo famoso por su trabajo en Kenia, a un énfasis excesivo sobre el consumo de carne como un componente de la vida de los primeros homínidos. También encuentra una parte del trabajo en el análisis de los dientes “muy sorprendente.” Los dientes del Australopithecus robustus entran en la categoría frugívoro. Los patrones de desgaste que quedan en el esmalte son muy similares a los de los chimpancés viven en los bosques, sin embargo, aquí se encuentra un homínido que se suponía vivir en las llanuras, en una época en que el clima era más seco y la vegetación principalmente de hierbas y pastos. Los ejemplos de los dientes de Ramapithecus que han sido analizados de manera similar muestran exactamente los mismos patrones y los dientes de Homo habilis, la primera criatura a la que se le concede estatus Homo, también tiene el esmalte liso típico de un chimpancé. Esta evidencia es extremadamente relevante. Todos los primeros homínidos y sus primos simios eran principalmente frugívoros. Los dientes de Homo erectus sugieren una dieta más omnívora. El esmalte de los dientes muestra desgarres que son compatibles con el daño de granos, posiblemente de bulbos y tubérculos. Como respuesta a un enfriamiento del clima y una contracción de la selva, tenían esta especie que cambiar su dieta para adaptarse a un nuevo entorno? Algunos bosques habrían permanecido intactos a lo largo de los sistemas fluviales más húmedos. Los chimpancés y los gorilas sobrevivieron allí junto con, sospechamos, otro homínido cuyos dientes están muy bien adaptados para comer fruta - el Homo sapiens.

Los primates, dada la opción, seleccionan frutas con preferencia a cualquier otro tipo de alimento. La fruta es un alimento rico, nutritivo y fácil de digerir. Si está disponible, esto es lo que todos los grandes primates prefieren comer. Sin embargo, otros alimentos se comen con regularidad. Nuestro pariente más cercano, el bonobo, come entre 60 y 95 por ciento de fruta, dependiendo de la productividad frutal de su hábitat específico. El resto de su dieta se compone principalmente de brotes y hierbas y una pequeña cantidad de insectos, huevos y ocasionalmente pequeños mamíferos. Alimentos como cortezas también se pueden comer en tiempos de escasez de frutos.

Los alimentos que los humanos en el bosque comieron es, por supuesto, desconocido, pero es probable que hubieran comido un balance similar de plantas. No habrían sido puramente vegetarianos. Incluso los higos (tal vez el alimento más preferido) contienen una pequeña cantidad de materia de insectos debido a que el mecanismo de polinización resulta en huevos y larvas de las pequeñas especies de avispas que permanezcan en la fruta. Estos insectos pueden haber servido como una importante fuente de micronutrientes esenciales como la vitamina B12 y  un poco de proteína extra.

Como eran los animales más altamente inteligentes en el bosque y la fruta era la mejor comida, lo más probable es que los humanos desarrollaron estrategias para mantener un alto porcentaje de fruta durante todo el año. El ser eficientes bípedos les habría dado la posibilidad de viajar con facilidad entre fuentes de frutas muy distantes. La búsqueda de árboles frutales distantes pudo incluso haber perfeccionado su adaptación bípeda.