Madrid, Miércoles 12/08/2009 La Guardia Civil, en el marco de la “operación W”, ha desarticulado una red de venta de diferentes sustancias ...
Madrid, Miércoles 12/08/2009
La Guardia Civil, en el marco de la “operación W”, ha desarticulado una red de venta de diferentes sustancias anabolizantes. En la operación han sido detenidas 7 personas y se han incautado 2.500 dosis de diferentes fármacos y sustancias anabolizantes.
El inicio de las investigaciones tuvo lugar en el pasado mes de abril, cuando el responsable de una farmacia de Navalcarnero denunció la compra en su establecimiento una importante de cantidad de fármacos usando recetas falsas.
La primera fase de la investigación se centró en el destino de los fármacos, utilizados habitualmente en el ámbito del culturismo y entrenamiento deportivo para acelerar el crecimiento muscular, manejando como principal hipótesis que estuvieran siendo distribuidos sin control médico o sanitario.
Tras unos días de pesquisas se logró identificar a los dos compradores de los fármacos, un matrimonio domiciliado en Ventas de la Retamosa (Toledo). Una investigación más exhaustiva permitió confirmar las sospechas iniciales: el varón desempeñaba funciones de preparador físico en un gimnasio de la localidad de Valmojado (Toledo), en el que ofrecía sus servicios como entrenador personal.
Este hombre complementaba el entrenamiento al que sometía a sus clientes con el consumo de ciertos productos que él mismo les dispensaba, cobrando por ello entre 400 y 1.200 euros.
La operación “W” reveló también que no sólo se dedicaba a su trabajo en el gimnasio, sino que vendía diferentes productos desde su domicilio y a personas de otras provincias, a quienes remitía los medicamentos a través de empresas de paquetería.
Sus métodos para obtener los productos eran dos: a través de recetas falsas en farmacias de localidades cercanas a la de su residencia, como las que iniciaron las investigaciones, o gracias a un suministrador portugués, que se los enviaba vía postal.
Gracias a estos datos, los Agentes de la Guardia Civil pudieron determinar la implicación de otras cinco personas en toda la geografía nacional, que revendían los anabolizantes que recibían del principal investigado. Asimismo, le conseguían nuevos clientes e incluso mezclaban los productos con sustancias estupefacientes para aumentar sus efectos.
La Policía registró el domicilio del matrimonio, en el que hallaron aproximadamente 2.500 dosis de diferentes medicamentos, anabolizantes y hormonas.
A los detenidos se les imputan los delitos de falsificación documental, contra la salud pública e intrusismo profesional.
El inicio de las investigaciones tuvo lugar en el pasado mes de abril, cuando el responsable de una farmacia de Navalcarnero denunció la compra en su establecimiento una importante de cantidad de fármacos usando recetas falsas.
La primera fase de la investigación se centró en el destino de los fármacos, utilizados habitualmente en el ámbito del culturismo y entrenamiento deportivo para acelerar el crecimiento muscular, manejando como principal hipótesis que estuvieran siendo distribuidos sin control médico o sanitario.
Tras unos días de pesquisas se logró identificar a los dos compradores de los fármacos, un matrimonio domiciliado en Ventas de la Retamosa (Toledo). Una investigación más exhaustiva permitió confirmar las sospechas iniciales: el varón desempeñaba funciones de preparador físico en un gimnasio de la localidad de Valmojado (Toledo), en el que ofrecía sus servicios como entrenador personal.
Este hombre complementaba el entrenamiento al que sometía a sus clientes con el consumo de ciertos productos que él mismo les dispensaba, cobrando por ello entre 400 y 1.200 euros.
La operación “W” reveló también que no sólo se dedicaba a su trabajo en el gimnasio, sino que vendía diferentes productos desde su domicilio y a personas de otras provincias, a quienes remitía los medicamentos a través de empresas de paquetería.
Sus métodos para obtener los productos eran dos: a través de recetas falsas en farmacias de localidades cercanas a la de su residencia, como las que iniciaron las investigaciones, o gracias a un suministrador portugués, que se los enviaba vía postal.
Gracias a estos datos, los Agentes de la Guardia Civil pudieron determinar la implicación de otras cinco personas en toda la geografía nacional, que revendían los anabolizantes que recibían del principal investigado. Asimismo, le conseguían nuevos clientes e incluso mezclaban los productos con sustancias estupefacientes para aumentar sus efectos.
La Policía registró el domicilio del matrimonio, en el que hallaron aproximadamente 2.500 dosis de diferentes medicamentos, anabolizantes y hormonas.
A los detenidos se les imputan los delitos de falsificación documental, contra la salud pública e intrusismo profesional.
Fuente: elmundo.es
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