Hoy, más que nunca, los jóvenes están sufriendo de una enfermedad crónica – la causa tiene que ver con comer una dieta tóxica – que sol...
Hoy, más que nunca, los jóvenes están sufriendo de una enfermedad crónica – la causa tiene que ver con comer una dieta tóxica – que solía ocurría principalmente entre los adultos mayores con diabetes. Las cifras recopiladas recientemente en la encuesta del Sistema Nacional de Salud y Nutrición revela que aproximadamente el 10% de los adolescentes estadounidenses sufren de hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en ingles), una enfermedad potencialmente mortal caracterizada por inflamación crónica del hígado.
Para su estudio, la experta, Dra. Miriam Vos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory y sus colegas revisaron los datos de más de 10,000 jóvenes entre las edades de 12 y 18 años que recorrieron de 1998 a 2008. Lo que encontraron es que que las tasas de hígado graso en este grupo de edad casi se ha triplicado durante el período de 10 años, superando incluso el aumento simultáneo de las tasas de obesidad.
De hecho, la Dra. Vos hizo la declaración impresionante en cuanto a los hallazgos de su equipo que el hígado graso “parece estar aumentando más rápido que la pre-valencia de la obesidad”, algo que contradice la teoría generalizada de que las dos condiciones automáticamente van de la mano. Por el contrario, parece que hay algún otro factor que contribuye al aumento más rápido en los casos de hígado graso que no necesariamente puede ser una causa directa de la obesidad, sino más bien un síntoma correspondiente.
Cosumo de alimentos tóxicos aumenta la tasa de obesidad, hígado graso no alcohólico
En un artículo escrito para GreenMedInfo.com, escritora Heidi Stevenson explica cómo el consumo excesivo de almíbar de maíz alto en fructosa en el procesamiento de alimentos convencionales está causando problemas en los sistemas de las personas. Y puesto que el hígado lleva la carga más pesada en el procesamiento de la fructosa, tiene sentido que un número cada vez mayor de jóvenes en la sociedad moderna sufran de problemas hepáticos graves.
La Dra. Vos y su equipo, por supuesto, no se mencionan la relación entre el consumo de fructosa y el aumento de hígado graso. Pero esta es una de las conexiones más evidentes de la investigación, porque la fructosa se metaboliza completamente por el hígado. La glucosa, por otra parte, que se usó más prevalentemente antes del almíbar de maíz, es sólo parcialmente procesada por el hígado a una tasa del 20%, lo que significa que es menos de una carga total sobre el cuerpo.
Del mismo modo, la fructosa procesada causa tres veces más acumulación de grasa que la glucosa, lo que explicaría también la conexión entre el hígado graso no alcohólico y la obesidad. No importa cómo se mire, comer alimentos procesados altos en fructosa y otros componentes excepto fruta entera tiene un gran impacto en los hígados de los que lo consumen. Y el rápido aumento de hígado graso entre los jóvenes ilustra cómo esta la fructosa está destruyendo la salud de Estados Unidos.
“Teniendo en cuenta el aumento simultáneo del consumo de fructosa y enfermedades metabólicas, tenemos que comprender plenamente el impacto de una dieta rica en fructosa en la función hepática y la enfermedad de hígado”, dijo el doctor Manal Abdelmalek del Centro Médico de la Universidad Duke sobre un estudio piloto también realizó recientemente que concluye que el consumo de fructosa esta ligado al hígado graso.
“[Es] plausible que el consumo habitual y / o excesivo de fructosa puede aumentar el riesgo de hígado graso no alcohólico y también exacerbar el daño hepático y promover la fibrosis,” Dr. Abdelmalek y sus colegas se citan sobre el estudio en la revista MedPage Today.
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