Fenilalanina

La fenilalanina (Phe) es un aminoácido esencial para la puesta en marcha del organismo. Los aminoácidos esenciales deben ser suministrados p...

La fenilalanina (Phe) es un aminoácido esencial para la puesta en marcha del organismo. Los aminoácidos esenciales deben ser suministrados por la dieta, pues su producción en el organismo es insuficiente a las necesidades metabólicas. Aproximadamente 50% de la fenilalanina ingerida a través de la dieta ejerce la función de participar en los procesos de síntesis de proteínas. La restante fenilalanina, a través del enzima fenilalanina hidroxilasa, se convierte en el aminoácido tirosina que, a su vez, actúa en la síntesis de los neurotransmisores no-repinefrina y dopamina.

Las principales fuentes naturales de fenilalanina son los alimentos proteicos de origen animal como carnes y por regla general, huevos, leche y derivados, bien como en los alimentos de origen vegetal (arroz integral, frijol, nueces, soja y trigo integral), sin embargo, estos últimos contienen poca cantidad de aminoácidos libres. Son también encontrados en alimentos fermentados, como yogurt y otros. Como suplemento, la fenilalanina está disponible en las formas DL-fenilalanina o solamente en la forma L en cápsulas, comprimidos y polvos.

Beneficios:

- Estudios recientes sugieren que la fenilalanina puede auxiliar en el tratamiento del vitíligo (afección cutánea caracterizada por placas blanquecinas, rodeadas de una zona, en que la piel se vuelve más pigmentada que lo normal) cuando es suplementada en conjunto con aplicaciones locales de rayos UVA.

- El uso de este aminoácido también es relatado en investigaciones en el tratamiento de la depresión.

Los síntomas de deficiencia ocurren generalmente como resultado de la carencia total de proteína en la dieta. La insuficiencia moderada puede reducir la velocidad de crecimiento en menores y bajar los niveles de proteínas esenciales en la sangre; mientras que, la deficiencia grave puede causar apatía, despigmentación de los cabellos, lesiones en piel, edema (hinchazón), flojera, letargo, daños al hígado, pérdida de grasa y de masa muscular, bien como desnutrición severa.