Aunque se ha establecido que los trastornos de la piel y eczema alĆ©rgica incluyen alergias a los alimentos, un equipo de investigaciĆ³n del R...
Aunque se ha establecido que los trastornos de la piel y eczema alĆ©rgica incluyen alergias a los alimentos, un equipo de investigaciĆ³n del Reino Unido de King’s College en Londres hicieron una investigaciĆ³n para determinar el papel de la inmunidad de la piel.
Se determinĆ³ que defectos en la barrera de la piel, tales como eczema, determinan e incluso causan alergias a los alimentos en lugar de las alergias causar defectos en la barrera de la piel.
Esta conclusiĆ³n, que parece que el carruaje estĆ” empujando al caballo en lugar de al revĆ©s, es desafiada mĆ”s adelante en este artĆculo.
El estudio de King’s College
Los investigadores analizaron los resultados de mƔs de 600 bebƩs de tres meses que fueron exclusivamente amamantados como parte de un estudio llamado EAT (Por sus siglas en Ingles).
Al evaluar la piel despuĆ©s de detectar genes considerados que aumentan el riesgo de brotes de eczema, determinaron que la barrera de la piel de los infantes al deteriorarse eran seis veces mĆ”s propensos a ser sensibles a los huevos, la leche de vaca y los cacahuetes – que los bebĆ©s sanos, independientemente de la predisposiciĆ³n genĆ©tica.
Dado que los bebĆ©s no habĆan sido alimentados con comida sĆ³lida todavĆa y estaban siendo amamantados, lo cual se considera ideal para conferir inmunidad infantil, sugiere que las cĆ©lulas inmunes en la piel y no el intestino, tienen un papel crucial en cuanto a la sensibilidad a los alimentos.
Desafiando el Estudio
Idealmente, la lactancia materna es mejor para los niƱos que la alimentaciĆ³n con biberĆ³n. Pero no todas las madres en nuestro mundo tĆ³xico estĆ”n perfectamente equipadas para ofrecer esa primera comida con la mĆ”xima inmunidad a sus hijos.
Gracias a los transgĆ©nicos, el glifosato altamente tĆ³xico se ha encontrado en algunas placentas. Otros productos quĆmicos, como los bifenilos policlorados se han encontrado en la leche materna en concentraciones mĆ”s altas que los aceites de pescado prohibidos por las regulaciones de toxicidad de alimentos en California por la “Prop 65.”
Contaminantes orgƔnicos persistentes (COP) que permanecen en nuestro ambiente encuentran su camino en la grasa corporal, siendo una gran parte del tejido de la mama y luego se transmiten mediante la leche materna a los bebƩs. Algunos de estos se encuentran en productos retardantes de llamas utilizados en los muebles y la ropa.
En JapĆ³n, la lactancia materna se desalentĆ³ debido a la contaminaciĆ³n por dioxinas, que fue absorbida fĆ”cilmente por los niƱos a travĆ©s de la leche materna. Afortunadamente, encontraron que la chlorella consumida durante el embarazo reduce considerablemente que la contaminaciĆ³n.
A menos que una mujer embarazada este en una dieta casi perfecta y se desintoxicĆ³ considerablemente, existe el peligro de alimentar a su bebĆ© leche materna contaminada.
Antes de toda esta contaminaciĆ³n en nuestro ambiente, la lactancia materna era lo mejor para bebĆ©s mĆ”s sanos. Y aĆŗn asĆ debe ser, dependiendo del nivel de la salud de la madre.
La dra. Natasha Campbell-McBride desarrollĆ³ GAPS (PsicologĆa de SĆndrome Gastrointestinal por sus siglas en Ingles), un sistema de regeneraciĆ³n de salud intestinal mediante la dieta.
Ella ha descubierto que la biologĆa intestinal bĆ”sica de un bebĆ© viene cuando reciĆ©n nacido traga un poco de fluido de la madre en el canal de parto. Ese fluido contiene la gĆ©nesis de la flora intestinal probiĆ³tica del reciĆ©n nacido. Por supuesto, los partos por cesĆ”rea probablemente impiden que este evento ocurra.
SegĆŗn la dra. McBride, la mayorĆa de las madres de hoy fueron alimentadas con biberĆ³n cuando eran bebĆ©s. Tal vez algunas usaron pĆldoras anticonceptivas durante un tiempo. Muchas tuvieron vacunas y antibiĆ³ticos frecuentemente. Todos estos factores contribuyen a un sistema inmune comprometido por la falta de probiĆ³ticos.
MĆ”s madres estĆ”n volviendo a amamantar a sus bebĆ©s sin desintoxicar las toxinas acumuladas y regenerar la flora intestinal. Sus bebĆ©s podrĆan no tener la base salud intestinal desde ese primer trago de lĆquido en el canal de parto y luego toman leche materna contaminada.
Los investigadores de King’s College en Londres no tuvieron en cuenta estos factores, y algunas vacunas supuestamente contiene derivados de cacahuete.
ConclusiĆ³n
La dra. Campbell-McBride ha manejado cientos de casos con su dieta GAPS, incluyendo la curaciĆ³n de su hijo autista. Pero no todos los reciĆ©n nacidos en peligro de tener mala flora intestinal tienen problemas estrictamente psicolĆ³gicos.
Ha escrito y dado conferencias que el no conseguir la flora intestinal normal desde el principio, que luego se daƱa aĆŗn mĆ”s, resulta en “niƱos y adultos que sufren de problemas digestivos, alergias, asma y eczema.”
Este autor favorece la comprensiĆ³n de la dra. Natasha Campbell-McBride en la curaciĆ³n clĆnica con Ć©xito en vez de la investigaciĆ³n epidemiolĆ³gica incompleta de los dermatĆ³logos de King’s College en Londres.
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