Con la llegada del frío y al meternos de lleno en la rutina solemos dejar de lado y descuidar en muchos casos nuestra dieta, algo que no deb...
Con la llegada del frío y al meternos de lleno en la rutina solemos dejar de lado y descuidar en muchos casos nuestra dieta, algo que no debe ser así y que es importante que tengamos en cuenta. A pesar de todo, muchas veces el ritmo frenético del día a día y el estrés suelen pasarnos factura y hacer que nos olvidemos de esto, además de constituir uno de los principales problemas a la hora de mantener la línea.
Todos los estudios e investigaciones han llegado a la conclusión de que el estrés es uno de los principales problemas que nos acechan día a día en nuestra sociedad. Este motivo hace que pongamos en peligro la salud desde diferentes ángulos, y es que el estrés puede llegar a ser una de las principales causas de aumento de peso. A pesar de seguir un régimen de adelgazamiento, muchas personas no pueden perder peso a causa del estrés que sufren.
En la mayoría de los casos el estrés se deriva de situaciones que nos desbordan y se nos escapan de las manos. En la actualidad es algo muy habitual, por lo que nos hemos acostumbrado a vivir con ello, a pesar de ser un gran mal para el organismo. El estrés es la madre de la ansiedad, y es que cuando una situación nos supera y desarrollamos un malestar general al no poder hacerle frente entramos en un cuadro de ansiedad que se puede manifestar de diferentes maneras.
La ansiedad es un estado que hace que nuestro cuerpo y nuestro carácter adquieran unos hábitos de conducta que en muchos casos se escapan de nuestras manos. Uno de ellos, y una manera en la que suele manifestarse éste desorden suele ser en el aumento de las ganas de comer. Normalmente la ansiedad acaba por hacer que perdamos la noción de lo que ingerimos y que tengamos hambre a todas las horas. Por ello es importante que evitemos esta situación para poder así mantener a ralla la línea.
Pero no solamente la ansiedad y el estrés hacen que comamos más, sino que en la mayoría de los casos nos vemos atraídos por los alimentos más ricos en calorías vacías y grasas que a la larga no solo nos engordarán, sino que también ponen en riesgo nuestra salud, pues contribuirán a aumentar el colesterol y con ello el empeoramiento de la salud cardiaca y la circulación de la sangre.
Es importante que evitemos las situaciones de estrés, para conseguir esto simplemente debemos evadirnos del día a día a través de vías de escape. Entre ellas la práctica de deporte es lo más efectivo a la hora de conseguirlo, ya que con él eliminamos tensiones. Algunas actividades como el yoga, el thai-chi o el chi-kung nos ayudarán a eliminar todo el estrés que se acumula en nuestro organismo y así evadir la ansiedad.
Todos los estudios e investigaciones han llegado a la conclusión de que el estrés es uno de los principales problemas que nos acechan día a día en nuestra sociedad. Este motivo hace que pongamos en peligro la salud desde diferentes ángulos, y es que el estrés puede llegar a ser una de las principales causas de aumento de peso. A pesar de seguir un régimen de adelgazamiento, muchas personas no pueden perder peso a causa del estrés que sufren.
En la mayoría de los casos el estrés se deriva de situaciones que nos desbordan y se nos escapan de las manos. En la actualidad es algo muy habitual, por lo que nos hemos acostumbrado a vivir con ello, a pesar de ser un gran mal para el organismo. El estrés es la madre de la ansiedad, y es que cuando una situación nos supera y desarrollamos un malestar general al no poder hacerle frente entramos en un cuadro de ansiedad que se puede manifestar de diferentes maneras.
La ansiedad es un estado que hace que nuestro cuerpo y nuestro carácter adquieran unos hábitos de conducta que en muchos casos se escapan de nuestras manos. Uno de ellos, y una manera en la que suele manifestarse éste desorden suele ser en el aumento de las ganas de comer. Normalmente la ansiedad acaba por hacer que perdamos la noción de lo que ingerimos y que tengamos hambre a todas las horas. Por ello es importante que evitemos esta situación para poder así mantener a ralla la línea.
Pero no solamente la ansiedad y el estrés hacen que comamos más, sino que en la mayoría de los casos nos vemos atraídos por los alimentos más ricos en calorías vacías y grasas que a la larga no solo nos engordarán, sino que también ponen en riesgo nuestra salud, pues contribuirán a aumentar el colesterol y con ello el empeoramiento de la salud cardiaca y la circulación de la sangre.
Es importante que evitemos las situaciones de estrés, para conseguir esto simplemente debemos evadirnos del día a día a través de vías de escape. Entre ellas la práctica de deporte es lo más efectivo a la hora de conseguirlo, ya que con él eliminamos tensiones. Algunas actividades como el yoga, el thai-chi o el chi-kung nos ayudarán a eliminar todo el estrés que se acumula en nuestro organismo y así evadir la ansiedad.
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