Secundino Acha fue la figura mƔs popular del mundo del deporte a finales del siglo XIX y principios del XX. La campa de Erandio vio nacer a ...
Secundino Acha fue la figura mƔs popular del mundo del deporte a finales del siglo XIX y principios del XX.
La campa de Erandio vio nacer a Secundino Acha el dĆa 29 de junio de 1870. Era el quinto hijo de una familia de diez. Sus padres, nacidos en la Campa, eran Pedro Acha Gallaga, comerciante, y su madre Celestina Barcena, procedente de una familia de labradores. La posiciĆ³n del padre le hizo salir del pueblo, mayoritariamente dedicado al campo, para mejorar socialmente.
En el aƱo 1885 figura en el censo de poblaciĆ³n de Bilbao, instala un almacĆ©n de vinos en la calle EstaciĆ³n 28, hoy calle Navarra. AƱos despuĆ©s, en 1913, crea la Sociedad Hijos de Pedro Acha en Lersundi 16.
El desahogo econĆ³mico del padre le permite dedicarse al deporte. Entre el numeroso grupo de hermanos destaca JosĆ© MarĆa, mĆ©dico, y Alejandro, ocho aƱos mĆ”s joven que el, jugador del Athletic. Del resto no tenemos noticias. Alejandro Acha fue socio fundador del Athletic con el nĆŗmero 3 y jugĆ³ de portero en los albores del equipo en 1903.
Con su hermano fue socio del Club de VelocĆpedos de Bilbao, donde, entre otros socios constaban JosĆ© Zamacois, CĆ”ndido Palomo o Salustiano Mogrovejo.
Secundino Acha es la figura mĆ”s popular en el deporte de finales del siglo XIX y principios del XX. Conocido como “la mano vedada”, debido a su fuerza, empezĆ³ jugando a pelota mano. Era solicitado en las canchas de Buenos Aires, en los tiempos de Chiquito de Abando. SiguiĆ³ de ciclista con mĆ”s de 43 medallas.
CorrĆa a finales del siglo XIX, en Madrid en el VelĆ³dromo de las Delicias de los SeƱores Santos, en pruebas de 5.000metros, con Antonio San RomĆ”,Luis del MĆ”rmol y Ricardo Periquet entre otros ciclistas, eran pruebas nacionales e internacionales. Y terminĆ³ como atleta en levantamiento de peso. En el aƱo 1903 ganĆ³ el concurso de la revista inglesa “Phisical- Culture”.
Junto con sus compaƱeros y amigos Juan Larrazabal, Cirilo Gana y Manuel Piquero actuĆ³ con fines benĆ©ficos (pescadores, asilo, hospital), en el Circo del Ensanche, que se inaugurĆ³ el 12 de octubre de 1895. Eran conocidos y muy queridos por el pĆŗblico de Bilbao.
Se hizo un atleta completo en una Ć©poca en que no habĆa ni preparados ni aditivos, solo horas de trabajo y un maestro a su lado, JosĆ© Zamacois. En la revista “Vida Vasca”, en el aƱo 1950, lo definĆan como prototipo de la hercĆŗlea raza vasca. Fue la figura mĆ”s famosa del Gimnasio Zamacois y continuador de su obra en la vida pĆŗblica. TambiĆ©n fue concejal nacionalista del Ayuntamiento de Bilbao desde 1909 a 1913.
De Secundino Acha, Secun como le llamaban los amigos era un gran aficionado a las peleas de gallos,acudĆa a los circos gallĆsticos de Bilbao con asiduidad.
Secundino muriĆ³ joven, el 7 de octubre de 1918, a los 48aƱos la gripe espaƱola de aquel aƱo, que se le complicĆ³ con una pulmonĆa acabĆ³ con Ć©l, el Sol de Madrid daba la noticia,el dĆa 8 de Octubre de 1918. En uno de los laterales de aquel gimnasio de trabajo y entrenamiento habĆa un cartel que decĆa:
No existe un espectĆ”culo superior, al de aquel hombre que combina la posesiĆ³n de la grandeza moral en su alma, con la belleza exterior de su cuerpo.
