La controversia sobre la eficacia y la necesidad de vacunas es bien conocida. Mientras que la medicina convencional defiende el uso de las v...
La controversia sobre la eficacia y la necesidad de vacunas es bien conocida. Mientras que la medicina convencional defiende el uso de las vacunas, que también ignora la variedad de sustancias tóxicas que estas contienen y afecta la respuestas inmunológica de forma negativa. Al mismo tiempo que las autoridades médicas quieren hacer las vacunas obligatorias, los nuevos datos demuestran que las estrategias de inmunización artificial simplemente no funcionan como se supone que deben. Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) encontró que los niños no vacunados tienen mejor salud, como se indica por la frecuencia de visitas al hospital para pacientes ambulatorios y de emergencia.
El objetivo de este estudio fue investigar los efectos de los programas de vacunación alternativos, que promuevan “retrasar, o no inyectar algunas vacunas.” Lo cual esta en contra todas las directrices oficiales de las instituciones, como la Academia Americana de Médicos de Familia, La Academia Americana de Pediatría y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Los niños, que siguieron este esquema de vacunación alternativo se compararon con los niños que recibieron las vacunas aprobadas de manera oportuna.
El estudio pionero tenia observados (2004-2008) más de 320,000 niños y niñas, con edades entre 2 y 24 meses. Se encontró que los niños no vacunados tenían una cantidad significativamente menor de consultas de urgencia al hospital, en comparación con los niños de la misma edad y vacunados. Además, los autores encontraron que a pesar de la enorme presión política, empresarial y médica para forzar la vacunación, la tendencia a no vacunar está creciendo fuerte, con más y más padres optando desahacerse de los esquemas de vacunación de sus hijos.
El equipo editorial de JAMA considera estos resultados como un enigma y pone de relieve el hecho de que ninguno de estos esquemas de vacunación alternativos se aprueban o tienen pruebas de su eficacia, lo que implica que las vacunas aprobadas son seguras y eficaces, lo cual no es cierto.
Este estudio demuestra que el vacunar con estos cócteles tóxicos llamados vacunas puede tener un efecto significativo sobre el estado de salud y el funcionamiento del sistema inmunológico. Esta evidencia sólida de que los beneficios esperados y de la inmunización artificial no son una realidad médica, sino información engañosa y tal vez una ilusión de las industrias farmacéuticas y sus bien pagados médicos.
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