A sólo dos meses de debutar en el campeonato de Murcia como culturista novel la fatalidad, la imprudencia, la moto y el puerto de la Cadena ...
A sólo dos meses de debutar en el campeonato de Murcia como culturista novel la fatalidad, la imprudencia, la moto y el puerto de la Cadena se aliaron en contra del destino de Javier Sánchez. Un 29 de marzo de 2008 este prometedor deportista sufría un grave accidente a 195 kilómetros por hora que le dejaba sin debut y le marcaba de por vida, tras perder sobre el asfalto su pierna derecha.
El enorme tatuaje de su brazo derecho, donde recoge la fecha de su accidente, lo dice todo de su persona. Un tipo hecho a sí mismo, con una apariencia que puede intimidar de lejos pero que en las distancias cortas es risueño como un niño y ante todo "cabezón", tal y como subraya su entrenador, José Antonio Sánchez. Lo del tatuaje puede chocar pero el propio Javier explica que «me tapa todas las quemaduras y la fecha me la tatué porque ese día volví a nacer».
Vaya si lo hizo, pero no sólo como persona, también como deportista. Antes de su fatal encuentro con el asfalto del puerto de la Cadena, le gustaban las motos y el culturismo, pero después de seis meses de dura rehabilitación para aprender a moverse con la prótesis que luce "sin preocupación" por encima de su rodilla derecha, se marcó un único objetivo: "Quería competir", debutar como culturista y ser uno de los grandes de esta disciplina deportiva.
En su casa le aconsejaban que "llevase una vida tranquila", pero Javier lo tiene claro tras convertirse en el flamante campeón de España de culturismo en la modalidad de discapacitados: "Quiero practicar deporte". Por lo pronto su cabezonería y espíritu de superación, han dado sus resultados y el próximo mes de noviembre representará a España en el Campeonato del Mundo que se disputará en Bakú, República de Azerbaiyán.
Hasta entonces este murciano de 27 años continuará con su sacrificada dieta y rutina de entrenamientos, una hora de lunes a viernes. "Como un culturista profesional con todas sus facultades físicas, salvo para los ejercicios de pierna donde le ayudo y en las sentadillas multipower, utiliza una barra fija hidráulica", explica su entrenador, José Antonio Sánchez.
La carencia de una pierna no resta intensidad a los entrenamientos de Javier. Sólo hay que ver los pesos que levanta con una sola pierna, 260 kilos en cuádriceps, 120 kilos en gemelo y 75 kilos en patada trasera de tríceps. "Me quedé muerto cuando lo vi", asegura su preparador. Si pasamos al torso los kilos provocan escalofríos: 160 kilos en pecho y 120 en espalda. Es sólo una muestra más de la fijación de Javier por el culturismo. De hecho, tras su accidente debutó como culturista en el Campeonato Regional disputado en Mazarrón y no lo hizo precisamente en la modalidad de discapacitados. Fue en la de principiante, a pesar de saber que quedaría último porque no cumple con la simetría que exige el jurado. "Debería haber quedado segundo", rebate Javier. Hasta el gran día, su debut en el Campeonato del Mundo, a este culturista murciano le quedan todavía muchas horas de gimnasio, muchas tablas de entrenamientos para coger volumen hasta definir su peso en 77 kilos de fibra y músculo. Mientras tanto se alimentará de 450 gramos de hidratos, 300 de proteínas, 40 gramos de grasas y toneladas de «cabezonería», hasta lograr convertirse en el mejor culturista del mundo.
A José Antonio Sánchez de 28 años y Javier Sánchez de 27, entrenador y pupilo respectivamente, les separa tan sólo un año pero les unen muchas cosas. La primera, la amistad. Se conocen desde los 13 años y José Antonio ha vivido muy de cerca todo lo que le ocurrió a Javier tras el accidente. De hecho, cuando se les pregunta por su relación, se les ilumina la cara cuando tienen que hablar el uno del otro. Pasan tanto tiempo juntos «que a veces insinúan si somos pareja», bromean. José Antonio es «amigo, entrenador, manager y patrocinador», subraya entre risas este propietario del gimnasio Neron Gym de Llano de Brujas, donde se machaca su pupilo.
Coinciden en todo, hasta en una hipotética celebración del cetro mundial: "Una buena cena, hamburguesa y tarta de chocolate", justo lo que apenas puede catar Javier a lo largo del año. Pero sobre todo, ambos coinciden en reivindicar a la Federación Española de Fisicoculturismo y Fitness «el culturismo como deporte adaptado porque sólo tenemos el campeonato de España y el del Mundo pero no hay competiciones regionales ni locales". Recuerdan que en la Región existen "más culturistas disminuidos y no hay campeonato. Nosotros sólo podemos participar durante el año en exhibiciones pero no competir".