La campa de Erandio vio nacer a Secundino Acha el dĆa 29 de junio de 1870. Era el quinto hijo de una familia de diez. Sus padres, nacidos en la Campa, eran Pedro Acha Gallaga, comerciante, y su madre Celestina Barcena, procedente de una familia de labradores. La posiciĆ³n del padre le hizo salir del pueblo, mayoritariamente dedicado al campo, para mejorar socialmente.
En el aƱo 1885 figura en el censo de poblaciĆ³n de Bilbao, instala un almacĆ©n de vinos en la calle EstaciĆ³n 28, hoy calle Navarra. AƱos despuĆ©s, en 1913, crea la Sociedad Hijos de Pedro Acha en Lersundi 16.
El desahogo econĆ³mico del padre le permite dedicarse al deporte. Entre el numeroso grupo de hermanos destaca JosĆ© MarĆa, mĆ©dico, y Alejandro, ocho aƱos mĆ”s joven que el, jugador del Athletic. Del resto no tenemos noticias. Alejandro Acha fue socio fundador del Athletic con el nĆŗmero 3 y jugĆ³ de portero en los albores del equipo en 1903.
Con su hermano fue socio del Club de VelocĆpedos de Bilbao, donde, entre otros socios constaban JosĆ© Zamacois, CĆ”ndido Palomo o Salustiano Mogrovejo.
Secundino Acha es la figura mĆ”s popular en el deporte de finales del siglo XIX y principios del XX. Conocido como “la mano vedada”, debido a su fuerza, empezĆ³ jugando a pelota mano. Era solicitado en las canchas de Buenos Aires, en los tiempos de Chiquito de Abando. SiguiĆ³ de ciclista con mĆ”s de 43 medallas.
CorrĆa a finales del siglo XIX, en Madrid en el VelĆ³dromo de las Delicias de los SeƱores Santos, en pruebas de 5.000metros, con Antonio San RomĆ”,Luis del MĆ”rmol y Ricardo Periquet entre otros ciclistas, eran pruebas nacionales e internacionales. Y terminĆ³ como atleta en levantamiento de peso. En el aƱo 1903 ganĆ³ el concurso de la revista inglesa “Phisical- Culture”.
Junto con sus compaƱeros y amigos Juan Larrazabal, Cirilo Gana y Manuel Piquero actuĆ³ con fines benĆ©ficos (pescadores, asilo, hospital), en el Circo del Ensanche, que se inaugurĆ³ el 12 de octubre de 1895. Eran conocidos y muy queridos por el pĆŗblico de Bilbao.
Se hizo un atleta completo en una Ć©poca en que no habĆa ni preparados ni aditivos, solo horas de trabajo y un maestro a su lado, JosĆ© Zamacois. En la revista “Vida Vasca”, en el aƱo 1950, lo definĆan como prototipo de la hercĆŗlea raza vasca. Fue la figura mĆ”s famosa del Gimnasio Zamacois y continuador de su obra en la vida pĆŗblica. TambiĆ©n fue concejal nacionalista del Ayuntamiento de Bilbao desde 1909 a 1913.
De Secundino Acha, Secun como le llamaban los amigos era un gran aficionado a las peleas de gallos,acudĆa a los circos gallĆsticos de Bilbao con asiduidad.
Secundino muriĆ³ joven, el 7 de octubre de 1918, a los 48aƱos la gripe espaƱola de aquel aƱo, que se le complicĆ³ con una pulmonĆa acabĆ³ con Ć©l, el Sol de Madrid daba la noticia,el dĆa 8 de Octubre de 1918. En uno de los laterales de aquel gimnasio de trabajo y entrenamiento habĆa un cartel que decĆa:
No existe un espectĆ”culo superior, al de aquel hombre que combina la posesiĆ³n de la grandeza moral en su alma, con la belleza exterior de su cuerpo.
COMMENTS