Domingo, 14-02-2010 El culto al cuerpo ha hecho que surja un trastorno relativamente nuevo: la vigorexia o también llamada 'anorexia in...
Domingo, 14-02-2010
El culto al cuerpo ha hecho que surja un trastorno relativamente nuevo: la vigorexia o también llamada 'anorexia inversa'. Las personas que padecen este síndrome llevan una vida encaminada única y exclusivamente a trabajar su cuerpo de forma compulsiva y, sin embargo, tienen una imagen distorsionada de su aspecto.
Tiene 18 años y quiere reducir la grasa al 7 por ciento. Dice que la odia, que le da asco, y por eso pasa horas en el gimnasio aunque él se sigue viendo enclenque. Lleva una dieta desequilibrada y se inyecta esteroides como clenbuterol y carnicol. El testimonio de este joven es uno de los muchos que se pueden encontrar en el Foro de Culturismo, en Internet.
Su caso muestra todos los síntomas de la vigorexia, un trastorno que según el Instituto de Trastornos Alimentarios puede padecer una de cada diez personas que acuden a un gimnasio. Pero los expertos creen que es probable que haya más personas afectadas y que no se reconocen como tales.
Las personas con este trastorno adictivo, también llamado 'anorexia inversa' o 'síndrome de Adonis', bucean en Internet para conseguir hormonas, esteroides y anabolizantes.
Desde el Consejo General del Colegio de Farmacéuticos ponen el acento en el riesgo que supone ingerir o inyectarse esas sustancias. Santiago Cuéllar, responsable del departamento técnico, asegura que estos productos pueden llegar a costar hasta diez veces más en la Red que en una farmacia y que en muchas ocasiones están adulterados.
La vigorexia es un trastorno que no está contemplado en la Clasificación Internacional de Enfermedades y por eso es complicado su diagnóstico y su tratamiento. Pero los expertos dicen que hay que empezar a tomárselo en serio, como en su día ocurrió con la anorexia.
Fuente: cadenaser.com
El culto al cuerpo ha hecho que surja un trastorno relativamente nuevo: la vigorexia o también llamada 'anorexia inversa'. Las personas que padecen este síndrome llevan una vida encaminada única y exclusivamente a trabajar su cuerpo de forma compulsiva y, sin embargo, tienen una imagen distorsionada de su aspecto.
Tiene 18 años y quiere reducir la grasa al 7 por ciento. Dice que la odia, que le da asco, y por eso pasa horas en el gimnasio aunque él se sigue viendo enclenque. Lleva una dieta desequilibrada y se inyecta esteroides como clenbuterol y carnicol. El testimonio de este joven es uno de los muchos que se pueden encontrar en el Foro de Culturismo, en Internet.
Su caso muestra todos los síntomas de la vigorexia, un trastorno que según el Instituto de Trastornos Alimentarios puede padecer una de cada diez personas que acuden a un gimnasio. Pero los expertos creen que es probable que haya más personas afectadas y que no se reconocen como tales.
Las personas con este trastorno adictivo, también llamado 'anorexia inversa' o 'síndrome de Adonis', bucean en Internet para conseguir hormonas, esteroides y anabolizantes.
Desde el Consejo General del Colegio de Farmacéuticos ponen el acento en el riesgo que supone ingerir o inyectarse esas sustancias. Santiago Cuéllar, responsable del departamento técnico, asegura que estos productos pueden llegar a costar hasta diez veces más en la Red que en una farmacia y que en muchas ocasiones están adulterados.
La vigorexia es un trastorno que no está contemplado en la Clasificación Internacional de Enfermedades y por eso es complicado su diagnóstico y su tratamiento. Pero los expertos dicen que hay que empezar a tomárselo en serio, como en su día ocurrió con la anorexia.
Fuente: cadenaser.com
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