El enorme tatuaje de su brazo derecho, donde recoge la fecha de su accidente, lo dice todo de su persona. Un tipo hecho a sí mismo, con una apariencia que puede intimidar de lejos pero que en las distancias cortas es risueño como un niño y ante todo "cabezón", tal y como subraya su entrenador, José Antonio Sánchez. Lo del tatuaje puede chocar pero el propio Javier explica que «me tapa todas las quemaduras y la fecha me la tatué porque ese día volví a nacer».
Vaya si lo hizo, pero no sólo como persona, también como deportista. Antes de su fatal encuentro con el asfalto del puerto de la Cadena, le gustaban las motos y el culturismo, pero después de seis meses de dura rehabilitación para aprender a moverse con la prótesis que luce "sin preocupación" por encima de su rodilla derecha, se marcó un único objetivo: "Quería competir", debutar como culturista y ser uno de los grandes de esta disciplina deportiva.
En su casa le aconsejaban que "llevase una vida tranquila", pero Javier lo tiene claro tras convertirse en el flamante campeón de España de culturismo en la modalidad de discapacitados: "Quiero practicar deporte". Por lo pronto su cabezonería y espíritu de superación, han dado sus resultados y el próximo mes de noviembre representará a España en el Campeonato del Mundo que se disputará en Bakú, República de Azerbaiyán.
Hasta entonces este murciano de 27 años continuará con su sacrificada dieta y rutina de entrenamientos, una hora de lunes a viernes. "Como un culturista profesional con todas sus facultades físicas, salvo para los ejercicios de pierna donde le ayudo y en las sentadillas multipower, utiliza una barra fija hidráulica", explica su entrenador, José Antonio Sánchez.
La carencia de una pierna no resta intensidad a los entrenamientos de Javier. Sólo hay que ver los pesos que levanta con una sola pierna, 260 kilos en cuádriceps, 120 kilos en gemelo y 75 kilos en patada trasera de tríceps. "Me quedé muerto cuando lo vi", asegura su preparador. Si pasamos al torso los kilos provocan escalofríos: 160 kilos en pecho y 120 en espalda. Es sólo una muestra más de la fijación de Javier por el culturismo. De hecho, tras su accidente debutó como culturista en el Campeonato Regional disputado en Mazarrón y no lo hizo precisamente en la modalidad de discapacitados. Fue en la de principiante, a pesar de saber que quedaría último porque no cumple con la simetría que exige el jurado. "Debería haber quedado segundo", rebate Javier. Hasta el gran día, su debut en el Campeonato del Mundo, a este culturista murciano le quedan todavía muchas horas de gimnasio, muchas tablas de entrenamientos para coger volumen hasta definir su peso en 77 kilos de fibra y músculo. Mientras tanto se alimentará de 450 gramos de hidratos, 300 de proteínas, 40 gramos de grasas y toneladas de «cabezonería», hasta lograr convertirse en el mejor culturista del mundo.
A José Antonio Sánchez de 28 años y Javier Sánchez de 27, entrenador y pupilo respectivamente, les separa tan sólo un año pero les unen muchas cosas. La primera, la amistad. Se conocen desde los 13 años y José Antonio ha vivido muy de cerca todo lo que le ocurrió a Javier tras el accidente. De hecho, cuando se les pregunta por su relación, se les ilumina la cara cuando tienen que hablar el uno del otro. Pasan tanto tiempo juntos «que a veces insinúan si somos pareja», bromean. José Antonio es «amigo, entrenador, manager y patrocinador», subraya entre risas este propietario del gimnasio Neron Gym de Llano de Brujas, donde se machaca su pupilo.
Coinciden en todo, hasta en una hipotética celebración del cetro mundial: "Una buena cena, hamburguesa y tarta de chocolate", justo lo que apenas puede catar Javier a lo largo del año. Pero sobre todo, ambos coinciden en reivindicar a la Federación Española de Fisicoculturismo y Fitness «el culturismo como deporte adaptado porque sólo tenemos el campeonato de España y el del Mundo pero no hay competiciones regionales ni locales". Recuerdan que en la Región existen "más culturistas disminuidos y no hay campeonato. Nosotros sólo podemos participar durante el año en exhibiciones pero no competir".
Fuente: laverdad.es
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