Cosas espantosas contaminando nuestro suministro de alimentos

Antes de leer este artículo, se lo advierto: no querrá volver a comer. Usted probablemente ya sabe que nuestro suministro de alimentos está ...

Antes de leer este artículo, se lo advierto: no querrá volver a comer.

Usted probablemente ya sabe que nuestro suministro de alimentos está contaminado. Pero ¿sabía usted que la FDA (Food and Drug Administration) permite una cierta cantidad de excrementos de rata, cabezas de insectos y gusanos en los alimentos, junto con un número de otros contaminantes?

La FDA publicó un folleto titulado “Los niveles de defectos naturales o inevitables en alimentos que no presentan ningún riesgo de salud para los humanos”, instruyendo a los productores de alimentos lo que es permisible. Afirman que “los niveles no representan un promedio de contaminantes que se producen en cualquier producto unico. Los promedios son en realidad mucho más bajos”

Ejemplos de lo que está permitido por estas “normas”, que incluyen: cinco huevos de mosca por 250 ml o una o más larvas por cada 250 ml de jugo de naranja, 30 huevos de mosca por cada 100 gramos de pasta de tomate, pizza y otras salsas, nueve miligramos o más de excremento de roedores por kilo de trigo, y un recuento de mohos promedio de 15 % en salsa de arándanos. ¿Cómo es que la FDA considere esto aceptable? ¿No se supone que deben de tener el mejor interes hacia los consumidores y que el objetivo sea la limpieza en los alimentos?

Además de la presencia de partes de insectos, huevos de mosca y materia fecal, nuestro suministro de alimentos se ve amenazado por bacterias (tales como las que causan el botulismo y E. coli.) parásitos (tales como el tipo que causa disentería). La contaminación del agua y las condiciones insalubres en las que se produce el alimento y procesados ​son culpables en algunos casos.

Un nuevo estudio revela también que la miel de maíz de alta fructosa (HFCS por sus siglas en ingles) – ya es un edulcorante inseguro utilizado en alimentos procesados – contiene niveles significativos de mercurio. El mercurio fue identificado en casi un tercio de 55 marcas de alimentos y bebidas donde este era un ingrediente principal o secundario. El mercurio, como sabemos, es altamente tóxico y puede conducir a daño cerebral, la ceguera y sordera.

Además de partes de insectos, gusanos, excrementos, parásitos, bacterias y mercurio, nuestro suministro de alimentos pueden estar contaminados con agroquímicos, metales pesados, plomo y otros residuos de animales como las drogas hormonales y los organismos genéticamente modificados (transgénicos).

Ha llegado el momento en que la única manera de protegerse es comprar productos orgánicos o, si es posible, a cultivar su propia comida.